ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Grupos Etnicos


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  8.652 Palabras (35 Páginas)  •  299 Visitas

Página 1 de 35

PURÉPECHA

Lengua indígena.

Este pueblo indígena de las regiones lacustre y montañosa, del centro de Michoacán, se llama a sí mismo P'urhépecha, y cada uno de sus integrantes es un p'urhé o p'uré que significa gente o persona; esto implica una autoafirmación como seres humanos y pueblo en general.

Desde la Conquista y hasta hace unos cuantos años, este pueblo era conocido como tarasco; sin embargo, esta denominación es externa y les fue impuesta por los conquistadores.

Ubicación.

La población p'urhépecha se concentra sobre todo en 22 municipios: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Periban, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tinguindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro; sin embargo, los hablantes de la lengua p'urhé se distribuyen en 95 de los 113 municipios del estado.

Actualmente también existen grupos purépechas que han migrado y se han establecido en otros estados de la República Mexicana como Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Distrito Federal, Colima y Baja California así como en los Estados Unidos u otros países no limítrofes como Canadá y Groenlandia

Estructura social.

Es frecuente entre los p'urhé la organización familiar extensa. Generalmente la vivienda se adecua a este tipo de organización, pues se construyen varias unidades de habitaciones que comparten un mismo patio y un mismo solar.

Regularmente la pareja va a vivir a la casa de los padres del esposo. Al interior de la familia, la herencia es repartida entre todos los hijos de manera igualitaria, aunque es usual que las mujeres vendan su parte a sus hermanos, puesto que irán a vivir a casa de los suegros.

También existen autoridades oficiales, entre quienes destacan el jefe municipal de tenencia, los jueces, el representante de bienes comunales, el consejo de vigilancia y el juez del registro civil, entre otros.

Vivienda.

Las viviendas tradicionales pueden ser de adobe o de madera. Las casas de adobe se construyen en las regiones del Lago y la Cañada y hacia Los Reyes y Tingüindín, mientras que las de madera se hacen fundamentalmente en la sierra, aunque cada vez más, ambas han sido sustituidas por construcciones con materiales modernos: tabique, tabicón, techo colado, láminas de asbesto, cartón o zinc.

La construcción generalmente es de planta cuadrada, con techo de cuatro aguas, tapanco y puertas de golpe. Además de habitación, la vivienda es utilizada como taller artesanal y bodega de productos agrícolas. Al construirse una casa nueva, se ponen anillos y aretes usados en las cuatro esquinas de las habitaciones. Al terminar la construcción, se sacrifica un chivo y se cuelga de las vigas que forman el triángulo principal de la casa. Por fuera se coloca una cruz.

La vivienda p'urhé incluye uno o dos conjuntos de casas, en la mayoría de los casos, para albergar al hijo mayor, una vez casado. Generalmente la cocina se construye aparte. También tienen un pequeño huerto familiar donde se mantienen animales domésticos, se siembran verduras, árboles frutales y plantas medicinales.

Vestimenta.

Hay dos clases de faldas, una llamada “sabanilla”, es un enredo y consiste en un lienzo rectangular de lana tejida a mano. Estas faldas sirvieron desde tiempos inmemoriales para abrigar durante la noche a toda la familia y de ahí su nombre de “sabanilla”. De día las mujeres la tablean alrededor de su cintura y la sujetan con un ceñidor del que dejan sobresalir 20 cm de tela. Por su propio peso esta orilla se voltea hacia abajo y forma el famoso rollo de las tarascas.

La otra falda, llamada “zagalejo”, es también de lana. Lleva en la parte de arriba una tira de tela de algodón en color fuerte y, en la parte inferior, una cenefa del mismo material para protegerla del roce con el suelo. Está montada en angostos pliegues sobre una pretina amarrada en la cintura. Para formar “el rollo”, se vuelve la tela hacia adentro y se ata la pretina unos 20 cm más abajo. Al ceñirse la faja, esos veinte centímetros que sobresalen se doblan hacia fuera.

El “rollo” sirve para apoyar lo que las mujeres cargan en la espalda, ya sea una criatura, una canasta o un haz de leña. Bajo la falda o el enredo, las mujeres llevan en aguas blancas de manta, que tienen 5 metros de ancho a las que les cosen en la orilla inferior una tira bordada con lana o algodón en punto de cruz, a la que llaman labrado y en color contrastante, asoma bajo la falda luciendo dibujos de grecas, flores y animales.

Las tarascas usan dos ceñidores: el primero de grueso tejido de lana en color oscuro, es el que verdaderamente sostiene la falda de suyo pesada. El otro, más fino de colores vivos en lana o algodón sirve principalmente de adorno.

Hay tres tipos de camisas: el más antiguo deriva del huipil de dos lienzos llamado huananjere, es corto de manga blanca de una sola pieza metido bajo la faja. Está bordado alrededor del cuello y en los hombros con punto de cruz o al pasado, en color rojo o azul oscuro. El segundo tipo es de manta blanca, de escote cuadrado, con una bata tejida de gancho. El tercero es el más usado. Está camisa va plegada sobre el pecho y la espalda por una jareta a lo largo del escote; se acomoda así a los diferentes tamaños de mujeres, está bordada a veces en blanco y a veces en color, sobre los hombres y alrededor del escote con un trabajo muy fino y puntadas diversas.

Las tarascas se peinan con dos trenzas entretejidas con cordones de lana. Las mujeres indígenas michoacanas se cubren con rebozos de algodón azul marino con rayas azul pálido y blancas. Los flecos están guarnecidos con motitas y re bordados con motivos de águilas y figuras humanas. Para este trabajo emplean la artisela, que da la impresión de los antiguos trabajos con plumas.

Alimentación

La alimentación sigue el ritmo de las estaciones. En tiempos de aguas serán los variados quelites más nutritivos en algunos casos que las espinacas o las acelgas. O las flores de calabaza, hijas del sol, que toman de sus colores el amarillo y el naranja al abrirse al calor de sus primeros rayos. En la zona boscosa el de la región purépecha crece un sinnúmero de hongos entre los que el conocimiento de sus habitantes clasifican más de 40 como comestibles. Frijoles, calabaza y chile, además del principal de todos ellos, el maíz, componen el innumerable almacén natural de los purépechas.

Festividades importantes

De acuerdo con datos proporcionados por un censo levantado por una institución

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (54 Kb)
Leer 34 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com