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Guerra Fria


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2013  •  2.478 Palabras (10 Páginas)  •  225 Visitas

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El intento de golpe de estado en la Unión Soviética, también conocido como el Golpe de Agosto, fue un período de tres días, entre el 19 y 21 de agosto de 1991, en el que un grupo de miembros del gobierno de la Unión Soviética depusieron brevemente al Presidente de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov e intentaron tomar el control del país. Los líderes del golpe de estado eran miembros del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) de la línea dura, que pensaron que el programa de reformas de Gorbachov había ido demasiado lejos, y que el Nuevo Tratado de la Unión que había negociado dispersaba demasiado el poder del gobierno central en favor de las repúblicas. Sin embargo, el golpe fracasó en solo tres días y Gorbachov volvió al poder. Aun así, los hechos ocurridos minaron la legitimidad del PCUS, contribuyendo al colapso de la Unión Soviética.

Índice [ocultar]

1 Contexto

2 Antecedentes

3 Papel de los Estados Unidos

4 La conspiración

5 El golpe de agosto

5.1 19 de agosto

5.2 20 de agosto

5.3 21 de agosto

6 Reacciones de Occidente

7 Consecuencias

8 Final del PCUS

8.1 Desintegración de la URSS

8.2 Inicio de las reformas radicales de la economía en Rusia

8.3 Juicio a los conspiradores

8.4 Comisión parlamentaria

9 Importancia histórica

10 Anécdotas

11 Referencias

12 Véase también

13 Enlaces externos

Contexto[editar · editar código]

Carta que muestra las últimas divisiones administraivas de las Repúblicas de la URSS (1989) antes de su caída (1991).

Desde 1985, año de su nominación al puesto de Secretario General del Partido Comunista de la URSS, Mijaíl Gorbachov había iniciado un programa ambicioso de reformas, contenido en las dos palabras Perestroika y Glásnost, respectivamente reestructuración económica y transparencia política. Esos cambios desencadenaron resistencias y la sospecha de la parte de miembros conservadores del sistema comunista. La reforma liberó también fuerzas y movimientos que Gorbachov no se esperaba. Agitaciones nacionalistas de la parte de minorías no rusas de la Unión Soviética y los temores que existían crecieron haciendo que algunas Repúblicas se separaran. Después de negociaciones, las Repúblicas aceptaron un nuevo Tratado que les hacía independientes al seno de una federación dispuesta de un presidente, de políticas exteriores y militar común. El Tratado debía ser firmado el 20 de agosto de 1991. Aunque tenía la intención de salvar la Unión, los proponentes de la línea dura temían que diese valor a algunas de las más pequeñas Repúblicas, particularmente Estonia, Lituania y Letonia, a exigir una independencia completa.

Antecedentes[editar · editar código]

Artículo principal: Nuevo Tratado de la Unión.

Desde la asunción de Mijaíl Gorbachov al poder en 1985, se había embarcado en un ambicioso programa de reformas, basado en dos conceptos, perestroika y glásnost, que significan reestructuración y apertura económica y política respectivamente. Estos movimientos encontraron resistencia y sospechas por parte de los miembros de la línea dura del sistema comunista. Las reformas liberaron algunas fuerzas y movimientos que Gorbachov no esperaba. Especialmente creció la agitación nacionalista en la parte de la Unión Soviética con minorías no-rusas, por lo que había temores que algunas o todas la repúblicas de la unión se separaran. En 1991, la URSS estaba en una grave crisis económica y política. Había escasez de casi todos los productos, y la gente tenía que guardar largas colas para comprar productos esenciales.

Estonia, Letonia, Lituania y Georgia habían declarado ya su independencia de la URSS. En enero de 1991 hubo un intento de retornar a Lituania a la URSS por la fuerza y derribar a las autoridades legítimas lituanas por parte de fuerzas locales prosoviéticas. Continuaban los conflictos étnicos armados en Nagorno Karabaj y Osetia del Sur.

Rusia declaró su soberanía el 12 de junio de 1990 y, por lo tanto, limitó la aplicación de las leyes de la URSS, en particular las leyes relativas a las finanzas y la economía en el territorio ruso. El Soviet Supremo de la RSFS de Rusia (República Soviética Federativa Socialista de Rusia) aprobó leyes que contradecían las leyes de la URSS (las autodenominadas «Leyes de Guerra»).

En toda la Unión se realizó un referéndum el 17 de marzo de 1991, boicoteado por los países bálticos, Armenia, Georgia y Moldavia, pero la mayoría de los residentes en el resto de las repúblicas expresaron su deseo de seguir en la renovada Unión Soviética. En las negociaciones que le siguieron, ocho de las nueve repúblicas (excepto Ucrania) aprobaron el Nuevo Tratado de la Unión con algunas condiciones. El Tratado haría de la Unión Soviética una federación de repúblicas independientes con una política exterior, militar y un presidente comunes. La Federación rusa, Kazajistán y Uzbekistán firmaron el tratado en Moscú de 20 de agosto de 1991.

Papel de los Estados Unidos[editar · editar código]

Christopher Andrews, en su libro Solo para los ojos del presidente, proporciona información clasificada sobre el papel crucial que tuvo los Estados Unidos en el intento de golpe de estado soviético de 1991. La mejor y de más alta clasificación de inteligencia disponible por Bush durante el golpe emanó de la Agencia de Seguridad Nacional monitorizando las comunicaciones entre Kryuchkov y Yázov en Moscú al puesto de mando militar a lo largo de la Unión Soviética. La SIGiNT mostraba el escaso apoyo militar del golpe. La mayoría de los comandantes rehusaron incluso recibir llamadas desde Moscú. Bush, se afirma, tomó la decisión sin precedentes de entregar información de inteligencia a Borís Yeltsin. Un experto en comunicaciones de la embajada de los Estados Unidos en Moscú fue asignado como ayudante de Yeltsin para asegurar las llamadas telefónicas a los líderes militares. La Agencia de Seguridad Nacional se opuso a la decisión de Bush de compartir SIGiNT con Yeltsin sobre el terreno, ya que eso comprometía la futura capacidad de monitorizar las comunicaciones militares rusas. Para el presidente Bush, sin embargo, la prioridad fundamental era la de hacer todo lo posible por derrotar el golpe. De hecho, el golpe fracasó con más rapidez de lo que se había esperado por parte de los analistas, que predijeron un rápido fracaso.

La conspiración[editar · editar código]

El 11 de diciembre de 1990, el jefe del KGB (Comité para la Seguridad del Estado, en ruso Komitet Gosudárstvennoi Bezopásnosti), Vladímir Kryuchkov, hizo una «llamada al orden» en la televisión

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