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Estructura del Quijote


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  1.648 Palabras (7 Páginas)  •  371 Visitas

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Estructura del Quijote

La acción de la primera parte (1605), compuesta de cincuenta y dos capítulos, se inicia con la decisión de Alonso Quijano de convertirse en caballero andante y así emular las aventuras de los libros de caballerías. Desde ese momento y a lo largo de dos salidas -primero en solitario y después con su escudero Sancho Panza-, el protagonista transforma la realidad con su imaginación: ve castillos donde solo hay ventas, gigantes donde hay molinos o ejércitos poderosos donde hay rebaños de ovejas.

En la segunda parte (1615), compuesta por setenta y cuatro capítulos, se relatan las aventuras de don Quijote y Sancho en su tercera salida de la aldea. Ambos sufren ahora el engaño, a veces burlesco, de otras personas. La obra termina con el regreso de caballero y escudero a la aldea, donde don Quijote recupera la cordura y muere.

A pesar de la indiscutible unidad de la obra, la segunda parte ofrece una notable variación con respecto a la primera. Entre ambas han pasado diez años y estos dejan huella en las páginas de la novela. Se pueden apreciar las siguientes diferencias:

En la primera parte, la acción principal se ve a menudo interrumpida por otros relatos intercalados en el texto que retrasan el desarrollo de las aventuras de don Quijote y Sancho. En la segunda, en cambio, el autor renuncia a esta técnica narrativa. En este sentido, la primera parte es más disgregadora y heterogénea.

Otra de las diferencias es el predominio en la primera parte de la acción y del viaje, mientras que en la segunda adquiere más peso el diálogo y aumenta la estancia prolongada de los protagonistas en algunos lugares.

En la primera parte, las aventuras de la novela están motivadas por la fantasía de don Quijote, que transforma con su imaginación la realidad. En la segunda, sin embargo, esta transformación se lleva a cabo principalmente por los demás personajes, que inventan historias fantásticas para engañar al caballero. Don Quijote, que no deja de creer en sus fantasías, ya no es víctima del engaño de sus sentidos; percibe la realidad tal y como es, aunque no da crédito a estas percepciones. Cuando ve la triste y rutinaria realidad, piensa que unos encantadores lo han hechizado.

Se ha observado también que el peso paródico de la obra es mayor en la primera parte y que en la segunda se acentúa más la reflexión.

La primera parte es más rural y la segunda más urbana. Pero, además, es más extensa geográficamente hablando. Los personajes realizan un recorrido mucho más amplio que se debe también a la mayor duración de la tercera salida.

Frente a la imprecisión espacio-temporal que el autor muestra en la primera parte, tuvo un especial empeño por ambientar la acción de la segunda en circunstancias contemporáneas (verano de 1614); la novela se introduce en problemas concretos del momento en el que se redacta, como la expulsión de los moriscos, la piratería y el bandolerismo, etc.

Personajes principales

Desde las primeras páginas, el lector del Quijote recibe una descripción de las características de su protagonista. Estos datos son tan solo el punto de partida de una evolución psicológica genialmente trazada que se desarrollará a lo largo de la novela. Don Quijote es un hidalgo pobre que apenas tiene recursos para vivir. Su escuálido físico se asociaba en la época a personalidades coléricas y melancólicas.

Esta situación de privacidad económica y la naturaleza de su carácter pueden colaborar a que se refugie en la lectura desmedida de los libros de caballerías, causantes de su locura. Su afición por estos libros es tal que llega a vender parte de sus posesiones para poder comprar más ejemplares. Sin embargo, se trata de un personaje de gran capacidad razonadora y buen juicio crítico en los temas que no afectan a la parcela de su demencia. Su edad es avanzada, teniendo en cuenta la época: alrededor de los cincuenta años, lo que convierte en ridícula (según los tópicos del momento) su afición caballeresca y su amor ideal por Dulcinea.

Así pues, este personaje decide resucitar la caballería y salir de su aldea en busca de aventuras vestido con las armas de sus antepasados. Toma por escudero al simple Sancho, un vecino suyo al que promete otorgar bienes, y se inventa una amada. Esta es Aldonza Lorenzo, una labradora que vive en El Toboso y que su imaginación convierte en la idealizada Dulcinea, una dama refinada.

Don Quijote adopta un lenguaje anticuado que ha extraído de sus lecturas y lleva consigo el afán de plasmar en la Mancha todos los ideales heroicos recogidos en sus libros.

Como se ha apuntado, don Quijote presenta una clara evolución psicológica que se manifiesta intensamente en los últimos episodios de la novela. En ella se revela el desencanto y la melancolía en la que desemboca el personaje: cuando don Quijote se enfrenta a una realidad que exige un verdadero heroísmo, no es capaz de aportarlo. El personaje se empequeñece progresivamente hasta apagarse en su lecho de muerte.

Sancho

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