HISTORIA.

• Se estima que las remesas hacia los países en desarrollo alcanzaron US$372.000 millones en 2011, un incremento del 12% en comparación con el año anterior, según las cifras de la edición más reciente de Migration and Development Brief (Informe sobre migración y desarrollo) del Banco Mundial.

• Se calcula que los flujos mundiales, incluidos aquellos hacia países de ingreso mediano, fueron de US$501.000 millones en 2011.

• En 2011, los principales receptores de remesas registradas oficialmente fueron India (US$64.000 millones), China (US$62.000 millones), México (US$24.000 millones) y Filipinas (US$23.000 millones). Otros grandes destinatarios fueron Egipto, Pakistán, Bangladesh, Nigeria, Viet Nam y Líbano. No obstante, como proporción del producto interno bruto (PIB), las remesas son más cuantiosas en los países más pequeños y de ingreso más bajo: entre los mayores receptores están Tayikistán (31%), Lesoto (29%), Samoa (23%), República Kirguisa (21%), y Nepal y Tonga (20% cada uno).

• Las remesas mandadas al país de origen por los migrantes a los países en desarrollo representan tres veces el volumen de la asistencia para el desarrollo oficial y pueden tener profundas consecuencias para el desarrollo y el bienestar de las personas. Estas pueden contribuir a reducir la pobreza y aumentar el capital humano y financiero para los más desfavorecidos.

• A pesar de la actual debilidad económica mundial, se espera que los flujos de remesas continúen creciendo: se estima que las remesas mundiales ascenderán a US$615.000 millones para 2014, de los cuales US$467.000 millones serán enviados a los países en desarrollo.

• A pesar de que los costos de las remesas se han reducido drásticamente en los últimos años, estos permanecen elevados, principalmente, en África y en las pequeñas naciones donde representan una ayuda esencial para los pobres. La disminución del costo de transferencia de las remesas produce beneficios considerables para los migrantes y sus familias y para los países que las reciben en forma más amplia, ya que el flujo constante de divisa extranjera mejora la capacidad crediticia para obtener préstamos externos.

• El Banco Mundial ha realizado avances notables en el desarrollo de instrumentos de financiación para potenciar la migración y las remesas de modo de contribuir al desarrollo de las naciones. Los bonos de la diáspora pueden ser un poderoso instrumento financiero para usar los ahorros en el financiamiento de proyectos específicos del sector público y privado, así como para ayudar a mejorar el perfil de deuda del país de destino. El Banco Mundial ha establecido un Equipo de Trabajo sobre la Implementación de los Bonos de la Diáspora a fin de facilitar la entrega de asistencia técnica a los Gobiernos de los países en desarrollo. Este grupo está brindando apoyo a varias naciones.

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