Historia Del Vigia
Enviado por ambarross • 17 de Marzo de 2014 • 2.366 Palabras (10 Páginas) • 362 Visitas
HISTORIA DE EL VIGÍA
El Vigía, capital del Municipio Alberto Adriani está situado en el Estado Mérida, en el punto en que el Río Chama, que desciende de los Andes, penetra en la llanura del Sur del Lago de Maracaibo. Por su posición geográfica El Vigía puede ser definido como una ciudad de contacto, que se encuentra al borde de la carretera Panamericana, vía que es nervio central de la zona.
Esta la ciudad a una altura de 130 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura de unos 27°C, y una precipitación media que se sitúa entre los 1.660 a 1.800 mts sobre el nivel del mar.
Era costumbre de los conquistadores el que para pacificar y fundar pueblos había que seguir el curso de los ríos, ya que en sus riberas encontraban cuantos medios de subsistencias necesitaban para llevar a cabo su obra. También solían servirse de Valles y Mesetas en el primero de los casos por su fertilidad y en el segundo por la seguridad.
En una de estas andanzas y discurriendo aguas abajo por el río Chama, vinieron a toparse con unas tribus de nominadas Chiguaraes, Mocotíes, Taba Yánez y otra que dieron en llamarles Bailadores, tribus estas que dieron mucho que hacer al capitán García Varela, y que en premio a su labor, una vez conquistados los Guaruríes, (año 1.635)se le conceden a dicho Capitán dos estancias de ganado mayor en tierras que pertenecían a estos últimos. Estas concesiones las hizo el Presidente del Nuevo Reino Don Juan de Borja, y comprendían de una a otra banda del río Chama y también en la quebrada de Onia.
Mucho debieron progresar estas haciendas por cuanto para no perder sus cosechas, en el año 1.793, el río Chama mereció ser tomado en consideración pues el 25 de Septiembre de este mismo año se decreta una exploración, dirigida por Fray Eduardo de la Victoria, prefecto de las Misiones de la provincia en el río Chama hacia la desembocadura en el Lago, con el fin de hacerlo navegable. Al recibirse los papeles del caso, dispuso el gobernador lo siguiente: Compulsado testimonio de este expediente se remitirá con orden de este gobierno al Cabildo de Justicia y Regimiento de la Ciudad de Mérida, a fin de que persuadido de Las ventajas que pueda traer comercio y agricultura de aquella jurisdicción la navegación y el trafico del río Chama, resuelva, acuerde y proponga las medias y arbitrarios que estime menos gravosas a sus habitantes”.
Paso el tiempo, la obra no se realizo pero como la importancia de La zona lo merecía, se recurrió a otros medios de comunicación.
El Vigía no nació del sometimiento del indígena al conquistador. Las condiciones ambientales de estas tierras impidieron que durante los tres primeros siglos que siguieron al descubrimiento se colonizara, e hicieron esfuerzos serios de colonización que condujeran a la fijación de núcleos importantes de población. Aquí la naturaleza de la región parecía invitar a los hombres a una vida enante. Eran unas tierras salvajes, peligrosas para los conquistadores. Es por eso, que estas quedaron abandonadas al refugiarse el español en la montaña que le ofrece un clima más benigno y mejores posibilidades para la fundación de poblados.
Mientras a lo largo de la Cordillera y en la Costas del Lago fueron formándose y erigiéndose aldeas y caseríos, la extensa región de tierra llana situada más allá del pie de monte andino, fue dejada intacta, quedando estas tierras, sin recibir la acción creadora del hombre en sus condiciones naturales.
“Si en otras partes del país la colonización de las regiones bajas comenzó en las primeras décadas del siglo XVII, en nuestro caso fue sólo cuando hubo terminado la guerra de independencia, el momento en que el hombre inició, impelido por sus cada vez mayores exigencias, el aprovechamiento de la tierra calurosa”.
El Vigía a las tierras del Sur del Lago, hasta la población de Santa Bárbara, situada a las márgenes del Río Escalante. La vía vendría a suplir los antiguos caminos y fluviales de la región hasta el interior de las montanas.
Es así como va a nacer el Vigía, como un simple terminal de un ferrocarril. Nace como una aldea, cuando se comienza la construcción de la vía férrea en los años de 1.887, con la llegada de los campamentos de las cuadrillas de obreros que desde Santa Bárbara venían peleando con la selva para tender los rieles por donde pasaría el ferrocarril.
Pero. “La selva se resiste al empuje del hombre. La humedad de los vientos que bajan de la cordillera, o suben desde el Lago, enardece sus potencias primitivas. El potrero siente en el rastrojo la invasión de un cuerpo extraño que reclama privilegios de terrenos….
El ojo del hombre debe agudizarse como el de los rastreadores en las pampas infinitas para descubrir en el brote inocente la huella de la selva. Pero no ceja la marcha del hombre”.
En 1892, se inaugura el Ferrocarril, pero las fluctuosas aguas del Chama, cortan la red entre los Kilómetros 52 y 53, y a medida que el río seguía su devastadora obra, la línea queda reducida a 3 Kilómetros; o sea, hasta la estación del Castillo. Como lo comprueba el Acta que publicamos a continuación dice así: “El 28 del mes próximo pasado llego un tren hasta El Vigía, término del Kilómetro Sesenta”.
Aunque no ha sido oficialmente abierta la Línea al Tráfico, están funcionando los trenes desde aquella fecha con regularidad, removidos como han sido los obstáculos presentados por la inundación del Chama”. “Acta extendida en la Estación de El Vigía, por Los abajo firmantes, Autoridades, Comerciantes y Vecinos del Dtto. Tovar, Santa Cruz, Mocotíes, La Tala (Edo. de los Andes) Los Cañitos y Santa Bárbara (Edo. Zulia) por lo que consta que esta fecha, veinte y ocho de Julio de Mil Ochocientos Noventa y Dos, un tren compuesto de una locomotora, un carro mixto de pasajeros, un carro de equipajes y un carro de altos bordes salidos de Santa Bárbara con parada en la Estación de Los Cañitos, llego a la Estación de El Vigía a las 2 p.m. dejando con este viaje la Línea Abierta, para el trafico entre la estación inicial de Santa Bárbara y el Terminal de El Vigía en el Km. Sesenta”.
Hecho en Los Cañitos, el día 28 de Julio de 1.892. José M. Méndez Jefe Civil del Dtto. Tovar, J. A. Lo Mónaco, Heliodoro Codina, Stad Consalvi, Baldomero Barrios, Rosario Osuma, Coronel Francisco Paredes (Comisionado del Gobierno de Mérida) Arcadio Paz, Camilo Aranguren, Santos Tabablia, Francisco J. Pulgar, Santiago de José del Carmen Quintero, Enrique J. Méndez, Pasencio Duran, C. Rodríguez, Enrique Urdaneta, Gabriel Ramírez, Juan P. Duran, Víctor M., Lisímaco
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