Hobsbawm Capitulo V, Historia del Siglo XX
Enviado por Matías Ribar • 13 de Agosto de 2016 • Apuntes • 1.525 Palabras (7 Páginas) • 711 Visitas
Capítulo V: CONTRA EL ENEMIGO COMÚN, de Eric Hobsbawm.
Tanto Estados unidos y Rusia veían a Alemania un peligro más grave del que cada uno veía en el otro país, esta alianza se dio por el ascenso y la caída de Hitler (1933-1945). La unión se dio como consecuencia de que Alemania era una potencia fascista. La política de Occidente había de interpretarse como una guerra civil ideológica internacional. Casi todos los países occidentales participaron de la Segunda Guerra Mundial, y en muchos de ellos hubo guerras civiles entre bandos pro y anti-fascistas. El ascenso de Hitler provocó esas divisiones civiles en una única guerra mundial, civil e internacional al mismo tiempo. La guerra se acercaba gracias al avance del fascismo. La debilidad de las democracias liberales (triunfantes en la Primera Guerra), fue clave para desencadenar el conflicto. El apoyo contra el fascismo tuvo un triple llamamiento: la unión de todas las fuerzas políticas para oponerse al avance del Eje, a una política real de asistencia y a unos gobiernos dispuestos a practicar esa política. Las fuerzas unidas de los trabajadores (Frente Unido), y los demócratas liberales (El Frente popular), hicieron una alianza política y electoral. Ante el peligro alemán, los comunistas querían un frente nacional de todas las ideologías que consideraban peligroso los movimientos totalitarios. La unión del centro y la izquierda estableció Frentes Populares tanto en Francia como en España, y lograron rechazar la ofensiva de la derecha. Las fuerzas antifascistas, sin embargo, no se unieron a ellos. En la década de 1930 no se intentaba “mirar” a la izquierda, tanto en la Europa oriental y suroriental donde había elecciones, la derecha avanzó considerablemente.
El antifascismo aglutino a los enemigos más acérrimos de la derecha, pero no pudo aumentar su número, pudo captar a las minorías más fácilmente que a las mayorías. Los intelectuales y los artistas, fueron los que se adhirieron más fácilmente al antifascismo. Miles de judíos e izquierdistas se escaparon de Alemania, perseguidos por el régimen nazi. Alemania crecía económicamente.
Si bien el fascismo tenía muchos enemigos, en cada país se lo combatía de diferentes maneras. Muchos conservadores consideraban que la mejor solución sería una guerra germano-soviética, que serviría para debilitar, y tal vez, destruir, a los dos enemigos. Pero Rusia no estaba dispuesta a luchar sola contra Alemania, necesitaba a Occidente. La democracia liberal retrasó o impidió las decisiones políticas, e hizo difícil o imposible adoptar medidas impopulares.
En EE.UU., Roosevelt solo declaró la guerra después del ataque a Pearl Harbour. En Francia y Gran Bretaña, el recuerdo de la primera guerra debilitó la determinación. La izquierda estaba en un dilema. La oposición no iba a valer sin utilizar las armas.
Los antifascistas sabían que la única opción era combatir. Para Francia y Gran Bretaña, demasiado débiles para defender el orden establecido en 1919, la política más lógica era negociar con Alemania y quizás así, tener a Alemania a raya. Lamentablemente, esa Alemania renacida era la de Adolf Hitler. Una segunda guerra seria mortífera para Inglaterra, pero todos los grupos anti-fascistas estaban dispuestos a pagar ese costo con tal de derrotar a Alemania. El compromiso y las negociaciones eran imposibles con Alemania, debido a que los objetivos políticos del nacionalsocialismo eran irracionales e ilimitados.
Luego de que Alemania invadió Checoslovaquia en marzo de 1939, Gran Bretaña y Francia decidieron entrar en la guerra. Pero había una gran duda: que sería mejor, si el fascismo o un posible comunismo.
La política interna de España encarnaba las cuestiones políticas fundamentales de la época: la democracia y la revolución social por una parte, y la alianza de una contrarrevolución o reacción, inspirada en la Iglesia católica. Lo liberales reemplazaron en el poder a los Borbones mediante una revolución pacífica en 1931, pero no pudieron contener la agitación social de los más pobres con reformas sociales efectivas. En 1933 fueron sustituidos por conservadores cuya política de represión contribuyó a aumentar la presión revolucionaria. Fue cuando la izquierda española descubrió la fórmula frente populista del Comintern. Todos los partidos se aliaron contra la derecha.
En febrero de 1936 el Frente Popular triunfó en las elecciones, y consiguió una importante mayoría en las Cortes. El clima se caldeo demasiado, ahora era la izquierda contra la derecha que se acercaba al fascismo. El golpe de los generales en junio de 1936 triunfó en algunas ciudades, y encontró gran resistencia en la población, algunos sector de la población quisieron evitar una guerra entre la Republica y los insurgentes.
Francisco Franco se convirtió en el líder de los generales insurgentes, y proclamó un régimen de derecha fascista.
Francia e Inglaterra no ayudaron a la república española contra la intervención del Eje, Rusia sí. El bando de Franco comenzó a avanzar. El avance gradual del bando nacionalsocialista hacía más desesperadamente urgente la necesidad de forjar una unión contra el fascismo mundial.
La guerra civil española (1936-1939) fue el anuncio de lo que sería la segunda guerra, la lucha de la izquierda contra la derecha. En el frente interno, la derecha se movilizó con mucho más éxito que la izquierda, que fue totalmente derrotada.
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