Invención de la Escritura.

Invención de la Escritura:

Cuando surge el Homo Sapiens (la gente pensante), se va a desarrollar habilidades para llevar comidas y sostener objetos, es por esto que se crean instrumentos y tecnología como herramienta lo que marca un gran paso de la especie humana desde los orígenes primitivos hasta un estado civilizado.

El ser humano desarrolla habilidades para organizarse y comunicarse, una de estas es el habla y la escritura, esta última es la contraparte visual del lenguaje. Las marcas, símbolos, imágenes o letras dibujadas o escritas sobre una superficie o sustrato se convirtieron en la representación gráfica de la palabra hablada o del pensamiento no hablado.

Tanto las limitaciones del lenguaje como la falla de la memoria humana y la urgencia de expresión hacen que la palabra hablada no pueda trascender en el tiempo y espacio. Hasta la presente edad electrónica, las palabras habladas desaparecían sin dejar rastro, mientras que la palabra escrita permanecía.

La invención de la escritura y el lenguaje visible tuvo sus orígenes en pinturas y los trazos de escritura. Ambos son formas naturales de comunicación de ideas y las primeras personas usaron dibujos como una manera elemental de registrar y transmitir información.

El Diseño Gráfico del Renacimiento:

El Renacimiento es un periodo que comenzó en los siglos XIV y XV en Italia, cuando la literatura clásica de la Antigua Grecia y Roma renació y volvió a ser leída. En la historia del Diseño Gráfico, el renacimiento de la literatura clásica y el trabajo de los humanistas italianos están relacionados con un enfoque innovador del diseño de libros.

El diseño de tipos, la composición de las páginas, los ornamentos, las ilustraciones, es decir, el diseño total del libro se volvió a analizar por los impresores y estudios italianos.  El florecimiento de un nuevo enfoque del libro que fuera independiente del libro ilustrado alemán, se inició en Venecia  y continuó allí durante las últimas tres décadas  del siglo XV.

El orfebre de Maguncia Johannes Spira publico su primer libro Epitolae ad Familiares (Cartas para la familia) con letra de tipo romano siendo sucesor del libro De civitate Der (De Dios comunal) de Sweynhemy Pannarta en 1470, el cual fue el primer libro tipográfico con números impresos en las páginas.

Posteriormente, Nicolas Jenson fue uno de los más grandes diseñadores tipográficos y tallador de trónqueles, reside en los primeros tipos usados en De Praeparatione Evangelica (Preparación Evangélica) de Esebio, los cuales representan el pleno florecimiento del diseño tipográfico romano y además de tipo griego y gótico.

Una característica del renacimiento es la inclinación a la decoración con flores silvestres y parras, los cuales además de ser aplicadas en manuscrito también se emplean en la arquitectura y muebles. El libro continuo siendo resultad de la colaboración entre el impresor tipográfico en el periodo incunable de la tipografía, algunas veces fue llamada escritura artificial y el iluminador quien agregaba las iniciales y ornamentos.

Bernhard Maler y Peter Loeslein, en su obra El Calendarium (Libro de registro) en 1476, implementaron la primera portada completa para identificar el libro. Por otro lado Echard Rtdolt también agrega innovaciones a los libros con la nueva forma en que se usaron las orillas de los grabados de madera y las iniciales como elemento de diseño, además de márgenes en donde se colocan figuras geométricas pequeñas.

Johannes Nicolai en el libro De re militari (Acerca de la guerra) consiguió innovar el estilo ligero del contorno de las ilustraciones, lo cual se popularizo en el diseño gráfico italiano durante las últimas décadas del siglo XV.

El libro tipográfico llegó a Italia de Alemania como un libro manuscrito impreso con tipos. Una serie de innovaciones de diseño incluyendo la portada, tipos romanos e itálicos, números de páginas, impresos, ornamentos hechos por bloques de madera y fundición de metal, y nuevos enfoques de la presentación de las ilustraciones con tipos, permitieron a los impresores italianos del Renacimiento, pasar a la posteridad el formato básico del libro tipográfico como lo conocemos hoy en día.

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