HNASEL Y GRETEL
Enviado por fl97 • 3 de Marzo de 2015 • 589 Palabras (3 Páginas) • 201 Visitas
Hänsel y Gretel
Junto a un bosque muy grande vivía un pobre leñador con su mujer y dos hijos; el niño se
llamaba Hänsel, y la niña, Gretel. Apenas tenían qué comer, y en una época de carestía
que sufrió el país, llegó un momento en que el hombre ni siquiera podía ganarse el pan de
cada día. Estaba el leñador una noche en la cama, cavilando y revolviéndose, sin que las
preocupaciones le dejaran pegar el ojo; finalmente, dijo, suspirando, a su mujer:
- ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada
nos queda?
- Se me ocurre una cosa -respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los
niños a lo más espeso del bosque. Les encenderemos un fuego, les daremos un pedacito
de pan y luego los dejaremos solos para ir a nuestro trabajo. Como no sabrán encontrar el
camino de vuelta, nos libraremos de ellos.
- ¡Por Dios, mujer! -replicó el hombre-. Eso no lo hago yo. ¡Cómo voy a cargar sobre mí el
abandonar a mis hijos en el bosque! No tardarían en ser destrozados por las fieras.
- ¡No seas necio! -exclamó ella-. ¿Quieres, pues, que nos muramos de hambre los
cuatro? ¡Ya puedes ponerte a aserrar las tablas de los ataúdes! -. Y no cesó de
importunarle hasta que el hombre accedió
-. Pero me dan mucha lástima -decía.
Los dos hermanitos, a quienes el hambre mantenía siempre desvelados, oyeron lo que su
madrastra aconsejaba a su padre. Gretel, entre amargas lágrimas, dijo a Hänsel:
- ¡Ahora sí que estamos perdidos!
- No llores, Gretel -la consoló el niño-, y no te aflijas, que yo me las arreglaré para salir del
paso.
Y cuando los viejos estuvieron dormidos, levantóse, púsose la chaquetita y salió a la calle
por la puerta trasera. Brillaba una luna esplendoroso y los blancos guijarros que estaban
en el suelo delante de la casa, relucían como plata pura. Hänsel los fue recogiendo hasta
que no le cupieron más en los bolsillos. De vuelta a su cuarto, dijo a Gretel:
- Nada temas, hermanita, y duerme tranquila: Dios no nos abandonará -y se acostó de
nuevo.
A las primeras luces del día, antes aún de que saliera el sol, la mujer fue a llamar a los
niños:
- ¡Vamos, holgazanes, levantaos! Hemos de ir al bosque por leña-.
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D.R.© Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Eugenio Garza Sada 2501 Sur, Col. Tecnológico, Monterrey, N.L. México. 2010
Y dando a cada uno un pedacito de pan, les advirtió-: Ahí tenéis esto para mediodía, pero
no os lo comáis antes, pues no os daré más. Gretel se puso el pan debajo del delantal,
porque Hänsel llevaba los bolsillos llenos de piedras, y emprendieron los cuatro el
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