Juarez Caricatura Politica
Enviado por zellyoo • 9 de Diciembre de 2012 • 1.665 Palabras (7 Páginas) • 653 Visitas
Entrevista con Rafael Barajas, El Fisgón
Juárez y la caricatura política de su época
Jesús Ramírez Cuevas y Arturo Cano
Las imágenes son reproducciones de La Orquesta
Tomado de http://www.jornada.unam.mx/2006/02/26/mas-cano.html
Rafael Barajas, El Fisgón, no sólo es uno de los más notables caricaturistas mexicanos de nuestro tiempo, es un conocedor ¬como pocos¬ de la evolución de la caricatura política en México. Es autor de dos libros fundamentales sobre la prensa y la caricatura en el siglo XIX: La historia de un país en caricatura (Caricatura mexicana de combate 1829-1872). (México, Conaculta, 2000) y El país de El Ahuizote (la caricatura mexicana de oposición durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada 1872-1876). (México, FCE, 2005).
Como historiador acucioso que es, El Fisgón habla en entrevista sobre el papel de la prensa en la época de Juárez. Aquí presentamos extractos de la conversación.
La prensa nos hará libres
Los liberales mexicanos ven en la imprenta un medio de propaganda política eficaz. Joaquín Fernández de Lizardi establece un programa mínimo, que se propone la conquista del poder mediante la prensa. Plantea que la opinión pública tiene que mandar y obedecer, sólo si piensa libremente podrá determinar su destino.
Los liberales puros retoman este proyecto y en sus periódicos libran una guerra sin cuartel a los gobiernos conservadores y contribuyen de manera importante al triunfo definitivo liberal. En 1857 se establece un Congreso constituyente que consagra el derecho de expresarse libremente, que establece la libertad de imprenta.
Con la llegada de Juárez al poder se da por primera vez un largo periodo de libertad de imprenta y proliferan los periódicos, muchos de ellos con caricaturas; el más notable es La Orquesta.
Este periódico sigue el modelo sugerido por la Academia Nocturna de Filosofía (una tertulia en la que participan escritores y dibujantes como Santiago Hernández y Alejandro Casarín) que plantea la importancia de abrir periódicos muy pequeños, modestos, pero con un impacto muy importante en la opinión pública. En ese esquema están casi todos los periódicos de caricaturas de la época.
Esos periódicos, efectivamente, son la voz de sectores liberales bastante radicales. Tienen además una agenda política muy interesante. La Orquesta considera que México está viviendo una especie de revolución antimonárquica. Constantino Escalante, el caricaturista de La Orquesta, escribe en unos artículos un programa político que defiende el reparto de tierra, el establecimiento de empresas nacionales pertenecientes al Estado, la obligación de trabajar para todos y la educación pública y gratuita. Estos puntos programáticos no son nuevos, coinciden con el programa inmediato propuesto en el Manifiesto del Partido Comunista de Karl Marx y Federico Engels, y que son los únicos que se pueden aplicar en México.
La Orquesta es parte de una prensa liberal que mantiene su independencia ante Juárez desde un principio: apoya casi todas sus medidas políticas (el combate al clero, el Estado laico, el matrimonio civil, etcétera) pero está en contra de casi todas sus medidas económicas, como el deslinde de las tierras comunales indígenas.
Francia reclama a México agravio por caricaturas
La Intervención francesa pone a prueba a la naciente prensa liberal. Desde la llegada de la escuadra tripartita a Veracruz, La Orquesta llama al pueblo a alinearse en torno a Juárez y hace una guerra propagandística de gran nivel en contra del invasor.
Un ejemplo es la ridiculización que hacen del embajador de Francia, Dubois de Saligny, una de las figuras más activas para provocar la intervención. Un día se presenta borracho a un acto oficial a pesar de que hay ley seca. El gobierno no lo puede detener porque desencadenaría la intervención. Entonces, Escalante lo retrata como una vieja botella de coñac. A partir de ese momento, cada vez que hablan de De Saligny lo dibujan tirado de borracho o como el dios Baco, o como el tapón de una botella y le dedican versos donde lo tratan como un alcohólico irrefrenable. Recuerdo uno de ellos, una parodia de la canción del pirata: "Que es mi barca mi tesoro, que es mi dios la libertad, etcétera. Ellos escriben "que es la copa mi tesoro, que es mi diosa la ebriedad".
Otro de sus personajes favoritos de su sátira es Juan Nepomuceno Almonte, la figura indígena que Francia le opone a Juárez porque se da cuenta de que éste convoca a grandes sectores de la nación mexicana, entre otras cosas porque es indígena. Además de ser hijo de José María Morelos, Nepomuceno es también indígena. Los caricaturistas liberales que no utilizan elementos racistas contra Juárez ¬a diferencia de los conservadores que sí lo hacen¬ sí los usan contra Juan Nepomuceno, lo ridiculizan como un indio pata rajada, lo dibujan siempre con huaraches y calzón de manta, cuando éste se presentaba como un caballero.
La Orquesta ataca a esos dos personajes y los llega a descreditar de manera tan fuerte ante la opinión pública que cuando se instala el Imperio, ni Almonte ni Saligny tienen papeles importantes. La agresión a la figura del embajador llega a tal grado que entre las reclamaciones
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