Hitos Económicos, Políticos Y Sociales Chile 1914-1929
Enviado por viejita • 2 de Junio de 2014 • 2.569 Palabras (11 Páginas) • 705 Visitas
HITOS ECONÓMICOS, POLÍTICOS Y SOCIALES DE CHILE 1914 Y 1929
ECONÓMÍA
La Primera Guerra Mundial afectó a la economía chilena en forma muy peculiar, pues al mismo tiempo que permitió mantener relativamente el nivel de exportaciones (excepto durante los primeros meses), impuso una brusca reducción en el volumen de las importaciones. De esta forma, se generaron los mayores excedentes de balanza comercial que el país haya conocido. Como el salitre era un importante insumo para la industria de explosivos, el inicio de las hostilidades en los Balcanes se tradujo en un incremento inmediato de la demanda internacional de este mineral, del cual Chile era el único productor.
Así, en 1916, se llego a exportar un volumen record de 3 millones de toneladas, mientras que el comercio de importación caía en más de la mitad tanto en valor como en cantidad. Esta reducción fue particularmente notable en los insumos manufactureros, en particular de capital y, así, las importaciones de productos metódicos, maquinaria y material de transporte, se redujeron a menos de la cuarta parte de los niveles alcanzados en lo años anteriores a la guerra. Este desequilibrio en el sector externo tuvo fuertes repercusiones en la economía local, pues mientras las actividades exportadoras permitían que los niveles de demanda agregada interna se mantuvieran en forma relativa, la fuerte reducción de las importaciones forzó a que dicha demanda se orientara hacia el mercado interno.
La capacidad de respuesta de las actividades manufactureras locales a este entre 1915 y 1917 la Compañía Industrial aumentó la producción de aceites industriales en un 70 por ciento, la Compañía de Tejidos elevó fuertemente sus ventas; la Fabrica Nacional de Envases llevo a cabo un importante programa de expansión; la Fundición Las Rosas produjo una serie de maquinarias que previamente habían sido importadas, especialmente convertidores para la “Gran Minería” del cobre; otras fundiciones fabricaron mezcladores de cemento y maquinarias para curtiembres que antes también se importaban. Las estadísticas de empleo manufacturero también muestran una fuerte expansión. A su vez, una parte importante de la capacidad de respuesta de la oferta manufacturera local al incremento de la demanda resultante de la guerra se debido al hecho ya mencionado de que en los años inmediatamente precedentes a ella se habían creado algunos importantes establecimientos industriales. Otros fueron creados durante la guerra, como la fábrica de papel Ebbinghaus, Haensel & Co. (1914), que posteriormente se transformaría en la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, y como la Compañía Electro metalúrgica ELECMETAL (1917), productora de acero y de varios otros tipos de productos metálicos, maquinarias y material de transporte. Las estadísticas de inversiones hechas durante la primera década de este siglo apuntan en la misma dirección. Sin embargo, la bonanza que la Primera Guerra Mundial trajo a las actividades exportadoras y manufactureras chilenas termino bruscamente con el fin del conflicto. Con la firma del armisticio, y junto con la inminencia de la apertura de la Conferencia de Paz en Paris, la demanda de la industria de explosivos por salitre cayo bruscamente y al mismo tiempo los requerimientos de este producto para fertilizantes siguieron muy deprimidos. Junto con ello, el aumento de la oferta de sulfato de amonio y el rápido desarrollo de la industria de salitre sintético marcaron la decadencia definitiva de la industria de salitre local.
Este impacto se sintió inmediatamente y su efecto fue desastroso: en 1919 las exportaciones de salitre alcanzaron solo a la cuarta parte, en volumen, y a la quinta de su valor real con respecto al año anterior. Más aún, los términos del intercambio se redujeron en un 38 por ciento entre 1917 y 1919. Como las exportaciones representaban alrededor de un 30 por ciento del Producto Nacional Bruto, un deterioro de los términos del intercambio de esta magnitud representa una pérdida de ingreso real de aproximadamente un 11 por ciento (suponiendo que el producto físico no cambia).
Desde 1916 hasta 1929 la política económica se caracteriza por el incremento sistemático de las tarifas y por otras restricciones Al comercio exterior. Además, la economía internacional experimento un enorme grado de inestabilidad. Más aún, con el desarrollo de la industria de salitre sintético en el año se sello, definitivamente, el destino del principal producto de exportación del país.
Es decir, cualquiera que sea la tasa de crecimiento de este período y los beneficios potenciales de una liberalización del comercio exterior, puede caber poca duda que los años menos adecuados de la historia económica chilena para servir de ejemplo de libre comercio y, a su vez, de oportunidades “positivas” creadas por la economía mundial, Sean precisamente aquellos inmediatamente anteriores a 1929.
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, Chile era uno de los países de América Latina de mayor desarrollo relativo. Su ingreso per cápita se aproximaba a los US$ 1.000 (en moneda de 1980), sus exportaciones per cápita llegaban a US$ 335 (monto que, con la excepción de 1929, no fue superado sino hasta la década de 1990, con un valor de retorno aproximado de US$ 250); el 40% de su población vivía en áreas urbanas (aglomeraciones de más de dos mil habitantes) y el 16% de su población económicamente activa trabajaba en algún tipo de actividad manufacturera. Los empleados en establecimientos con más de cinco operarios abastecían casi la mitad de la oferta interna de manufacturas, con un valor de producción equivalente a US$ 168 per cápita, 1,7 veces superior al correspondiente al valor promedio de la producción industrial en países que inician dicho proceso. Ello se había plasmado en los primeros años del siglo en la creación de un importante número de empresas industriales de gran tamaño.
Sin embargo, a pesar de los indicadores señalados, el crecimiento económico del período se encontraba cruzado por contradicciones y generaba desigualdades regionales y en la distribución del ingreso, a la vez que estaba caracterizado por problemas como el subempleo y el desempleo, por un desempeño cíclico y contribuía a la concentración de la riqueza. En otras palabras, el desarrollo capitalista en Chile se caracterizaba no solo por sus componentes progresivos, sino también por un carácter contradictorio.
El desarrollo capitalista de esa etapa fue una función de la economía exportadora, con el "motor del crecimiento" en la industria salitrera. Con anterioridad a la Primera Guerra Mundial, las exportaciones de salitre habían alcanzado un nivel per cápita de US$ 263, representando el 80% del valor de las
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