HISTORIA DEL TOTONACAPAN A TRAVES DE UN MURAL
Enviado por hupesa1955 • 11 de Diciembre de 2011 • 558 Palabras (3 Páginas) • 1.067 Visitas
MURAL A LA CULTURA TOTONACA.
Esta obra escultórica es una significación de los valores histórico-culturales totonacas, vertebrados en la figura de Quetzalcoátl, la serpiente emplumada síntesis de la dualidad del mundo: reptil que se arrastra y ave que vuela; tierra y cielo.
Mide 84 metros de largo por cuatro de ancho y la técnica aplicada es el alto relieve confeccionado con cemento y varilla.
Se inicia del lado izquierdo con una réplica del dios Tajín en lo alto de una escalinata, -cuyo original se encuentra frente al monumento No. 5 de la zona arqueológica de El Tajín-, dios del trueno y de la lluvia.
En el rabo de la serpiente se presenta un feto, origen de la vida dentro de una mazorca de maíz aludiendo a los conceptos de alimento y sedentarización.
Sigue una máscara de Quetzalcoátl como dios del viento, "Ehécatl", dios de la agricultura y la fecundación.
Después, una estampa del "juego de pelota", rito practicado en el Tajín, así como por la mayoría de los pueblos prehispánicos.
Adelante, las 7 cuevas legendarias (Chicomostoc) representan a las 7 tribus nahuatlacas que poblaron parte importante de Mesoamérica.
La siguiente figura nos muestra la transformación de la piedra al golpe del cincel y del martillo, que permite al hombre construir sus monumentos y representar a sus dioses.
Se recorta en el espacio la silueta de un Guagua en posición horizontal, con su enorme penacho, danza en la que 4 ejecutantes giran en una cruceta de madera de arriba hacia abajo, con música de
flauta de carrizo y tamborcito, para agradecer las bondades de la lluvia.
Al centro, la gran pirámide de los nichos en honor al dios Tajín, deidad de la lluvia, construida en 7 cuerpos con 365 nichos en total, coincidente con los dias del año solar actual; se enmarca en 2 columnas, la de la izquierda decorada con una carita sonriente o deidad de la alegría; en la de la derecha, el rostro de una mujer totonaca de nuestros dias.
Dos papanes, pájaros abundantes en la región, coronan el santuario prehispánico, a ambos lados.
Abajo, a la derecha, 3 corazones simbolizan las 3 federaciones del inmenso señorío del Totonacapan en su época de esplendor: Tajín, Paxil (Misantla) y Zempoala. A la izquierda el sol, fuente de vida, centro del universo y deidad principal.
Sobre el lado derecho, en posición horizontal, un danzante "volador"; abajo algunos danzantes: santiagueros, negritos, moros y españoles, producto ya del mestizaje.
El altar cristiano y la ofrenda totonaca de dias de muertos, tradición arraigada en la fe católica popular.
El arte y la cultura están representados por una lira y un libro abierto y los recursos naturales
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