LA CIUDAD ANTIGUA
Enviado por YuriMendoza • 25 de Abril de 2012 • 1.387 Palabras (6 Páginas) • 882 Visitas
LA CIUDAD ANTIGUA
LIBRO I
CAPITULO I
CREENCIAS SOBRE EL ALMA Y LA MUERTE
Por mucho que nos adentremos en la raza indoeuropea de la cual eran descendientes las poblaciones Griegas y Romanas, no encontraremos documentos que aseguren que la muerte significaba el fin de todo, pues las antiguas generaciones a los filósofos creyeron en una existencia posterior a la presente y miraron la muerte no como la disolución completa de nuestro ser, sino como un cambio de vida. Según las creencias más antiguas de los Italianos y los Griegos no era en otro mundo extraño a este en el que debía pasar su segunda existencia, sino en este mismo, cerca de los hombres continuando su vida debajo de la tierra. Se llegó a creer que el alma permanecía unida al cuerpo ya que había nacido con él, no se le separada por la muerte, sino que se enterraba con él en la tumba.
Era costumbre después de la ceremonia fúnebre llamar tres veces el alma del muerto por el nombre que había llevado en vida, deseándosele una existencia feliz bajo tierra y tres veces se le decía pásalo bien, añadiendo que la tierra te sea ligera. Sobre el sepulcro se escribían expresiones que servían de descanso al hombre, expresión que ha llegado de siglo en siglo hasta nosotros.
En la antigüedad se encerraban con el cuerpos objetos que podían necesitar; se derramaba vino, leche o sangre de alguna victima para calmar su sed y se depositaban alimentos(tortas, frutas etc..) para calmar su hambre, se rodeaban de grandes guirnaldas de hierbas y flores porque esto alegraba a los muertos, también se degollaban caballos y esclavos para que les sirvieran en la tumba como lo habían hecho en vida. De tales creencias surgió la necesidad de las sepulturas permitiendo de este modo al alma residir en esta mansión subterránea junto al cuerpo al que había estado unido; el alma que no tenía sepultura no tenía moral y tenía que andar siempre vagando en forma de fantasma atormentando a los vivos, es decir, el alma sin sepultura era una desgracia por eso la ceremonia fúnebre no era para demostrar el dolor de los vivos si no para procurar el descanso y la tranquilidad de los murtos celebrando ritos y fórmulas tradicionales. Mas que al alma se le temía a la privación de sepultura porque en ello iba el descanso y la felicidad eterna. En las ciudades antiguas la ley condenaba a los grandes criminales a la privación y sepultura como un castigo terrible porque imponía al alma un apena casi eterna.
CAPITULO II
EL CULTO DE LOS MUERTOS
Se comprendía que los vivos debían satisfacer las necesidades de los muertos y se tubo la costumbre de llevar a los muertos sus alimentos, ademas se estableció una religión de la muerte que duró hasta la llegada del cristianismo considerando que los muertos eran como seres sagrados llamándolos buenos , santos y bienaventurados, es decir, cada muerto era un Dios para su familia; no era necesario ser un hombre virtuoso pues el malo se convertía en un Dios como el bueno y este se diferenciaba porque sus acciones iban a ser las mismas en una segunda existencia. Los Griegos daban a los muertos el nombre de dioses subterráneos y los Romanos el nombre de dioses manes.
El libro de las Leyes del Manu habla de este culto como el mas antiguo entre los hombres, hoy en día solamente los Indios continúan haciendo ofrendas a sus antepasados y este culto es de igual importancia para la India, Grecia y Roma porque ellos miraban los muertos como seres divinos que gozaban de una existencia feliz quienes dependían de que los vivos les llevaran sus ofrendas ; los hombres después de muertos seguían desarrollando un papel importante pues desplegaban actividades y energías por eso se les rogaba, pedía auxilio y favores. Nuestros antepasados consideraron que a los manes (muertos o dioses) cuando eran maléficos y los llamaban lares cuando eran benévolos y propicios. La muerte fue el primer misterio, pues el hombre tuvo la primera idea de lo sobrenatural cuando empezó a determinar y esperar
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