La historia de uno de los cuatro jugadores más grandes en el futbol mundial: Alfredo Di Stefano
Enviado por caro826 • 18 de Octubre de 2012 • Trabajo • 1.030 Palabras (5 Páginas) • 578 Visitas
La historia de uno de los cuatro jugadores más grandes en el futbol mundial.
La fiebre futbolera ha recorrido el mundo, gracias al talento y la entrega en el campo de personajes tan grandes (pero tan poco recordados muchas veces); como Alfredo Di Stefano, un símbolo que se ha configurado, como uno de los tantos motivos de coreos, alabanzas, llantos, golpes de pecho, en fin, millones y millones de emociones que en combinación, con la puesta en escena de un campo al estilo verde, con una gradería de 360 gados, ha permitido convertir en un estilo de vida el minuto a minuto, el segundo a segundo del desarrollo de cada juego. Di Stefano nació el 4 de julio de 1926, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, entre un mundo de pocos lujos y una gran pasión por el auge del momento, el futbol gaucho.
Este personaje de cabello castaño, pronunciada frente, que marcaba sus entradas y limitaba lo profundo de sus angostos ojos café, de piel relativamente clara, pero con un contundente talento que lo impulso años después al escenario del futbol mundial, creció en una familia de ascendencia italiana y durante sus primeros años de vida no se dedico propiamente al futbol, sino a la práctica de esgrima y gimnasia, que de una u otra forma lo llevaron 4 meses después a participar en el River Plate.
Su debut y gala mundial
Cuando ingresó al River Plate, ocupó la cuarta división, en donde se veía partidos amistosos entre los llamados titulares y suplentes, jugadores de segunda, de tercera, además de los de la reserva, a los cuales no se les quedaba atrás y en lo posible demostraba sus ávidas, expectantes y fuertes cualidades motrices, que lo pusieron entre ojos de los jugadores del momento, como Carrizo, Pipo Rossi, Curti y Sábatela.
Su primer partido fue el 15 de julio de 1945, en donde jugó contra el Huracán. Posteriormente jugó, 17 partidos y no marcó ningún gol, pero de una u otra forma salieron campeones de tercera y de primera. En ese entonces los entrenadores eran Prisele y Cesarini, técnicos de gran experiencia que tuvieron paso por los campos de juego europeos.
El año siguiente fue dado en préstamo, con prenda de garantía al equipo Huracán, sugerido en primera instancia por unos amigos suyos, que hacían gala en ese equipo y el llamado del técnico Ducoba. En aquel entonces, a los jugadores más reconocidos, difundidos, aclamados o los bien llamados “pibes” del momento, se les tasaban 50.000 pesos, pero de forma un tanto incomprendida, a Di Stefano se le realizó el pago de 80.000 grandes, en su tiempo decía “éramos a 2.000 por hora”… de forma jocosa, un tanto juguetona y muy claramente irónica.
En ese año, volvió a su equipo natal y en compañía de sus compañeros encabezo el campeonato, alzándose y abanderando sobre su blanqui-azul lomo la anotación de 29 tantos, en un total de 29 partidos. La táctica manejada por el River, era difícilmente contraatacada por sus rival, ya que Di Stefano siempre era el centro-atrás, por el nacimiento del sol,
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