Historia Y Educación En México Desde 1946
Enviado por pacofco • 3 de Diciembre de 2014 • 6.044 Palabras (25 Páginas) • 203 Visitas
INTRODUCCIÓN
El documento final de la asignatura primeramente señala los movimientos sociales que dieron pie a diferentes cambios en la vida social y política del país.
Hace énfasis en la Educación desde de la Constitución de 1857 y después del movimiento armado conocido como la Revolución Mexicana, cabe señalar que el país pasaba por situaciones de desconcierto a nivel local y en el contexto internacional se empezaba a reconocer a algunos gobiernos mexicanos, por otro lado existía el interés de países extranjeros de dominar nuevamente el país puesto que los conflictos entre conservadores y liberales cada vez se daban con mayor frecuencia.
Desde esta época se empezaron a diseñar leyes que pretendían separar a la Iglesia de las funciones educativas que el gobierno desatendía, lo que generó otras rebeliones con dirigentes y creyentes católicos.
En un segundo apartado aparecen los datos relevantes de cada presidente nacional, pasando por la imposición, la rebelión, la sublevación, etc. para lograr estar en el Poder.
La organización del país se empezó a gestar a partir de concepciones idealistas y reformas a las leyes según la conveniencia de quién estaba al mando.
Los períodos de gobierno en los presidentes nacionales eran inciertos, pues bien alguien llegaba al poder y solo ejercer su cargo para alguna parte del país sin saber siquiera el período en el que permanecería en esta posición.
La Revolución de Ayutla
Al triunfo de la Revolución de Ayutla, la nueva generación de dirigentes llevaría al país por una radical reforma para salir del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma comprendía a la escuela, que según Juárez ejercía una importante influencia en la moral y los ideales sociales.
El Art. Tercero de la Constitución de 1857 es bastante escueto pues solo se concreta a afirmar que “la enseñanza es libre, la ley determinará que profesiones necesitan título para su ejercicio y, Juárez encarga al Dr. Gabino Barreda redactar la Ley de Instrucción Pública en la que se contempla la instrucción primaria “gratuita para los pobres y obligatoria en los términos que expondrá el reglamento”. Barreda se encarga de organizar la escuela preparatoria de acuerdo a principios positivistas.
La obra de Barreda es importante en varios sentidos: primero interpreta la historia de México desde el punto de vista positivista, para después reconocer en los liberales los salvadores de la nación y por lo tanto las fuerzas positivas que harían posible el triunfo de su filosofía. La escuela según el positivismo permitiría alcanzar “libertad, orden y progreso”, y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación.
En 1857 en México, las principales instituciones de educación media y media superior como los Colegios mayores de San Pedro y San Pablo, y el de San Ildefonso, estaban en manos del Clero, en el cuál prevalecía una instrucción de tipo dogmática. Con el establecimiento de la República y la Institución de la nueva Constitución de 1857 Gabino Barreda elaboró su proyecto educativo basándose en la corriente positivista del francés Augusto Comte, que anteponía el dogmatismo, el razonamiento y la experimentación. En este contexto, el 2 de diciembre de 1867, el Presidente Juárez expidió la "Ley Orgánica de Instrucción Pública en el Distrito Federal", en el cual se establecía la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria; los estudios que se impartirían serían los correspondientes para poder ingresar a las Escuelas de Altos Estudios.
El 3 de febrero de 1868, se inauguró el primer ciclo escolar de la Escuela Nacional Preparatoria con una matrícula de novecientos alumnos, doscientos de los cuales eran internos en las instalaciones del Antiguo Colegio de San Ildefonso, misma que se ocupó como escuela hasta 1982.
Uno de los oradores fue Justo Sierra, quien concluyó su alocución con las siguientes palabras: "Tu espíritu aquí queda, mientras la Escuela Nacional Preparatoria viva, --y vivirá—lo juramos en esta hora solemne. No llegará a apagarse la lámpara que hoy encendemos en tu tumba".
El crecimiento educativo del México independiente hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras constantes del país. De los pocos datos estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo de los liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano, los esfuerzos educativos se incrementaron.
En estos cuatro años se duplicó el número de escuelas, aun cuando el incremento era mínimo ante lo ingente del problema educativo. Según datos proporcionados por Barreda solo asistían a la escuela 349,000 niños de un total de 1, 800,000.
El 10 de marzo de 1881 fallece el Dr. Gabino Barreda, sin ningún reconocimiento de las autoridades gubernamentales del país. Académicos, alumnos e intelectuales le rinden un impresionante homenaje póstumo al fundador, defensor, director y profesor de la Escuela Nacional Preparatoria.
En marzo de 1890, se clausuran las cesiones del "Primer Congreso Nacional de Instrucción Pública", convocado por el Presidente Díaz, en el cual se trataron asuntos relacionados con la enseñanza primaria y preparatoria.
En el gobierno Porfirista vendrían los adelantos educativos mediante los congresos nacionales de educación y la presencia de importantes pedagogos que sentaron las bases de la educación moderna de México: Enrique Laubscher, Carlos A. Carrillo, Enrique C. Rebsamen, Don Justo Sierra y otros. Estos educadores determinarían el rumbo de la educación nacional de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Durante el Porfiriato asistimos a una educación elitista y de alta calidad y en donde la educación superior generalmente se realizaba en el extranjero, pues sería hasta 1910 cuando Porfirio Díaz, para conmemorar el Centenario de la Independencia, y por iniciativa de Don Justo Sierra, se reabre la Universidad Nacional.
La Educación después de la Revolución
Después del movimiento revolucionario de 1910, en la Constitución de 1917 se redactó el artículo 3° inspirado en los principios de justicia social al consagrar la educación gratuita, obligatoria y laica, para que todo niño mexicano tuviera acceso a ella. Estos principios establecidos en la nueva Constitución era necesario que los pusieran en práctica y va a ser el gobierno del Gral. Álvaro Obregón cuando el país entra en la etapa constructiva y la educación recibe el impulso
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