Industrialiación Difusa Y Desarrollo Económico: El Retroceso De 1939-58

Historia Económica de España

Industrialización difusa y desarrollo económico: el retroceso de 1939-58

• RESUMEN

Los sectores fabriles líderes en el proceso de crecimiento del s.XX han sido las industrias de construcciones mecánicas y las químicas, principalmente las primeras. Industrias como las alimentarias, textiles, cuero y calzado o papel, han desempeñado cinco funciones de importancia estratégica en el proceso de desarrollo a largo plazo. En el primer lugar, crearon más oportunidades de empleo y a un coste menor que las comúnmente consideradas industrias básicas. En el segundo término, las industrias de bienes de consumo tradicionales, generaron demanda efectiva de bienes de capital, los cuales eran portadores de las innovaciones. La tercera función básica de las industrias que nos ocupan fue la de suministrar divisas con las que financiar la importación de la energía y el equipo productivo necesario para acelerar el crecimiento global. Se han caracterizado, además, por disfrutar de economías de escala mucho menores que la producción de acero, automóviles, fertilizantes o fibras artificiales. Esta característica las ha hecho más aptas para desarrollar ventajas competitivas basadas en la diferenciación del producto. Por último, han potenciado una pauta de industrialización difusa, donde los beneficios y habilidades asociados al desarrollo industrial han quedado mejor repartidos.

La pauta de reconstrucción económica española de posguerra afectó al desarrollo de las industrias que producían los bienes de consumo tradicionales, los cuales, fueron paulatinamente incorporando la marea de innovaciones asociadas a la revolución industrial.

Las tasas de crecimiento de la producción industrial durante el período comprendido entre la Guerra Civil y el Plan de Estabilización sugieren que las industrias fueron las grandes sacrificadas de la posguerra española. La rama de la alimentación y el tabaco registra el peor récord de expansión de la Europa capitalista. La tasa de crecimiento de la producción química en España fue la tercera de entre los quince países considerados. En cambio, las empresas electroquímicas, los bancos más comprometidos con la industria básica y determinadas empresas de construcciones mecánicas pesadas, experimentaron una recuperación fulminante y sostenida en sus utilidades. Las cifras comparativas de producción y el perfil de los beneficios en algunas de las ramas de las industrias no líderes, llevan a concluir que la pauta de reconstrucción de posguerra hipotecó la expansión de las actividades que nos ocupa. Como resultado, dichas industrias no pudieron ejercer bien las cinco funciones que se han definido como estratégicas en el proceso de industrialización.

La preparación de la guerra fue una prioridad de la política presupuestaria durante las dos primeras décadas del franquismo. El dinero público se asignó preferentemente en favor de los intereses militares. Las divisas para importación de materias primas y equipo, los inputs básicos intervenidos o los permisos de inversión, fueron concedidos favoreciendo a las industrias de interés militar y penalizando a las actividades manufactureras ligeras. Además, también se intentó imponer el consumo de substitutos españoles de materias primas importables como fibras artificiales o celulosas. Dicha política fue

adoptada a pesar de que los fabricantes de la industria ligera la considerasen lesiva para el desarrollo de su actividad productiva.

El sistema de asignación de materias primas agudizó los problemas de subutilización de la capacidad productiva derivados de la falta de importaciones, favoreció el deterioro en las calidades y alentó las actitudes especulativas. El elevado diferencial de precios y la amplia extensión de las transacciones clandestinas provocaron que los grandes beneficios se generasen en la actividad comercial, primando a capitalistas bien conectados con las jerarquías del régimen. Como resultado, el cambio técnico y la innovación en el proceso productivo dejaron de ser los parámetros fundamentales para determinar la suerte de los fabricantes. Las claves del éxito pasaron a ser la localización cerca de los núcleos oferentes de materias

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