Iconos Rusos
Enviado por caver • 29 de Abril de 2013 • 555 Palabras (3 Páginas) • 263 Visitas
La escuela de Novgorod alcanza su plenitud hacia finales del siglo XIV y durante el siglo XV. Un particularismo local viene a sumarse a un acentuado toque nacionalista. El arte de Novgorod expresa lo popular y lo imaginativo. Los pintores evitan el simbolismo abstracto y complicado que más tarde predominará en la pintura de los íconos, desarrollando temas sencillos de clara lectura. Todas las imágenes se caracterizan por una gran sencillez, donde el tema esencial se capta fácilmente. . La paleta contiene colores vivos, puros, intensos y vibrantes entre los que se destaca el bermellón. Junto a la escuela de Novgorod se desarrollaron en los siglos XIV y XV otras escuelas regionales: Tver, Suzdal, Pskov, Rostov y Kargopol. Estos íconos patentizan lo que suele llamarse “la escuela del norte”. Las figuras son sumamente estilizadas y se caracterizan por ciertos elementos tales como la sobriedad del gesto, la lentitud de los movimientos y la sugerencia con volúmenes simples. A la pureza del color de Novgorod se agrega la ampliación de superficies coloreadas. Los pintores de Pskov utilizan una gama cromática diferente, en la que resaltan el verde y el rojo anaranjado. En el siglo XIV comienza la rápida expansión de Moscú que arrastra a los demás estados rusos a la lucha contra los tártaros. Después de la victoria de Kulinovo, en 1380, los príncipes de Moscú encabezan el movimiento nacional que liberará a Rusia del yugo mongol. Su corte atrae a los pintores y artesanos de otros principados y maestros de los países eslavos meridionales. Se reanudan las relaciones con Bizancio, rotas desde las invasiones tártaras. De esta manera pintores griegos son invitados a que decoren al fresco los muros de su catedral. Antes de 1395 llega a Moscú el célebre Teófanes el Griego que ya ha trabajado previamente en Novgorod. Los pintores locales van a transformar su influjo hasta hacerlo irreconocible en el curso de una evolución en la que un pintor genial, Andrés Rublev (desde 1360-70 a 1430) ha de jugar un papel decisivo. Las obras atribuidas a Rublev poseen una particular luminosidad, así como excepcional riqueza emocional. Rublev infunde a las figuras que pinta su propio ideal de perfección moral, su pincel crea seres generosos, siempre dispuestos a ayudar al prójimo y la pureza y la poesía sigue estando presente. El arte de Rublev se caracteriza por una ausencia casi total de sombras, y si coloca un color más denso que otro, lo hace con el fin de subrayar la luminosidad del color vecino. De aquí el brillo y la luz de su paleta y también su excepcional transparencia. Las obras de Rublev se sitúan en el apogeo de arte ruso del icono. (Fines de siglo XIX y comienzos del XV). Otro maestro fue Dionisii (1440-1508) que continúa la tradición de Rublev. En él asoma la tendencia que se va a desarrollar más adelante, el tratamiento más profano de los temas religiosos, pasión por el dibujo en sí mismo, efectos cromáticos, delicadezas
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