Herodoto. Historia
Enviado por p1234565 • 29 de Enero de 2013 • Biografía • 541 Palabras (3 Páginas) • 648 Visitas
Biografía
Nació en Halicarnaso (hoy Bodrum, Turquía), de donde estuvo exiliado hacia el 457 a.C. por conspirador contra Persia. Viajó por Asia Menor, Babilonia, Egipto y Grecia. Sobre el 447 a.C. llegó a Atenas y consigue la admiración de personajes destacados como Pericles. En el 443 a.C. se instaló en la colonia griega de Turios (Thurioi), fundada en el sur de Italia por iniciativa de aquél. Se dedicó el resto de su vida a completar su gran obra, conocida como Historias, cuyo título deriva de la palabra griega historia ('investigación', 'búsqueda'). La obra está basada en la recopilación de tradiciones orales y escritas y en la versión directa de los hechos. Los estudiosos de Historias la dividieron en nueve libros. Los primeros tratan sobre las costumbres, leyendas, historia y tradiciones de los pueblos del mundo antiguo. Los tres últimos versan sobre las guerras entre Grecia y Persia que tuvieron lugar a principios del siglo V a.C. y que son conocidos como las Guerras Médicas. La información de Heródoto procede en parte de los trabajos de sus predecesores y en parte de las observaciones que hizo durante sus extensos viajes.
Herodoto. Historia
Libro III (80-82)
80. Sosegado ya el tumulto, y pasados cinco días, los que se habían levantado contra los magos deliberaron sobre toda la situación, y dijeron discursos increíbles para algunos griegos, aunque los dijeron, no obstante. Aconsejaba Otanes que los asuntos se dejasen en manos del pueblo, y les decía así: "Es mi parecer que ya no sea más soberano de nosotros un solo hombre, pues no es agradable ni provechoso. Vosotros sabéis a qué extremo llegó la insolencia de Cambises, y también os ha cabido la insolencia del mago. ¿Cómo podría ser cosa bien concertada la monarquía, a la que les está permitido hacer lo que quiere sin rendir cuentas? En verdad, el mejor hombre, investido de este poder, saldría de sus ideas acostumbradas. Nace en él insolencia, a causa de los bienes que goza, y la envidia es innada desde un principio en el hombre. Teniendo estos dos vicios tiene toda maldad. Saciado de todo, comete muchos crímenes, ya por insolencia, ya por envidia. Y aunque un tirano no debía ser envidioso, ya que posee todos los bienes, con todo, suele observar un proceder contrario para con sus súbditos: envidia a los hombres de mérito mientras duran y viven, se complace con los ciudadanos más ruines y es el más dispuesto para acoger calumnias. Y lo más absurdo de todo: si eres parco en admirarle se ofende de que no se le celebre mucho; pero si se le celebra mucho, se ofende de que se le adule. Voy ahora a decir lo más grave: trastorna las leyes de nuestros padres, fuerza a las mujeres y mata sin formar juicio; en cambio, el gobierno del pueblo ante todo tiene el nombre más hermoso de todos; isonomía ["igualdad ante la ley"]; en segundo lugar, no hace nada de lo que hace
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