Historia De La Mineria En Bolivia
Enviado por giselemiriam • 1 de Agosto de 2014 • 3.808 Palabras (16 Páginas) • 1.024 Visitas
1.- SIGUIENDO LA TECNOLOGÍA DE GEORGIUS AGRÍCOLA (SIGLO XVI-XVIII)
Antes de entrar al tema de estudio, presentamos cronológicamente las etapas de la minería
boliviana que queremos tratar en éste y los siguientes capítulos: desde 1544 hasta 1884, época y
explotación de la plata, 340 años; de 1885 a 1985, época y explotación del estaño (se diversifica la
actividad exportándose además: plomo, zinc, antimonio, cobre, wolfram, bismu-to, plata y oro),
prácticamente, una centuria; por último, desde 1986 hasta el presente, época y explotación de los
sulfuros complejos (plata-zinc y algo de plomo, cobre y estaño) y, en menor tonelaje para otros
metales, 18 años. Por lo tanto, estamos hablando de 460 años de actividad; tiempo en el cual su
aporte a la economía del mundo y del país no deja duda. En este capítulo nos limitaremos a la
primera era de la plata durante todo el coloniaje.
El médico sajón Georg Pawer o Bauer (Georgius Agricola) se concretó a la redacción de un tratado
y después de dos décadas de trabajo envió el manuscrito que contenía 292 tallados en madera, a la
editorial en Basilea/Suiza, que lo publicó en forma póstuma en 1556 bajo el título: De re metallica
libri XII (Doce libros sobre la minería y la metalurgia).1 Como veremos en lo que sigue las
prácticas minero-metalúrgicas en Charcas y en otros lugares llevan el sello de lo que este médico
practicaba en la Europa medieval. En su obra desarrolló los principios cientí-ficos, entre otros de la
minería, geología, el tratamiento o procesamiento de los minerales, su metalurgia, etc.
Increíblemente todavía tienen vigencia en países como Bolivia, Brasil y otros (Serrano 1995: 122,
130).
1.1.- En la minería
Muy avanzadas eran las técnicas incaicas del laboreo de minas. De ser posible se trabajaban los
afloramientos a tajo abierto. Caso contrario, se hacían socavones angostos de hasta 70 metros de
longitud. Los mineros usaban los martillos, cinceles, cuñas y la barreta; fabricados de piedras,
madera dura, astas, bronce y cobre. El mineral se lo extraía empleando sacos de cuero o canastas
de caña (Bakewell 1989: 29).
Tomaremos el ejemplo de Potosí para generalizar lo referente a la explotación de los diversos
yacimientos argentíferos de la Audiencia de Charcas a lo que sucedía y practicaba en los otros
centros mineros.2 Los primeros españoles que arribaron a Potosí sabían muy poco y/o descono-cían
las técnicas de explotación; y por ello confiaron en los mineros de Porco. Consecuente-mente,
adoptaron la tecnología nativa.
1.1.1.- Un ejemplo: la explotación en el Cerro Rico de Potosí
1 Georgius Agricola nació el 24 de marzo de 1494 en Glauchau, en el valle de Zwickau (hoy RFA). En 1514 se
matriculó en la Universidad de Leipzig (hoy RFA). En la Universidad de Bolonia (hoy Italia) comenzó él a estudiar
literatura y medicina y más tarde perfeccionó sus conocimientos en Venecia y Padua. En 1526 regresó a Sajonia con
su título de Doctor en Medicina. Adquirió conocimientos en minería y en técnicas metalúrgicas. Visitó plantas de
procesamiento y de fundición. Sus conclusiones sobre dichos conocimientos los reflejó en su obra Bergmannus
(1530). Allí habló tanto de los problemas geológico mineralógicos, de las mensuras, de la economía minera, etc.,
como de las relaciones con la política, la técnica, la medicina, la filosofía, la historia y sobre los problemas sociales.
Después de padecer de una fiebre intermitente murió el 21 de noviembre de 1555 en la ciudad de Chemnitz (hoy
RFA). En: Serrano 1995: 120-122.
2 En este capítulo y en los que siguen se ha mantenido el nombre de los yacimientos tal cual fueron nombrados en los
informes, documentos y contribuciones empleadas. Lo mismo vale para los nombres de los asientos, minas, distritos,
mineros, pueblos, ciudades y países (salvo de los muy conocidos).
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Para los primeros trabajos en el famoso Cerro (hoy Bolivia), tampoco era necesaria la expe-riencia,
por la bonanza de los minerales. La explotación en los primeros años consistía en tanteos o
trabajos superficiales y a tajo o a cielo abierto, siguiendo el curso de las vetas primi-genias que
afloraban (Serrano 1998a: 122).
Esas vetas fueron así trabajadas hasta donde fue posible; y eran tan hondas que en todo un día un
natural hacía el camino de subida, cargando el mineral, en dos etapas (Ocaña 1969: 186).
La forma de trabajar de los barreteros en las labores a cielo abierto era siempre en grupos de a dos,
que se alternaban uno sujetando el barreno y el otro con el combo cogido con ambas manos
(Bertolio 1919: 85).3
La tecnología del trabajo subterráneo es tan antigua que los españoles la habían heredado de los
romanos, quienes trabajaron así las minas de mercurio en Almadén/España. Luego la trans-firieron
a Potosí y junto a las técnicas incaicas en un principio convivieron bien hasta el empleo de puntas
aceradas o barretas traídas exprofesamente, que reemplazaron a los imple-mentos nativos a lo
sumo recubiertos en la punta con bronce o cobre (Serrano 1998a: 122).
La profundidad y extensión creciente de las minas potosinas habían conducido a la generali-zación
de las labores subterráneas mediante socavones y galerías. Con ello se facilitaban la explotación, el
transporte, el drenaje y la ventilación.
Para la extracción de los minerales y rocas duras se utilizaba los barrenos, herramienta que
antiguamente en España se llamaba punterola. No obstante, hacían la roca menos resistente
sometiéndola alternativamente a la acción del fuego y del agua. El avance mediante esta técnica
era lento. En las labores subterráneas con los barrenos se hacían unos agujeros cilíndricos de
menos de un metro de profundidad y de 2.5 a 3.5 centímetros de diámetro, golpeándolos con los
combos. Para abrirlos se empleaba un surtido de ellos, variando su longitud; eso sí, todos
coronados en uno de sus extremos por una forma de cuchilla. Hacer un barreno de unos 80
centímetros costaba una jornada de trabajo (Bertolio 1919: 84).
En 1556 fue iniciado el primer socavón, obra del florentino Benino, dirigido a la veta Rica;
terminándose 29 años más tarde. Tuvo 209 metros de longitud y 2.4 metros cuadrados de sección.
Para su construcción se empleó la técnica de adozado de fuego para romper por dilatación
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