Estudio En Escarlata
Enviado por mcpoker • 15 de Marzo de 2015 • 1.675 Palabras (7 Páginas) • 276 Visitas
Estudio en escarlata, escrita por Conan Doyle en 1887, es reconocida por ser la primera novela en que aparece el personaje de Sherlock Holmes, ícono del relato policíaco. En esta obra, el detective conoce a su fiel acompañante y amigo, Jhon H. Watson, doctor en medicina por la universidad de Londres. Este último, de regreso de Afganistán, donde había trabajado como doctor militar durante la guerra, se halla a la búsqueda de un lugar donde vivir. A través de un amigo suyo, quien le comenta que conoce a una persona en su misma situación, conoce a Holmes. Estos dos caballeros deciden compartir el departamento 221b de la calle Baker.
Allí Watson empieza a conocer a su compañero, su afición al violín, al tabaco de pipa y a la resolución de complicados casos.
Los hechos de la novela suceden en el último cuarto del siglo XIX en Inglaterra. En su estructura, la novela está dividida en dos partes bien diferenciadas.
La primera se titula "Reimpresión de las memorias de John H. Watson, doctor en medicina y oficial retirado del Cuerpo de Sanidad" y está narrada en primera persona por Watson, quien describe el primer misterio en el que siguió las investigaciones de Holmes. El caso en cuestión surge ante el hallazgo de un cadáver en una casa abandonada en Brixton, con la palabra RACHE escrita en letras de sangre en la pared.
La segunda parte lleva como título "La tierra de los santos" y da un salto en el espacio y en el tiempo para situarse dos décadas atrás en Estados Unidos, en Salt Lake City, la tierra de los mormones. Allí se produce un asesinato, el cual es ejecutado por danitas presentes en el territorio. Está relatada en tercera persona por un narrador omnisciente. En el último capítulo de esta parte se retorna a la historia inicial narrada por Watson y se cuenta la solución del caso. Aquí se pone en juego la relación de las dos partes que componen el libro, que al principio parecen autónomas y, por tanto, sin ligazón entre sí. El motivo del crimen resulta ser esencialmente la venganza por un amor perdido.
Desde el primer encuentro, Arthur Conan Doyle nos muestra un Holmes observador, dedicado a la ciencia y a la búsqueda de hallazgos que puedan revolucionar la medicina legal. En un laboratorio de química donde trabaja, hace su aparición por primera vez el que luego será el famoso Sherlock Holmes; lo hace con un tubo de ensayo en la mano, prueba tangible de lo que ha descubierto: un reactivo que es precipitado sólo por la hemoglobina y que permitiría descubrir manchas de sangre en causas criminales. La investigación científica y la medicina forense son las disciplinas con las que el autor elige introducir a Holmes, dos ramas de un saber que, en conjunto, fundarán un tipo de personaje único.
Con el objeto de seguir delineando a este detective, el narrador cuenta que Sherlock Holmes había publicado un artículo en una revista, el cual intentaba poner en evidencia lo mucho que un hombre observador podía aprender mediante un examen justo y sistemático de todo cuanto lo rodeaba. Para Watson, la ciencia de la deducción de la que versaba el texto, no era "práctica" sino más bien teórica, basada en las hipótesis de un hombre en la soledad de su estudio. A través de este texto y de su contenido, Watson se entera de que Sherlock Holmes es un "detective-consultor" que orienta a menudo las pesquisas policiales, a pedido de los oficiales de Scotland Yard, Gregson y Lestrade.
En esta oportunidad, Gregson le envía una nota a Holmes solicitando su consejo sobre un reciente asesinato y, de ser posible, una visita al lugar donde se había hallado muerto a Enoch Drebber, procedente de Cleveland, Ohio, Estados Unidos.
Mientras los renombrados detectives de Scotland Yard están perdidos en el caso, sin llegar a descubrir el móvil del delito y la identidad de quien lo perpetró, Sherlock Holmes precisa tan solo tres días para resolver el enigma y capturar al criminal en su propia casa, justamente cuando Gregson y Lestrade se encuentran presentes.
Holmes escudriña los alrededores de la casa donde se encontró el cadáver, la escena del crimen, luego saca de su bolsillo una cinta de medir y una lupa. Con ese breve recorrido y los datos que derivan de sus observaciones, hallazgos y mediciones, Holmes determina que:
a) se ha cometido un asesinato;
b) el asesino es un hombre;
c) sus características: alto, joven, de cara rubicunda, largas uñas y pies pequeños;
d) calza botas toscas de puntera cuadrada y fuma cigarros de Trichinopoly;
e) ese hombre arriba a la casa deshabitada con su víctima en un coche de alquiler;
f) la muerte es producida por envenenamiento.
La investigación prosigue. Envía un telegrama, entrevista al oficial que descubrió el cuerpo, coloca un aviso en un periódico como señuelo para el probable asesino y encarga a pequeños vagabundos callejeros que encuentren a un cochero en particular.
Luego llega Gregson con su errada teoría y posteriormente Lestrade con la suya y con la noticia fresca de la muerte de su único sospechoso, Joseph Stangerson. Con
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