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Introducción Al Pensamiento Económico


Enviado por   •  3 de Octubre de 2014  •  3.104 Palabras (13 Páginas)  •  354 Visitas

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Introducción al Pensamiento Económico y Escuelas Económicas

Introducción al Pensamiento Económico

En este trabajo trataremos de adentrarnos en las principales teorías filosóficas del Pensamiento Económico, haciendo un desglose detallado de las diferentes aportaciones, que los ilustres personajes del mundo económico, han hecho a lo largo de la historia. Además, haremos un análisis de estas teorías en función de su evolución histórica y su contexto socio-político.

Podemos definir el concepto de “Pensamiento Económico” como, la capacidad de razonar, analizar y teorizar la economía como ciencia. Teniendo en cuenta la definición de economía, como la ciencia social que estudia los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo de bienes y servicios.

Luego es obvio que el Pensamiento Económico, existe como tal desde que el hombre tiene capacidad de raciocinio y de trato de sus bienes. Sin embargo, no se tienen escritos sobre este tema, hasta la época griega en la que personajes como Platón o Aristóteles, tocaron temas relativos a la riqueza, la propiedad y el comercio, que fueron utilizados posteriormente por los tratadistas romano y escolásticos.

Durante la Edad Media, se produce un declive en cuanto al pensamiento general, y predominan las ideas de la iglesia católica, predominando el Derecho Canónico, que condenaba la usura (cobro de intereses abusivos a cambio de efectivo) y se consideraba el comercio como una actividad inferior a la agricultura.

En el siglo XV se produce un salto epistemológico con el surgimiento del mercantilismo. No se trata ya de juzgar moralmente sino de recomendar a los gobernantes medidas políticas que enriquezcan al país. La economía mundial es vista como un juego de suma cero en el que el enriquecimiento de uno implica necesariamente el empobrecimiento de otro. Se trata de robustecer la producción interior y de debilitar el proteccionismo de los demás países. Aconsejan la acumulación de metales nobles (Bullonismo) y estudian el dinero, al que por primera vez consideran como una mercancía más cuyo valor viene dado por su escasez o abundancia relativa.

A mediados del s. XVIII un grupo de intelectuales franceses dirigidos por F. Quesnay, proponen por primera vez un esquema coherente del funcionamiento del sistema económico, el tableau economique. Aparece el concepto de fisiocracia, que considera que la riqueza circula entre tres grupos sociales: la clase productiva (los agricultores), la clase estéril (los artesanos y comerciantes) y los propietarios (la nobleza, el clero y los funcionarios). El Estado debe mantener este Orden Natural mediante tres reglas: el derecho a la propiedad, la libertad económica y la seguridad en el disfrute de esos derechos y libertades.

A partir de aquí comienzan a aparecer, los personajes de los que trataremos con detalle en las páginas siguientes; autores de la escuela neoclásica como Thomas Robert Malthus y David Ricardo, que parten de los conocimientos de Adam Smith (considerado el padre de la economía como ciencia), o discípulos de Ricardo como John Stuart Mill. Todos defienden la propiedad privada, el mercado y la desconfianza hacia los gobiernos egoístas. Aparecen los conceptos de trabajo y capital.

En 1867-1894, aparece la figura de Karl Marx, y los conceptos de marxismo, socialismo, capitalismo, comunismo…, colaborando con él a estas teorías, su amigo Friedrich Engels. Posteriormente, la escuela neoclásica centra la economía en los consumidores, con conceptos como utilidad marginal, y valorando los prestamos e intereses. Estas teorías fueron validas hasta la Gran Depresión de 1930.

A partir de aquí la separación entre ahorro e inversión, como formas independientes, adoctrinada por John Maynard Keynes, revoluciona las políticas económicas hasta la Segunda Guerra Mundial.

Finalmente, la economía moderna utiliza el cálculo, el álgebra lineal y otros métodos analíticos, surgiendo la econometría como herramienta para entender y practicar la economía.

Escuelas Económicas

El conocimiento y la necesidad de entender el comportamiento de nosotros los seres humanos en relación con problemas como la escasez, la abundancia, el intercambio de bienes y servicios, ha sido materia de estudio durante casi toda la historia de la humanidad.

Desde los primeros grandes pensadores griegos, hemos intentado dar teorías de cómo se debe administrar los recursos limitados y el flujo de los mismos en relación con la demanda y la oferta.

En la actualidad las teorías de pensamiento económico se siguen aplicando, no de una manera monótona, porque si bien, el capitalismo es la corriente que más sobresale hoy, también otras siguen dando la pelea de quién debe tener el poder de los recursos.

Es así como a través del tiempo van surgiendo estas escuelas de pensamiento económico, donde cada una expone las ideas que considera son más benéficas para la humanidad.

Principales Escuelas Económicas

1. Mercantilismo

La política económica que imperaba en aquella época era el mercantilismo, fomentaba el autoabastecimiento de las naciones. Esta doctrina económica imperó en Inglaterra y en el resto de Europa occidental desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII.

Los mercantilistas consideraban que la riqueza de una nación dependía de la cantidad de oro y plata que tuviese.

Una nación sólo podía aumentar sus reservas de estos metales preciosos vendiendo más productos a otros países de los que compraba. El conseguir una balanza de pagos con saldo positivo implicaba que los demás países tenían que pagar la diferencia con oro y plata.

Los mercantilistas daban por sentado que su país estaría siempre en guerra con otros, o preparándose para la próxima contienda. Si tenían oro y plata, los dirigentes podrían pagar a mercenarios para combatir, como hizo el rey Jorge III de Inglaterra durante la guerra de la Independencia estadounidense.

Esta preocupación mercantilista por acumular metales preciosos también afectaba a la política interna. Era imprescindible que los salarios fueran bajos y que la población creciese. Una población numerosa y mal pagada produciría muchos bienes a un precio lo suficiente bajo como para poder venderlos en el exterior. Se obligaba a la gente a trabajar jornadas largas.

De esta filosofía también se deducía que era positivo para la economía de un país el trabajo infantil. Un autor mercantilista tenía un plan para los niños de los pobres: "cuando estos niños tienen cuatro años, hay que llevarlos al asilo para pobres de la región, donde se les enseñará a leer durante dos horas al día, y se les tendrá trabajando el resto del día en las tareas que mejor se ajusten a su edad, fuerza y capacidad".

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