Función Del Profesional Archivista Antiguamente
Enviado por dcvanegas • 7 de Julio de 2014 • 1.473 Palabras (6 Páginas) • 439 Visitas
LAS ASOCIACIONES DE ARCHIVISTAS EN COLOMBIA: ALGUNOS
APUNTES SOBRE SU DESARROLLO Y PROSPECTIVA
Por Carlos Alberto Zapata Cárdenas
Presidente de la Sociedad Colombiana de Archivistas
El ejercicio de la profesión de archivista o archivero en Colombia, esta ligado a la
creación en el año de 1971 de la carrera de Bibliotecología y Archivística en la
Universidad de la Salle, en cuyo programa se incluyeron varias asignaturas en el campo
archivístico, siendo el primer programa universitario para formación de archiveros
establecido en Colombia y el único conducente a título que existía en Sur América.
Para entender el desarrollo de la profesión de archivista en Colombia, es preciso
comprender una serie de aspectos propios de la evolución de una actividad que durante
muchos años estuvo relegada al último lugar en la mayoría de las organizaciones.
Durante buena parte del siglo XXI, el cargo de archivista, tanto en instituciones públicas
como privadas, no gozaba de la importancia que si tenía, por ejemplo, en los países
europeos. En general se trataba de cargos de bajo nivel en la estructura organizacional y
para los cuales no se exigían mayores requisitos de formación universitaria, e incluso en
muchas empresas solo era suficiente el poseer un diploma de bachiller para ocupar estos
cargos. De otro lado, la normatividad vigente en nuestro país en esta materia era muy
escasa, por lo que el manejo y administración de los archivos nunca fue una
preocupación de la administración.
De este panorama, se exceptuaban algunos archivos históricos, los cuales debido a la
naturaleza de sus fondos y a cierta presión de los investigadores por el adecuado manejo
de los mismos, eran administrados generalmente por historiadores. A lo anterior se
suma el hecho de que la archivística era una disciplina desconocida, al menos hasta
principios de la década de los 70 y quienes dirigían los archivos no tenían
conocimientos específicos en este campo. De igual forma, no existían espacios
académicos en este campo, lo que se reflejaba en una débil oferta de cursos de
capacitación en el área de los archivos y la documentación.
Esta situación se debía fundamentalmente a que le función archivística no era valorada
dentro de las instituciones y por lo tanto solo se quedaba en el terreno de un simple
oficio u ocupación, que aunque necesaria no gozaba de aceptación social ni laboral.
Unos años antes de la apertura del programa de Archivística de la Universidad de la
Salle, el Archivo Nacional bajo la dirección de Fray Alberto Lee López, había
comenzado a liderar un proyecto para establecer un sistema nacional de archivos en
nuestro país y había iniciado la publicación de varios materiales relacionados con los
archivos históricos.
Los anteriores antecedentes sembraron la semilla para la consolidación de un colectivo
profesional, cuyo único común denominador era su amor por los archivos y el hecho de
que compartían los mismos intereses y problemas en cuanto al manejo de los
documentos en empresas públicas y privadas. Fue así como en el año de 1973 se crea la
Asociación colombiana de Archivistas – ACAR, cuya sede principal fue establecida en
la ciudad de Medellín, conformada en su mayoría por archivistas empíricos y
autodidactas. Posteriormente se crean sucursales de ACAR (denominados capítulos) en
los departamentos de Cundinamarca, Santander, Nariño y Risaralda. La ACAR tuvo un
periodo de crecimiento importante durante las décadas de los 70 y 80; sin embargo, por
razones de estructura y algunos problemas estatutarios, los capítulos fueron perdiendo
presencia y se fueron cerrando. Para finales de la de década de los 90, solo funcionaba
la sede principal en Medellín, la cual sin embargo ya no tiene la presencia nacional de
sus primeros años. Durante estos cinco lustros, ACAR contribuyó a la consolidación de
una conciencia colectiva frente a la profesión; participó activamente en la formación de
funcionarios de archivos públicos y privados, en especial en los niveles técnicos, ya que
la Universidad de la Salle, había asumido la responsabilidad de formar los profesionales
que el país empezaba a demandar.
Con la casi desaparición de ACAR, conformada principalmente por profesionales en
disciplinas diferentes a la archivística, provenientes en su mayoría del mercado laboral,
se fue diluyendo la idea de una asociación profesional; A finales del año 2000, un grupo
de profesionales de la Universidad de la Salle, decide asumir la tarea de llenar el vacío
existente y crea la Sociedad Colombiana de Archivistas, la cual continua con la linea de
trabajo de ACAR así como algunos de sus postulados, y agregando otros, necesarios
para una nueva sociedad, en la cual os archivos cobran especial relevancia frente a las
nuevas tendencias en la gestión de la información empresarial.
Para la nueva asociación, el trabajo, si bien resulta complejo y difícil, el hecho de contar
con un Sistemas Nacional de Archivos consolidado, con más de 600 archivistas
profesionales (más del 90% egresados de la Universidad de la Salle) y un número
mayor de técnicos (egresados del SENA y del Tecnológico de Antioquia), así como la
labor
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