Interpretaciones criollas del discurso político en la Nueva Granada 1910-1926
Enviado por Kevin Mendez • 27 de Noviembre de 2022 • Documentos de Investigación • 4.081 Palabras (17 Páginas) • 83 Visitas
Las Interpretaciones criollas del discurso político de la Nueva Granada
Conceptos de Libertad e Igualdad (1808-1816)
Kevin Armando Mendez Suarez
Hablando un poco general de la ponencia podría decir que me interese en estudiar los cambios en del pensamiento criollo en especial respecto a la libertad e igualdad en la temporalidad de los inicios de la independencia y lo que erróneamente se solía llamar Patria Boba, aunque inicio desde la crisis monárquica iniciada en 1808 hasta la reconquista del territorio Neogranadino por parte del General Pablo Morillo en 1816, es en este lapso de tiempo donde el discurso se transforma y se moldea en el deseo de independencia general que se dio en el territorio Neogranadino y en general en toda América. Para esto me propuse apoyado en planteamientos de autores como Antony Mc Farlane, Gilberto Loaiza y Jorge Orlando Melo, estudiar dicho discurso criollo en 3 momentos diferentes entre los años de 1808 y 1816.
Anterior al primer momento es necesario señalar algo del contexto global, hechos de gran relevancia para las transformaciones sociales del territorio Neogranadino como los son la revolución francesa y la posterior revolución española, la guerra española-inglesa y la fuerte política mercantilista establecida en las colonias durante esta, la independencia de Haití y de las 13 colonias inglesas, además sumado a estos hechos globales, el conflicto con las políticas borbónicas que generó las inconformidades criollas con la corona, y por último el desarrollo académico impulsado por la metrópoli y la aparición de la escena pública, estos señalamientos anteriores a la temporalidad escogida cobran gran importancia cuando de entender la posición de los criollos se trata.
Ahora en el primer momento podría señalar la división temporal de Mc Farlane desde 1808 a 1810 periodo nombrado como el Juntismo, donde la crisis monárquica y la creación de las juntas de gobierno son los acontecimientos de mayor relevancia, estas juntas fueron lugares en donde se vieron reflejadas las percepciones criollas respecto a la monarquía y las instituciones que los gobernaban, siendo eventos clave para intentar comprender el pensamiento criollo y sus intenciones de reconocimiento y participación política en este primer momento, y de igual manera las bases para lo que sería el desarrollo político del territorio neogranadino.
En un segundo momento comprendido entre 1810 y 1813 se presenta la rebelión de las juntas americanas, la guerra entre los patriotas y españoles, siendo que los primeros no reconocieron el poder de la junta de regencia española y declararon el reconocimiento a la autoridad de un rey ausente, los realistas aun tenían bastiones desde donde presionar el territorio neogranadino, en la costa norte Panamá y Santa Marta y al sur Popayán y Pasto.
Es en este momento donde las ideas de gobernarse por sí mismos empieza a estar en mayor medida en los discursos y proclamas de dichos criollos en donde se presentan disputas entre las regiones que defendían el proyecto federal, instaurado en el norte por las 13 colonias y los que buscaban crear un proyecto centralista con Bogotá como eje central. Dejando una división entre federalismo y centralismo en los que apoyaban el proyecto patriota y por otro lado los que apoyaban el proyecto realista bajo discursos de mayor participación y libertad comercial.
El último momento, de 1814 a 1816, inicia con la vuelta del rey español Fernando VII al trono en 1814, hecho que permitió central la atención de la monarquía española en sus colonias de ultramar, enviando la posterior campaña de reconquista dirigida por Pablo Morillo en el territorio Neogranadino y la instauración del “régimen del terror” por parte de este, hechos que marcaron de manera definitiva la percepción criolla de la corona española, siendo clave para comprender el paso a un pensamiento de independencia casi que unificado.
Introducción y Contexto
La aplicación de las políticas borbónicas de la segunda mitad del siglo XVIII, en especial las restricciones comerciales del mercantilismo español y la ocupación de cargos importantes en el territorio Neogranadino por parte de españoles peninsulares y no de los criollos, habitantes propios del territorio y ocupantes anteriores de dichos puestos de poder, creaban inconformidades y ponía en una condición de inferioridad a los criollos frente a los españoles peninsulares.
Contrario a dicha condición, a lo largo del mismo siglo XVIII estos criollos fueron tomando un papel de letrados e ilustrados frente a las demás razas que conformaban el ancho de la población de la Nueva Granada, según Gilberto Loaiza “para garantizarse algún reconocimiento, los criollos trataron de construir una identidad como hombres blancos consagrados a la ciencia y a las letras, defensores de la religión católica, prolongadores de formas de segregación y jerarquización de la sociedad”[1].
La respuesta de los criollos ante la corona para satisfacer sus inconformidades fue la propuesta de un pacto colonial en donde estos recuperaran los puestos gubernamentales perdidos ante los peninsulares y la corona otorgara mayores libertades comerciales contrarias a las aplicadas en la última década del siglo XVIII donde debido a la guerra con los ingleses el mercantilismo y control comercial de las colonias por parte de la metrópolis aumento de manera drástica si se compara con las políticas comerciales de los Austrias.
Aunque no se llevó a cabo el pacto, según Melo los peninsulares promovieron el progreso y desarrollo del territorio Neogranadino, donde las ciencias naturales, la diversificación universitaria y en general el pensamiento científico tuvo gran desarrollo e impacto en el territorio, de tal modo que los criollos disfrutaron de un ambiente adecuado para fortalecerse académicamente, intercambiar ideas y crear una red social en las ciudades y villas principales, participando en debates en donde señala Melo “se empezaron a sentir que, aunque eran parte de la nación española, tenían intereses propios americanos”[2].
Añadido a esto, relatos de hechos de relevancia global llegaban a las colonias españolas en América, tales como la revolución francesa, la independencia de las 13 colonias norteamericanas o los desastrosos resultados de la guerra con los ingleses, relatos que eran objeto de contemplación y debate en las tertulias y reuniones de estos criollos.
1808-1810
Durante la crisis monárquica de 1808, con la ausencia del rey se generó un inmenso vacío de poder que en el territorio español correspondió a la creación de juntas, desde donde combatieron a los ejércitos franceses y asumieron el control político del territorio, estas juntas españolas legitimaron su proceder según Mc Farlane señalando que “en la ausencia del rey legítimo, la soberanía recaía en el pueblo”[3]. Estas juntas españolas inclusive hicieron la invitación a la participación de un número mínimo de participantes colonos, lo que les dio a los criollos la posibilidad de contemplar más de cerca ideas de gobierno e igualdad con los peninsulares.
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