Guerrero, Victoria e Iturbide GUERRERO, VICTORIA E ITURBIDE: LA INDEPENDENCIA ARREBATADA

GUERRERO, VICTORIA E ITURBIDE: LA INDEPENDENCIA ARREBATADA

Puesto que obtuvimos nuestra independencia como nación soberana el 27 de Septiembre de 1821, se nos enseña en la historia oficial que ése fue el desenlace natural del movimiento que estalló en 1810, encabezado por el cura Hidalgo.

Numerosos criollos novohispanos no deseaban la independencia de nuestro país si ello implicaba un cambio radical como el propuesto por los insurgentes, pues los criollos se beneficiaban directamente del orden virreinal. Los miembros del ayuntamiento de la capital- encabezados por el licenciado Francisco Primo de Verdad- convencieron al virrey José de Iturrigaray de reconocer la independencia mexicana, pero tal intento separatista fue ahogado en sangre. Gabriel de Yermo dirigió un golpe de estado contra el virrey Iturrigaray (quien había aceptado virtualmente la independencia de Nueva España.

El movimiento radical de Hidalgo y sus seguidores se retrasó, en lugar de acelerar, la inevitable separación de España. Hidalgo buscaba desmantelar el opresivo orden virreinal, y sustituirlo por otro más justo y democrático.

Los diversos intentos de independencia fueron encabezados por criollos; los indios y las castas, cuando se levantaban no tenían eso en mente, sino modificar el injusto orden local que no creían cambiaria con la independencia.

Hidalgo tuvo al principio sorprendentes victorias, en Guanajuato, Valladolid y principalmente en el Monte de las Cruces. Hidalgo no era un buen estratega  militar y los oficiales que se la habían unido, como Allende y Aldama, no tenían gran experiencia militar en el oficio. Después de que Hidalgo decidió no tomar la cd. De México, tuvo que enfrentar a Calleja en Aculco, infingió una derrota a los insurgentes, siendo que eran superiores en numero a diferencia de los realistas. Más tarde, cerca de Guadalajara, en Puente de Calderón, las tropas insurgentes sufrieron un monumental descalabro a manos de Calleja.

Poco después, los primeros jefes insurrectos cayeron presos y fueron ejecutados. En el Sur, continuó José María Morelos, quien dio batalla a los realistas. Su verdadero vencedor fue Iturbide, quien en una temeraria acción derrotó al caudillo en el sur, pues sitiaron la cd. de Valladolid; Iturbide pidió permiso a su superior para salir por la noche a inspeccionar la zona con sólo 3000 hombres. Don Agustín emprendió con gran arrojo una carga contra los miles de insurgentes apostados a las afueras de la ciudad, provocando tal confusión,  que dejó combatiendo a los insurgentes, contra sí mismos, lo que causó enormes bajas al ejército. Con el triunfo de Valladolid Iturbide comenzó a verse como peligroso para el propio bando realista.

A la muerte de Morelos, el movimiento se fragmentó y se redujo. Algunos caudillos continuaron con la revolución, como Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, pero no pasaban ya de comandar algunas cuartillas dispersas, sin la menor posibilidad de enfrentar a los realistas. Hacia 1816, el fuego insurgente se encontraba sofocado, la revolución estaba en decadencia, a causa de la falta de jefes.

El español liberal Francisco Javier Mina vio en la guerra de México la forma de combatir el absolutismo de Fernando VII, deseaba convertir a los mexicanos al liberalismo, y ya hecho esto, el siguiente paso sería la independencia. Tiempo después de que se unió a los insurgentes, las 3 cuartas partes de quienes lo acompañaban desertaron, y quienes desde Inglaterra lo indujeron a participar en  el movimiento independentista no le enviaron la ayuda ofrecida. Así, Mina cayó abatido ante un pelotón de fusilamiento.

La Constitución de Cádiz resultaba sumamente amenazadora  a los ancestrales privilgios de la élite criollas y la jerarquía eclesiástica de Nva. España. El canónigo Matías Monteagudo celebró una reunión en el templo de La Profesa para plantear la oportunidad de proteger el orden virreinal. Monteagudo propuso a Iturbide nombrarlo jefe militar y político de la independencia.

Don Agustín ofreció una oferta a Vicente Guerrero, y este aceptó, pues de todas formas la causa insurgente ya estaba perdida; más valía una independencia sin reforma que nada. Después de esto, ocurrió el histórico Abrazo de Acatempan entre ellos, lo cual simbolizó prácticamente el final de la independencia.

...