Historia Latinoamericana

"Periodista cardinal y siempre dispuesto a desafiar las modas políticas del momento con inteligencia y humor, Andrés Oppenheimer demuestra en estos capítulos de su libro que mejorar sustancialmente la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación no es tarea imposible. Pero sí tremendamente necesaria. La razón es simple: el XXI será el siglo de la economía del conocimiento. Contrariamente a lo que pregonan presidentes y líderes populistas latinoamericanos, los países que avanzan no son los que venden materias primas ni productos manufacturados básicos, sino los que producen bienes y servicios de mayor valor agregado. ¡Basta de historias! es un agudo viaje periodístico alrededor del mundo, que aporta ideas útiles para trabajar en la principal asignatura pendiente de nuestros países y la única que nos podrá sacar de la mediocridad económica e intelectual en la que vivimos: la educación. "Este libro sale a la luz en momentos en que buena parte de Latinoamérica está festejando el bicentenario de su independencia. La obsesión con el pasado es un fenómeno característico de la región. Curiosamente, no ocurre lo mismo en China, India y otros países asiáticos y de Europa del Este, a pesar de que muchos de ellos tienen historias milenarias. Entonces ¿Qué debemos hacer y qué pasos debemos seguir para salir del problema que nos involucra a la gran mayoría de los latinoamericanos?

El capitulo “hay que mirar para adelante” hace referencia que prácticamente todos los países de Latinoamérica no tenemos un buen desarrollo gracias a que no miramos mas allá y estamos estancados con el pasado, esto hasta cierto punto puede generar un retroceso en vez de que sea positivo.

Uno de los factores más importantes, el principal, es la educación. La calidad de la educación no ha generado un importante avance en los países latinoamericanos, mientras que en los países más desarrollados como China, India, entre otros, entendieron que una buena educación es la clave para tener un buen crecimiento en el futuro, si bien es cierto que nuestro pasado es importante y que forma parte de nuestra cultura, pero no podemos vivir y seguir analizando lo del pasado mientras que hay un montón de problemas sociales y económicos por resolver.

Los países latinoamericanos están demasiado inmersos en una revisión constante de su historia, que los distrae de lo que debería ser su principal prioridad: mejorar sus sistemas educativos. Sin poblaciones con altos niveles de educación, la región no podrá competir con la nueva era de la economía del conocimiento, donde los productos de alta tecnología se cotizan mucho más en los mercados mundiales que las materias primas o las manufacturas con poco valor agregado.

La constante búsqueda de ideas para mejorar la calidad de la educación en los países de Latinoamérica, llevo al escritor a desarrollas diversos viajes a países que tienen en común haberse destacado por el avance en la educación, la vivencia y la tecnología, como China, la India, Singapur, Finlandia, Suecia, Israel; países que han logrado mejorar sus niveles educativos y reducido dramáticamente la pobreza.

Casos como el de la India y China son algunos de los ejemplares que se pretenden seguir o imitar para lograr fines similares. La India a primera vista da la impresión de un país increíblemente pobre.

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