Feminismo siglo XX.

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Colegio María Auxiliadora de Santiago.

Departamento de Historia y Ciencias Sociales.

Electivo Historia.

FEMINISMO DURANTE EL SIGLO XX

Javiera Pérez

IVºB

INTRODUCCIÓN

Los movimientos feministas han logrado la igualdad en todos los ámbitos posibles, es una lucha que comienza desde que la mujer se da cuenta que tiene y merece los mismos derechos del sexo contrario.

DESARROLLO

Feminismo se define como un grupo heterogéneo de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que tienen como objetivo la reivindicación de los derechos femeninos, así como cuestionar la dominación y la violencia de los varones sobre las mujeres y la asignación de roles según su género. Este se suele confundir como una “guerra en contra de los hombres” o una especie  de machismo femenino, pero en realidad, es la lucha de la igualdad entre hombres y mujeres. Movimiento que busca que ni hombre ni mujeres sean discriminados por su raza, orientación sexual, opción política, etnia o identidad de género.

Al enfocarnos en la segunda fase o primera ola del movimiento feminista nos referimos a aquella que se desarrolla en las grandes potencias mundiales y parte de Latinoamérica a principios del siglo XX. Originalmente se origina en la obtención de igualdad frente al varón con respecto a la obtención territorial y la oportunidad y capacidad de obrar, así como la demanda de igualdad ante el matrimonio.

Las mujeres durante la primera guerra mundial cobran un mayor protagonismo ya que son obligadas y reclutadas a trabajar en fábricas de municiones, ampliando en gran medida el trabajo civil para sustituir a los hombres reclutados. En países como Reino Unido se observaba como el número absoluto de mujeres solteras mayores de 45 años  había crecido entre las clases medias. La "carrera del matrimonio" registraba así un cierto retroceso para muchas mujeres, no sólo como proyecto de vida, sino también como opción económica. La consciencia de su valor social alentó sus demandas del derecho de sufragio.

Gracias a sucesos como este los principales objetivos del movimiento feminista comienzan a ser el derecho de voto, la mejora de la educación, la capacitación profesional y la apertura

de nuevos horizontes laborales, la equiparación de sexos en la familia como medio de evitar la subordinación de la mujer y la doble moral sexual.

Debido a esto se desarrolla el  “sufragismo femenino”, que tenía dos objetivos particulares: el derecho al voto y los derechos educativos, ambos marcharon a la par apoyándose mutuamente. El costoso acceso a la educación tenía relación directa con los derechos políticos ya que a medida que la formación de algunas mujeres avanzaba, se hacía más difícil negar el derecho al voto. Esto comienza en países como Estados Unidos, Inglaterra y en el Estado Español. Por lo demás, las principales abanderadas del sufragismo y posteriormente del feminismo fueron británicas y estadounidenses, seguidas de escandinavas y holandesas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos y los medios de comunicación de masas se comprometieron en un doble objetivo: alejar a las mujeres de los empleos obtenidos durante el periodo bélico devolviéndolas al hogar y diversificar la producción fabril. Las mujeres debían encontrar en el papel de ama de casa un destino confortable y no salir a competir al mercado laboral. Pero la mística de la feminidad estaba produciendo graves trastornos en la población femenina sobre la que se ejercía.

“El confortable campo de concentración en el que se han metido las mujeres estadounidenses, o en el que otros las han hecho meterse, es un marco de referencia que niega la identidad humana adulta de la mujer. Al adaptarse a él, una mujer mutila su inteligencia para convertirse en un ser infantil, se aparta de la identidad individual para convertirse en un robot biológico anónimo dentro de una dócil masa”.  Lo escrito por una de las mayores exponentes del movimiento feminista del siglo XX Betty Friedan nos habla del rol  prescrito para la mujer. Rol que figura en ser buenas madres, esposas, sumisas y maquinas para hacer hijos.  No siendo participes de la sociedad como verdaderas ciudadanas, teniendo los mismos derechos, en términos políticos y de participación ciudadana, que se le pueden dar a los niños. Siendo una descripción del modelo femenino avalado por la política de los tiempos postbélicos.

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