LA CIUDAD DE LOS REYES DE LOS CHAVES DE LOS QUISPES
Enviado por carolinacordov • 5 de Mayo de 2014 • 1.164 Palabras (5 Páginas) • 530 Visitas
Acabo de leer el libro de Rolando Arellano y David Burgos que trata de los cambios ocurridos en nuestra capital del típico limeño debido a la migración de provincianos.
Yo que he vivido en la llamada Lima Conurbana (Lima Este) durante casi toda mi vida he visto y vivido muchos de los cambios que han ocurrido. Una particularidad no mencionada en el libro es que los habitantes de Lima Conurbana ocupan su vivienda no cuando la terminan, como sí lo hacen los de Lima Central, sino que apenas tienen un espacio basta una estera, unos plásticos, unas maderas y listo, ya la “casa” está ocupada. A medida que van progresando económicamente, van construyendo, ponen la columnas, el piso, luego el techo, y así a punta de trabajo, remodelan su casa y la mejoran hasta llegar a la casa de 3 o 4 pisos de material noble.
Paralelamente a la construcción de la casa van poniendo los servicios básicos de energía eléctrica, agua y desagüe. El teléfono, Internet y cable vienen después. Esto no siempre es así, en mi caso tuvimos desde los años 70 energía eléctrica y teléfono, pero no agua ni desagüe que llegaron a fines de los 80 y comienzos de los 90.
Luego de la casa ya se preocupan de las veredas y posteriormente de la pista, para lo cual el trabajo ya es de un grupo de vecinos y no por esfuerzo familiar, como es el caso de la construcción de la vivienda. Si los vecinos están unidos y son trabajadores logran, presionando a las autoridades y “poniendo de la suya”, obras como los servicios básicos, veredas y pistas.
Asimismo, he notado que muchas personas de Lima emigran por temporadas al sur a zonas como Lunahuaná o al centro como Cieneguilla o a Asia. Antes la gente iba Chosica. Asimismo, cuando estuve en el extranjero la mayoría de los peruanos con los que me encontré eran de la Lima Conurbana.
En el libro se pone un ejemplo muy ilustrativo de cómo realiza la compra el nuevo limeño. Según el libro, no busca lo más barato, sino la calidad. Con lo poco o mucho que tiene, compra el bien que sea de mejor calidad. Si tiene presupuestado; por ejemplo, 60 soles para comprar zapatos, él buscará por todas las tiendas aquella que le venda el mejor zapato cercano a ese precio. A diferencia de muchos gobiernos regionales o municipios, que licitan obras buscando lo más barato, el neolimeño busca calidad. Por ejemplo, muchas veces se ha visto que las licitaciones de carreteras las ganan empresas que realizan un pésimo trabajo con materiales de la peor calidad. Esa carretera no durará mucho, tras unos años o incluso meses, nuevamente se tienen que volver a construir y otra vez se comete el error de licitar por precios, no por calidad. De esa manera se gasta más de lo que se debería.
De esto se han dado cuenta los limeños. Si compro un zapato por 40 soles, pero me dura solo unos meses y luego tengo que volverlos a comprar y gastar otros 40 soles, prefiero la alternativa de gastar 60 soles por un buen calzado que sé que me va a durar unos cuantos años. En este último caso, en el global, gasto menos.
Un caso típico de un producto que ha mejorado su calidad es el vino. Antes me acuerdo que era muy difícil entrar vinos de calidad y su compra era todo un albur. A veces era bueno, otra malo. En Acho podrías haber encontrado una variedad de precios y de calidad,
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