Historia de la caminata o marcha atlética
Enviado por cesar98fr • 6 de Agosto de 2014 • Informe • 1.375 Palabras (6 Páginas) • 917 Visitas
Historia de la caminata o marcha atlética I.
La palabra marcha define una de las actividades humanas más primitivas: el movimiento o desplazamiento a pie. Pero en la marcha atlética los competidores están sometidos inevitablemente al impulso de correr, especialmente cuando las distancias que se deben recorrer son cortas. Para prevenir esta tentación, el reglamento indica que la marcha es: "La progresión de pasos dados de tal manera que nunca se pierda el contacto con el suelo. Al dar cada paso, el pie que avanza debe estar en contacto con el suelo antes de que el pie de atrás se levante de éste".
También se establece que la pierna de apoyo debe estar extendida –es decir, no curvada o doblada por la rodilla- al menos durante un momento cuando está en posición vertical. Pues bien, la historia del deporte nos dice que la frontera entre andar y correr es, en mejor de los casos, mínima.
Esto explica por qué la marcha, junto con un gran número de adeptos y defensores, ha tenido por otra parte un gran número de detractores, gente que dice: "sólo un atleta que no ha tenido grandes resultados como corredor puede encontrar consuelo en la marcha". Pero unos y otros coinciden al menos en un punto: la marcha atlética adquiere toda su nobleza de las pruebas de fondo.
Las pruebas de marcha aparecieron por primera vez en el programa olímpico de los Juegos, no reconocidos, de Atenas en 1906. El debut se caracterizó por marcadas diferencias de opinión acerca de los diversos estilos de cómo marchar. En aquella ocasión se disputaron las pruebas de 1,500 y 3,000 metros, en días consecutivos. La primera, obviamente demasiado corta y por lo tanto expuesta a un examen de marcha correcta, dio lugar a una acerba controversia cuando los dos primeros lugares, el británico Richard Wilkinson y el austriaco Eugen Spiegler, fueron descalificados y el tercero, el estadounidense George Bonhag, estuvo cerca de correr la misma suerte; dos de los cuatro jueces no estuvieron de acuerdo con su estilo, pero el príncipe Jorge de Grecia, presidente del jurado, dio el voto decisivo a favor de Banhag.
La prueba de los 3,000 metros fue ganada por el húngaro György Sztantics. También en este caso, Wilkinson y Spiegler habían terminado en primero y segundo lugar, respectivamente, pero fueron descalificados exactamente igual que en los 1,500 que disputaron un día antes.
En los Juegos Olímpicos de Londres 1908, la Gran Bretaña contó con un extraordinario doble campeón, Goerge Larnner, un policía de Birbthon de 33 años de edad, quien se impuso a todos sus rivales en los 3,500 metros y 10 millas. El campeón olímpico era por fin un atleta de brillante trayectoria y poseedor de récords en varias distancias.
En los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912 sólo se disputó una prueba de marcha, la de 10,000 metros. Los severos y atentos jueces sólo permitieron que cuatro participantes terminaran la prueba. El vencedor fue el canadiense James Goulding, con 46:28.4, seguido por el británico Ernest Webb y el italiano Fernando Altimani, de 19 años de edad, quien se aficionó a la marcha en sus horas libres que tenía al concluir la jornada laboral en una imprenta. En 1913, en Milán, recorrió 13,403 metros en una hora tras registrar 44:34.2 al pasar por los 10,000 metros, pero estas marcas no fueron homologadas como récords del mundo debido a que no había el número suficiente de cronometradores. Una herida que sufrió en la I Guerra Mundial le impidió participar en los Juegos de Amberes 1920, para entonces Italia ya contaba con una nueva figura, Ugo Frigerio, quien nació en Milán el 16 de septiembre de 1001. Frigerio hizo una sensacional presentación al arrasar en las dos pruebas que se llevaron a cabo, los 10,000 metros con tiempo de 48:06.1 y los 3,000, que ganó en 13:14.1.
El mejor registro en los 20,000 metros, vigente a partir de 1920, estaba en poder del danés Niels Pedersen. La celebración de las competencias de marcha fueron realmente difíciles en el periodo de 1921-1940, a causa de la diversidad en los estilos de la marcha. Para
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