Jose Vasconcelos

EL APÓSTOL DE LA EDUCACIÓN

Hablar de José Vasconcelos, es hablar de una de los personajes mas influyentes en el ámbito educativo de nuestro país. Intelectual y filósofo, transformó la visión que en materia de educar al pueblo, se tenía en México. Perteneciente a una de las alas más liberales tiene que permanecer por mucho tiempo fuera del país debido a que no encajaba en la manera de pensar de los gobiernos pos-revolucionarios. Sin embargo llegaría el momento de aparecer en la escena pública, y aunque fue partícipe de la revolución mexicana, no es a través de las armas sino del pensamiento como deja ese gran legado a su entrañable Patria Mexicana.

Raíces

Nace el 27 de febrero de 1882 en la ciudad de Oaxaca en la calle de La Cochinilla (hoy calle 20 de noviembre) en el número 211. Es hijo del aduanal Ignacio Vasconcelos Varela y de la señora Carmen Calderón Conde. La formación inicial de José se ve influida precisamente por el trabajo de su padre, ya que ha de moverse a diferentes puntos de la República Mexicana junto con su familia. Esto marcaría el inicio de Vasconcelos en la educación.

Antes de los dos años se muda con sus padres a Soconusco y mas tarde a Sásabe en el estado de Sonora en la frontera con Arizona. Debido a la cercanía con los Estados Unidos, el ilustre personaje recibe la influencia del pensamiento de dos realidades tan cercanas per tan distantes.

Tiempo después se instalan en Piedras Negras en el estado de Coahuila en donde no encuentran sus padres una escuela apropiada, por lo que es inscrito en una escuela en la vecina ciudad norteamericana de Eagle Pass, Texas. Ahí se ha de enfrentar el académico con las dificultades del idioma, la cultura estadounidense, la convivencia nada fácil con los compañeros norteamericanos y por el tipo de educación que recibe lo que ayudan a forjar en él su carácter y disciplina.

A pesar de estar en roce constante con otra realidad, sus padres se esmeran por que el niño no pierda las raíces de las que procede. Así aprende a valorar las diferencias entre enseñanza, vida, historia y cultura de dos pueblos. Además surge el gusto por la lectura de libros como “México a través de los siglos” que forma parte del acervo familiar.

Posteriormente después de cuatro años en Eagle Pass, su padre toma la decisión de cambiarse a Campeche. El director de la escuela le ofrece al estudiante una beca para estudiar en la universidad de Austin, pero dicha oferta es rechazada por sus padres. Así, a inicios de 1896 llegan a Campeche en donde ingresa al Instituto de Enseñanza Superior donde la biblioteca de la institución se convierte en su santuario. El rector le presenta a su hija Sofía quien es estudiante de idiomas para que el joven oaxaqueño platique debido a su conocimiento del inglés.

La familia vuelve a salir y se va de Campeche, sus padres se marchan a Piedras Negras mientras que Vasconcelos se va a vivir a Oaxaca, hospedado por unos amigos para que se inscriba en la preparatoria.

Estudiante dedicado

En la época preparatoriana las clases lo ocupan casi por completo pero se da tiempo para asistir a la biblioteca, aquí surge el gusto por la lectura de los clásicos. Antes de terminar el primer año recibe la lamentable noticia de a muerte de su madre, suceso que lo sume en una fuerte depresión sumado al hecho de las segundas nupcias de su padre.

Termina la preparatoria y se inscribe en la escuela de jurisprudencia donde la lectura de “La Divina Comedia” de Dante lo llena de una nueva visión de las cosas. El audaz estudiante solo asiste a las clases que le resultan interesantes como la del ilustre mentor Jacinto Pallares. Se gradúa como abogado con la tesis “Concepto dinámico del Derecho” en menor tiempo de lo establecido. Trabaja por recomendación de su padre en una notaría y después en un juzgado.

En 1908 funda el Ateneo de la juventud donde se reúne en la casa del arquitecto Jesús T. Acevedo a leer a autores como Platón o Nietzsche, junto con Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes entre otros. Algo que caracteriza a este grupo es la dura crítica a los excesos de la educación positivista impuesta por Justo Sierra ministro de Instrucción Pública del gobierno de Díaz. Pero más que la dura crítica, es la calidad de los postulados, lo que los hace adelantados a su época como la propuesta de la libertad de cátedra ante el cerrado pensamiento “comtiano” de la educación en el porfiriato.

La figura de Madero

En Durango le ofrecen el puesto de Fiscal Federal. Además abre un despacho en la calle de Isabel la católica hasta donde llega acompañado del ingeniero Manuel Urquidi, la figura de Francisco I. Madero quien lo invita a formar parte del partido Antirreleccionista para las elecciones de 1910 donde contienden Francisco I. Madero como candidato a presidente y Francisco Vázquez Gómez para vicepresidente contra Porfirio Díaz y Ramón Corral. Dicha elección resultó ser un fraude por lo que Madero inconforme lanza el plan de San Luis que rápidamente gana adeptos y pone a Díaz frente a una realidad a la que sus fuerzas mermadas le impiden enfrentar y renuncia, por lo que el gobierno provisional llama a elecciones en las que Madero resulta victorioso.

Vasconcelos sin ningún cargo público es nombrado presidente del Ateneo de la juventud que fundara años atrás. El gobierno de Madero no tiene la aprobación del embajador norteamericano Henry L. Wilson, lo que marca el inicio de un difícil desempeño del nuevo gobierno. En enero de 1913, Vasconcelos se encuentra en Tampico atendiendo asuntos de su despacho donde se entera de la muerte del general Reyes y de la aprehensión de Madero. Victoriano Huerta es el traidor.

El 22 de febrero de 1913 Madero es asesinado junto al vicepresidente Pino Suárez.

México revolucionario.

Vasconcelos es aprehendido por gente de Huerta y enviado a prisión donde mas tarde es liberado. En ese momento comprende que es tiempo de salir de la capital y se marcha al norte del país al estado de Coahuila donde se gesta el movimiento revolucionario comandado por Venustiano Carranza quien lo envía a Estados Unidos con credenciales de agente confidencial. De ahí se traslada a Francia con Miguel Díaz Lombardo y convencen al ministro de hacienda francés para que los bonos de Huerta no figuren en la lista de la Bolsa pues el gobierno francés es enterado de los crímenes de Victoriano. Estas acciones en donde Vasconcelos está involucrado traen como consecuencia el fracaso de la gestión de Huerta que renuncia en 1914. Pareciera que es el fin de la revolución pero ésta persiste debido a las ambiciones personales de Carranza, Villa, Zapata y Obregón.

Carranza se instala como residente y Vasconcelos es nombrado director de la Escuela Nacional Preparatoria

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