Historia De Mis Putas Tristes

La historia empieza narrando que una persona cumple 90 años y piensa que debería pasarlos bien y con una mujer virgen para quitarle su virtud, llama a una conocida de el Rosa Cabarcas dueña de un burdel que la persona le gusta ir mucho desde ya hace muchos años, para hacerle el pedido de una mujer virgen con la que le gustaría pasar el día de su cumpleaños, pero Rosa dudo mucho de poder conseguir a una mujer así pero prometió hacer un esfuerzo para encontrarla. El hombre era un señor mayor que trabajaba como columnista para El diario de la paz, todos los viernes el entregaba su producción, para que el día domingo pudiese ser publicada, este señor acostumbraba mucho estar con 3 diferentes mujeres en la semana acostándose con ellas y tuvo una relación estable con una mujer llamada Damiana. El seguía esperando una respuesta de su conocida Rosa Carbacas, ella por fin después de un buen rato le llamo diciéndole que consiguió esa mujer con la quien podría pasar la noche de su cumpleaños, solo que había un problema, que era una tan solo una niña de 14 años, pero a él no le importo. El se vistió de forma elegante, paro y se fue a un pueblo de ahí camino hasta el burdel de Rosa. Cuando entro al burdel Rosa le dijo que la joven estaba un poco mareada debido a la bebida que le dio, el entro y entro a la niña completamente desnuda entonces el entro al baño y de igual forma se desnudo, el se quedó dormido y al día siguiente le pago a la niña aunque no haya obtenido lo que quiso. Un día mientras este señor caminaba, entró en una puerta equivocada y se llevo la sorpresa de encontrar a Ximena Ortíz con pocas prendas, esto causó un chisme en el pueblo, por que rumoreaban falsas verdades, como que ellos dos estaban locos de amor. Nunca sintió verdadero amor por esta mujer, pero si una mala tentación. Él le pidió que se casaran, dos meses después el día de la boda sintió que no lo podría hacer, no se casaría con Ximena. Este día tenía retraso, le timbraban al teléfono, le tocaban la puerta, no respondió de ningún modo. Ximena se fue del país. No volvió a saber nada de ella hasta 20 años después. El trabajo en el periódico fue muy difícil sostenerlo gracias al escándalo que causó. Al regresar a casa vio que le dejó una carta que decía: “Le deseo que llegue a los cien”. Con algún dolor en el corazón continuó escribiendo la carta que había empezado el día anterior, en esta carta dice que renuncia, por eso al llevarla no quería encontrarse con nadie, solo entregársela al portero. Cuando llegó se encontró con todos los del periódico y hasta de otros para celebrarle el cumpleaños. Durante la fiesta le pidieron la nota, dijo que no la hizo. Pero después la entregó y se largó. Al llegar a casa lo llamo Rosa Cabarcas a comentarle lo sucedido con la niña. Fue una corta discusión. Lo llamaron del periódico para que fuera, le aclararon que su última carta fue muy buena y le pidieron que no renunciara. Tiempo después, estaba sentado en la sala de su casa con el gato que le regalaron en su cumpleaños, llamó a Rosa Cabarcas pidiéndole a la niña; le dijo que a las diez en su casa. No sabía como se llamaba la niña, Rosa nunca se lo dijo, así que quiso adivinarlo, y llegó a la conclusión de que este era largo. Estaba con ella en la cama, sudaba por montones, el secaba con su toalla, mientras le cantaba la canción de Delgadina, al parecer cuando se la cantaba se exaltaba, era ella Delgadina. Esta persona tubo un cambió en la forma de escribir sus cartas para

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