Imperialismo Norteamericano

Imperialismo Norteamericano

Estados Unidos, Japón, Alemania y Rusia, surgieron como nuevas potencias. Lograda la independencia de Inglaterra de las 13 colonias, se presentó un proceso de expansión, primero hacia al Oeste, adueñándose de grandes territorios, a través de diversos métodos, negociando o bien despojando a los pueblos nativos de sus tierras.

Desde ese momento se desprendió esa determinación expansionista, producto de la cultura del viejo continente, porque su gente, y la civilización misma, procedían de Europa y se siguieron nutriendo gracias a las oleadas de inmigrantes ingleses, polacos, italianos, alemanes que se integraron a esta nación.

La conquista del Oeste permitió a Estados Unidos el desarrollo agrícola, que lo llevo a destacarse en la producción de alimentos a nivel mundial.

Expansión demográfica y territorial

El crecimiento de la Unión Americana estuvo determinado por la alta natalidad de la población, pero también por la integración de flujos de población europea inmigrante, este valioso recurso humano permitió la expansión territorial y demográfica de Estados Unidos.

Para el año de 1790 la población no alcanzaba los cuatro millones de habitantes, al cabo de 40 años (1830) ya constituían 13 millones, en 1870, se alcanzó una cifra de 40 millones. Para 1900, se contaba con los 75 millones de habitantes.

Este fenómeno de expansión demográfica fue de la mano de la expansión territorial, la Unión Americana daba la oportunidad para emprender una nuev vida en el nuevo continente y consolidar una fortuna.

La primera oleada migratoria se registró en 1840; la población pasó de 17 millones a 32 millones de habitantes. La mayoría de los inmigrantes eran ingleses presbiterianos, católicos irlandeses y algunos alemanes.

Durante los años 1829 y 1837, los estadounidenses emprendieron la conquista del Oeste, que provocó la marginación de los diferentes pueblos nativos originarios y dueños de estos territorios, como los sioux, cheyenes, pieles rojas, apaches y comanches.

La composición de la población fue diferenciándose, por un lado en campesinos y pioneros en búsqueda de tierras y mejor fortuna, que se ubicaron al Oeste del país, y por otro lado, comerciantes y hombres de negocios asentados en el Este.

En cuando a la expansión territorial, ésta se realizó bajo diversos procedimientos que fueron la compra, la guerra y el poblamiento.

Mediante la compra se adquirió en 1803, el territorio de Luisiana, lo que significo duplicar su territorio. También se empleó el método de conquista que llevo más tardea una compra obligada de la Florida. En el caso de Alaska se logró con el pago de siete millones de dólares a los rusos en 1867.

La guerra otro método utilizado para la adquisición de territorios, fue usada en el caso de Texas.

Los estadounidenses emprendieron intervenciones en México para adueñarse de sus territorios como Texas y Oregón. Con su triunfo en la guerra, consiguieron además Arizona, Nuevo México y Alta California, anexándose un total de 2, 400,000 kilómetros cuadrados que pertenecían a nuestro país.

A través de acciones bélicas también se apoderaron de Puerto Rico, Filipinas y la isla Guam, posteriormente se adjudicaron Hawai. Por otro lado, brindaron apoyo a Panamá y Cuba, para que estas naciones consiguieran su independencia, que mas tarde les permitiría un control económico de ellas.

Cabe mencionar que Estado Unidos basaba su política expansionista bajo los principios ideológicos de la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto.

La Doctrina Monroe, surgió de la declaración del presidente Monroe que decía “América para los americanos”, en la cual sintetizaba la posición de Estados Unidos ante cualquier tipo de intervención de las naciones europeas en América. Esta doctrina fue una herencia del Testamento de Washington,

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