Huelga Del 54 Honduras
Enviado por manvz • 3 de Septiembre de 2014 • 2.014 Palabras (9 Páginas) • 372 Visitas
A 60 años de la huelga de 1954, las enseñanzas de ese hecho histórico se siguen celebrando con nostalgia como una simple efeméride y no como la guía de acción de movilización en la agenda de lucha del pueblo hondureño.
Las interrogantes que emanan durante este periodo de 60 años, nos llevan a dudar sobre si en este momento, el movimiento popular es una verdadera oposición; o si realmente el camino de mayo se ha abandonado, producto de estrategias desmovilizadoras gracias a las intervenciones oportunistas y burocráticas en los movimientos sindicales y obreros.
Para conocer qué factores llevaron a esa realidad al movimiento popular, debemos viajar al pasado; a ese tiempo épico que es recordado por uno de sus tantos sobrevivientes, Agapito Robleda Castro, quien como dirigente de la huelga bananera y luego como redactor de la investigación “La verdad de la huelga de 1954 y de la formación del Sitraterco” nos hace revivir esos logros adquiridos por los trabajadores bananeros en esa fecha.
“Aquel acontecimiento de 1954, fue el movimiento más importante de la historia hondureña, fue un grupo con tanta fuerza que sacudió el régimen político de aquella época, obligando a las autoridades a cambiar su método de gobierno” recordó Robleda.
No es para menos, luego de 70 días de huelga, donde los manifestantes se sacrificaron bajo el sol, la lluvia y el peligro por los asesinatos en contra de sus integrantes, lograron la conquista de algunos de sus derechos, y la implementación de medidas progresistas por parte del régimen, que llevó a la creación del actual Código del Trabajo, la creación del Instituto Hondureño de Seguridad Social y a reconocer la sindicalización.
Las lecciones que mayo de 1954 deja al movimiento popular son más vigentes que nunca, entre ellas los métodos de movilización, la democracia obrera y la huelga; herramientas que han sido abandonadas por completo por la conducción del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) en la actualidad, dice el insigne dirigente sindical.
Robleda cree que “en esa huelga se paralizó toda la economía del país con los días de beligerancia y firmeza ejemplar de los compañeros, que yo quisiera verla ahora en la Frente de Resistencia; pero toda esa voluntad de lucha se ha perdido, porque las clases dominantes han hecho maniobras para desviar el movimiento, utilizando a líderes oportunistas y burócratas al frente de las organizaciones de oposición”.
Al pasar los años, después de las conquistas adquiridas por la huelga, el analista político Efraín Fajardo considera que los grupos de poder pusieron en marcha su estrategia política, con la asesoría de los entes reaccionarios internacionales, que consiste en desarticular al movimiento obrero, doblegando a sus dirigentes; y gracias a ello han logrado dispersar los núcleos más avanzados de la clase obrera y evitar su organización para lograr las transformaciones que Honduras requiere.
“Muchas de las conquistas adquiridas a partir de 1954 se han ido perdiendo, los espacios también, y ahora a 60 años de ese acontecimiento estamos con un movimiento popular débil, disperso, sin un programa de lucha de los sectores laborales, con una gran crisis económica, permitiendo la venta del territorio nacional al mejor postor, atropellos a los gremios y con una conducción popular diluida en la burocratización y oportunismo” lamentó Fajardo.
“La burguesía ha evitado que los trabajadores se agrupen, se defiendan bajo una democracia sindical, y el liderazgo sindical se ha acomodado y burocratizado” siguió manifestando.
Fajardo recuerda que durante estos 60 años varios sectores de la población han iniciado procesos de luchas; tal es el caso del movimiento campesino que dio paso al surgimiento de las centrales y organizaciones campesinas que formaron un sólido movimiento de oposición.
Tal ejemplo sirve para recordar las estrategias de los grupos de poder para destruir a los movimientos de oposición; para ello, Fajardo cita la creación de la Ley de Modernización Agrícola durante el inicio de los años 90, en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas, época que marcó el inicio del Neoliberalismo en nuestro país.
Junto a esas medidas implementadas para destruir al movimiento campesino, Fajardo dice que la burguesía ha ido modernizando su forma de explotación y que ha sido capaz de crear un proyecto para detener la movilización en el campo, que ahora ha permitido el contexto sangriento que ha dejado la criminalización de la lucha por la recuperación de la tierra.
En esa radiografía que el dirigente obrero hace del movimiento popular, se refiere a la situación del sindicalismo, asegurando que en nuestro días “las cúpulas sindicales no están a la altura de las necesidades de los trabajadores; es hora de un cambio, de sacudirse de esas direcciones oportunistas.
Esas direcciones que ahora convocan a conmemorar el día del trabajador, son las mismas que han pactado con la burguesía, vendiendo mediante acuerdos los derechos de la clase obrera”, lo último en alusión a los dos recientes acuerdos del salario mínimo por tres años con la empresa privada y gobierno.
De la democracia obrera a los vicios caudillistas
“Mayo se tiene que ver como memoria en el presente; como camino para la lucha; como guía para la acción revolucionaria en el camino de resistencia del pueblo hondureño; no como una figura romántica o lírica”, manifestó el dirigente magisterial Carlos Lanza, al hacer una comparación entre el beligerante movimiento popular de 1954 y la sumisa estructura popular ante los caudillos del momento.
Lanza se refirió a experiencias populares importantes como la creación de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), la que recuerda como un movimiento democrático y con independencia de clase, que causó oposición ante la amenaza privatizadora del agua.
“La CNRP, fue una plataforma que permitió una organización productiva de todas las estructuras sociales, todo bajo los principios y herramientas proporcionadas por la experiencia de mayo de 1954”, amplió Lanza.
“En esa experiencia realizamos paros cívicos nacionales, como el del 17 de abril del 2008”. Bajo esa coyuntura del movimiento popular, Lanza dice que todos esos métodos que permitieron un alza de la lucha de clases en el país, ahora han sido desechados por la dirigencia del Frente Nacional de Resistencia
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