GIGANTES INDUSTRIA

Cornelius Vanderbilt fue un personaje fuerte y competitivo que tenía en su poder un ferri, fue llamado el “comodoro” e ideó el ferrocarril antes de la guerra civil, cuando ésta finalizó él era el hombre más rico del país, para 1866 nombra a su hijo William Vanderbilt director de operaciones del ferrocarril, pero tras la competencia ya allegada los Vanderbilt ya no eran tan fuertes como antes y el comodoro decide bloquear el único puente ferroviario hacia la ciudad de NY al cual se dirigía un ferrocarril de la competencia, éste fungía como el puerto más activo del todo el país y suministraba a todo el continente, con esto reafirma su dominio al frenar miles de dólares de mercancía sin llegar a su destino.

El competidor afectado decide vender las acciones de su ferrocarril y por órdenes de su padre William Vanderbilt las compra por completo, creando así la compañía ferroviaria más grande de los EEUU con la posesión del 40% de los ferrocarriles, pasado esto decide crear el Grand Central en NY, su mayor ambición era ser dueño del 100% de las vías ferroviarias, mas no contaba con la astucia Fisk y Gould quienes le vendieron 7 millones de acciones diluidas, Vanderbilt examinaba la forma de recuperarse y frenó un poco para analizar la situación actual, era evidente que el futuro de la industria no serían más la creación de vías o ferrocarriles sino la innovación en ellos, en los bienes que pudieran transportar.

El petróleo era un medio excelente para obtener keroseno, una fuente económica y segura para obtener luz, con esto se revolucionó la vida de las personas pues la obscuridad no era la única alternativa para pasar las noches, Vanderbilt visionó en ello la oportunidad que esperaba, pues conforme crecía la demanda en el país él sabía que para suplirla habría que adoptar una nueva forma de transporte más eficiente, sólo necesitaba contactar un proveedor, astutamente investiga y encuentra que Cleveland era portador de un océano de petróleo, así que decide instalar vías férreas y contactar al dueño de una refinería que se encontraba en problemas por gastos exorbitantes, Rockefeller, su compañía estaba al borde del quiebre y Vanderbilt imaginó que sería fácil manipularlo, por lo cual lo invita a NY, Rockefeller supo que era la oportunidad para salvar su compañía y no dudó en emprender el viaje de Cleveland, el tren que iba a transportarlo colapsó, sin embargo él había llegado tarde a la estación, por lo cual se siente tocado por Dios, piensa que vivió para ser un gran empresario, así que se dirige a Valderbilt con un destino.

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