Grandes Epidemias Atraves De La Historia
Enviado por laura1618 • 31 de Marzo de 2014 • 13.019 Palabras (53 Páginas) • 284 Visitas
El Mundo Antiguo se vio azotado por enfermedades que se extendieron velozmente con carácter epidémico o pandémico produciendo gran mortandad. Estas epidemias recibieron el nombre genérico de pestes.
Peste de Atenas
Una de las epidemias más devastadoras de la antigüedad fue la peste de Atenas que se propagó en el año 428 a.C. Narrada por Tucídides en su obra "La guerra del Peloponeso". Afirma el historiador que la peste procedía de Etiopía y que se producía en las grandes aglomeraciones de las ciudades, los grandes calores y las guerras. El relato que dejó de esta epidemia es tan rico en informaciones que merece ser conocido en el texto original, del cual entresacamos estas líneas: "en el principio del verano, los peloponesos y sus aliados invadieron el territorio da Ática. Pocos días después, sobrevino a los atenienses una terrible epidemia, la cual atacó primero la ciudad de Lemos y otros lugares. Jamás se en parte alguna azote semejante y víctimas tan numerosas; los médicos nada podian hacer, pues de principio desconocían la naturaleza de la enfermedad además fueron los primeros en tener contacto con los pacientes y morían en primer lugar. A ciencia humana se mostró incapaz; en valo se elevaban oraciones en los templos. Finalmente, tudo fue renunciado ante a fuerza de la epidemia .En general, el individuo no gozo se veía súbitamente presa de los siguientes síntomas: sentía en primer lugar violento dolor de cabeza; los ojos se volvían rojos e inflamados; la lengua y la faringe asumían aspecto sanguinolento; la respiración se tornaba irregular y el aliento fétido. Se seguían espiros y ronquidos. Poco después el dolor se localizaba en el pecho, acompañándose de tos violenta; cuando atacaba al estomago, provocaba náuseas y vómitos con regurgitación de bilis La mayor parte moria al cabo de 7 a 9 días consumidos por el fuego interior. Los pájaros y los animales carnívoros no tocaban los cadáveres a pesar de la infinidad de ellos que permanecían insepultos. Si alguno los tocaba caía muerto".
Cuenta Tucidides que de 29.000 hoplitas murieron 4.400 y de 12.000 soldados de caballería murieron 3.000. No se sabe con certeza qué peste fue, si fue peste bubónica, tifus, tifoidea, escarlatina o dos infecciones juntas. Lo que queda claro es que las consecuencias de la peste fueron desastrosas para Atenas. Una de las víctimas de la epidemia fue el gran estadista Péricles.
Peste de Agrigento
Diógenes Laercio recogió varias leyendas sobre la muerte de Empédocles, que además de filósofo y físico, fue conocido por sus habilidades como médico y sus actividades relacionadas con la magia o con el chamanismo. Una de estas leyendas decía que Empédotes se habría arrojado al fuego tras realizar una curación milagrosa siendo desde entonces adorado por sus conciudadanos como un dios: "... habiendo acometido a los selinuncios un contagio de peste por el hecho de un río cercano corrompido, de modo que no sólo morían, sino que también se les dificultaban los partos a las mujeres, discurrió Empédocles conducir a él a costa suya dos de los ríos más inmediatos, con cuya mezcla se endulzaron las aguas. Cesada la peste, y hallándose los selinuncios celebrando un banquete a las orillas del río, apareció allí Empédocles; y ellos, levantándose, lo adoraron como un dios y le ofrecieron sus votos. Así, queriendo confirmar esta opinión, se arrojó al fuego. Pero Timeo contradice esto, diciendo abiertamente cómo Empédocles se retiró al Peloponeso y ya no volvió; por cuya razón es incierta su muerte"). Lo que parece cierto es que Parece que Empédocles mandó tapiar una garganta estrecha por donde soplaba un viento cargado de "horribles efluvios" de un pantano cercano.
Peste de Siracusa
Esta plaga sobrevino en el año 396 a.C, cuando el ejército cartaginés sitió Siracusa, en Itália. La enfermedad surgió entre los soldados cartagineses, expandiéndose rápidamente entre ellos y diezmando su ejército. Se manifestó inicialmente con síntomas respiratorios, fiebre, tumefacción del cuello y dolores costales. Seguidamente aparecían disenteria y erupciones pustulosas en toda la superficie del cuerpo. Los soldados morían entre el cuarto y sexto día, con ataques de delirio y sufrimientos atroces. El Imperio Romano fue el gran beneficiario de aquella epidemia, venciendo fácilmente a sus invasores.
Peste Antonina
Así llamada por haber surgido en el siglo II d.C, cuando gobernaba Roma el emperador Marco Aurelio, de la familia de los antoninos. Causó gran devastación en la capital del imperio, extendiéndose a toda a Italia y a la Galia (Francia). Galeno describió los síntomas presentados por los enfermos de esta manera: "ardor inflamatorio en los ojos; enrojecimiento sui generis de la cavidad bucal e de la lengua; aversión a los alimentos; sed inextinguible; temperatura exterior normal, contrastando con la sensación dabrasamento interior; piel enrojecida y húmeda; tos violenta y ronca; signos de flegmasialaringobronquica; fetidez do aliento; erupciones y fístulas, diarrea, agotamiento físico; gangrenas parciales y separación espontánea de órganos; perturbaciones de las faculdades intelectuales; delirio tranquilo o furioso y muerte entre el séptimo y noveno día". Una de las víctimas de la peste Antonina fue el proprio Imperador, Marco Aurelio.
La peste del siglo III
Oriunda do Egipto, se expandió con rapidez a Grecia e Italia, devastando el Imperio Romano. San Cipriano, obispo de Cartago, dejó la siguiente descripción de la dolencia: "se iniciaba por un fuerte dolor de vientre que agotaba las fuerzas. Los enfermos se quejaban de un insoportable calor interno. Luego se declaraba angina dolorosa; vómitos se acompañaban de dolores en las entrañas; los ojos inyectados de sangre. Unos perdían la audición, y otros la vista. En Roma y en ciertas ciudades de Grecia, morían cerca de 5.000 personas por día"
Peste justiniana
Procopio describió una peste en su Historia de las guerras persas (542 d.C.). La humanidad estuvo a punto de extinguirse con aquella peste. Se originó al parecer en Egipto extendiéndose a Palestina. Como todas estas plagas llegó por mar en los barcos procedentes de Oriente. Comenzaba por una súbita fiebre no de gran intensidad y a los pocos días aparecían unas hinchazones bubónicas en las axilas, detrás de las orejas y en los
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