ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

inharrApuntes16 de Octubre de 2021

2.950 Palabras (12 Páginas)199 Visitas

Página 1 de 12

BLOQUE 11: LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA.

FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES (1939-1975)

1.- El sistema político de Franco

El resultado de la Guerra Civil española fue la consolidación del régimen dictatorial que los sublevados habían construido desde octubre de 1936. El régimen perduró hasta la muerte del dictador en 1975. Se mantuvo siempre como una férrea dictadura, aunque sus instituciones fueron evolucionando.

1.1.- Rasgos esenciales del régimen franquista.

-El totalitarismo. Se suprimió la Constitución de 1931 y todas las libertades individuales y colectivas; se clausuró el Parlamento. Sólo se permitió la existencia de un partido único y de un único sindicato oficial.

-El caudillismo. Franco, con el título de Caudillo de España, era el jefe del Estado y también fue el presidente del gobierno.

-La concepción unitarista y centralista del Estado. El franquismo abolió los estatutos de autonomía y fomenta la españolización de la población.

-Fue marcadamente antiliberal.

-La represión de toda la oposición. Se crearon los Tribunales de Orden Público para perseguir a todos los disidentes y a cualquier actitud contraria al ideario del régimen.

-El control de los medios de comunicación, eran utilizados como un aparato de propaganda franquista.

-Defendió el anticomunismo.

-El tradicionalismo es visible en sus discursos.

-Clericalismo muy conservador que dio un papel privilegiado a la Iglesia. El aborto, el divorcio, los matrimonios civiles, los cementerios laicos, los nombres no católicos desaparecieron.

-El militarismo

-Creó un sistema corporativista en el que cada institución, tiene su función y no puede ejercer ninguna otra.

-La planificación económica. El Estado nacionalizó algunas empresas deficitarias o estratégicas, fijó precios, limitó las importaciones y elaboró planes de inversión y desarrollo. Sin embargo no suprimió la propiedad privada.

1.2.- Los pilares del régimen.

El Ejército fue el más destacado sostén del régimen y participó activamente en el poder. Identificaban su deber de defender España con el mantenimiento del régimen.

El partido único, denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS, se encargó de dotar al régimen de sus bases ideológicas y de suministrar los cargos de la administración. El partido constituyó cuatro organizaciones de masas: el Frente de Juventudes; la Sección Femenina; el Sindicato Español Universitario, y la Central Nacional Sindicalista, 

La Iglesia católica tuvo un papel destacado en la legitimación del régimen, que se definía como un Estado confesional católico y prohibía el ejercicio público de otras religiones. A cambio la Iglesia obtuvo financiación pública, el control casi exclusivo del sistema educativo y el predominio de los valores y la moral católica en el conjunto de la sociedad española.

1.3.- Principios ideológicos del franquismo.

En la dictadura franquista no hubo un partido político sino que existían distintas familias, ante las cuales Franco ejercía de juez y árbitro supremo. El poder se manifestó siempre en tres vertientes: civil, militar y eclesiástica.

Nacional-patriotismo. 

La principal aportación ideológica de los militares al régimen fue el nacional-patriotismo, una visión unitaria y tradicionalista de España.

Nacional-sindicalismo. 

Franco optó por el fascismo italiano como modelo y, por tanto, la Falange, el partido fascista español, aportó un gran bagaje ideológico. Como el hipernacionalismo, la idea de España como un Imperio,el adoctrinamiento político de la juventud (OJE) y la mujer (Sección femenina)...

Nacional-catolicismo. 

El nacional catolicismo se traduce en la defensa de la religión y de la moral católicas en sus versiones más tradicionales, como algo consustancial a la propia España.

Principios ideológicos rechazados. 

Liberalismo. Tanto los militares, como la Iglesia, como la Falange o los carlistas culpaban al sistema liberal de los males por los que había pasado España. Optan, por un sistema sin partidos políticos, sin elecciones, sin división de poderes, sin parlamento y sin las instituciones y características de un sistema liberal.

Conspiración judeo-masónica-comunista. La obsesión y fobia que Franco sentía sobre el judaísmo, la masonería y el comunismo se debía a que eran introductores de los dos grandes males del siglo XIX y XX: la democracia y la lucha de clases.

1.4.- Los apoyos sociales.

El franquismo contó con apoyos más o menos entusiastas en todas las clases sociales y en toda España. Desde sus inicios, la dictadura contó con el apoyo de las élites económicas y sociales (terratenientes, empresarios, financieros...), que recuperaron el poder económico, social y político perdido durante la Segunda República.

1.5.- Grupos ideológicos o familias políticas

Católicos: La familia política católica siempre tuvo en sus manos los ministerios de Educación y Asuntos Exteriores. Entre 1943 y 1957 fueron los que tuvieron la hegemonía política. Los católicos tradicionalistas fueron sustituidos a partir de 1957 por los tecnócratas del OPUS DEI.

Los Falangistas o el Movimiento: El falangismo también mantuvo el control de las carteras de Trabajo Agricultura. Tuvo su hegemonía en los inicios de la dictadura en la denominada etapa azul.

Militares: El ejército fue el principal sostén del Régimen y el artífice de la victoria sobre la República. El ejército estuvo siempre firmemente controlado por Franco y subordinado a su persona, por ello nunca fue un grupo de presión.

Monárquicos: Estaban divididos en dos tendencias: carlistas y donjuanistas. Ambos apoyaron a Franco en la Guerra Civil. Los carlistas controlaron el Ministerio de Justicia, en línea con el tradicionalismo católico y conservador, recibieron importantes cargos públicos. Cuando Franco declaró, en 1947. En cuanto al candidato carlista (don Javier de Borbón), Franco no contaba con él para darle el trono; sobre los monárquicos partidarios de don Juan, hijo de Alfonso XIII.

En 1969, Franco logró su objetivo cuando don Juan Carlos de Borbón, hijo de don Juan, juró fidelidad a Franco y a los principios del Movimiento al ser declarado heredero del trono.

Franquistas puros: Solían ser técnicos independientes o sin adscripción a ninguna familia política, pero siempre con la característica común de la fidelidad y la adhesión incondicional al Caudillo.

Tecnócratas: Hicieron su aparición en la década de 1960. Muchos de ellos eran monárquicos “franquistas”, que encarnaría el joven Juan Carlos, o miembros del Opus Dei. Se hacen cargo de la economía del país en esa época. Para ellos el desarrollo económico del país contribuiría a modernizar y a legitimar al régimen.

En realidad, todas estas “familias” eran ficticias, pues Franco, que carecía de una ideología política, elegía a sus colaboradores por la lealtad personal, la eficacia, la prudencia y la carencia de ambición.

1.6.- Los instrumentos de la represión.

Con la finalización del conflicto se procedió a la institucionalización de la represión, mediante la aprobación de una serie de leyes al servicio del gobierno. La primera ley represiva fue la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), pretendía la depuración total de las personas que habían colaborado políticamente con la República.

En 1940 se añadió la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería.

En los primeros años de la posguerra, la mayoría de las causas fueron juzgadas por el Tribunales Militares en Consejos de Guerra.

En 1940 se crearon los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, integrados por reclutas que el régimen consideraba peligroso incorporar al Ejército. Ambos batallones se dedicaban a la realización de obras de reconstrucción de carreteras, puentes, líneas ferroviarias y obras hidráulicas, o trabajaban en canteras, minas y edificios públicos de todo tipo.

En 1963 se creó el Tribunal de Orden Público (TOP), una jurisdicción civil para los delitos políticos.

El franquismo prohibió todas las manifestaciones lingüísticas y culturales no castellanas que pudieran servir como base para el mantenimiento de actitudes nacionalistas. El catalán, el vasco y el gallego, fueron considerados como simples dialectos, inapropiados en la vida pública, la administración, enseñanza, medios de comunicación y espectáculos públicos.

El conjunto de medidas represivas adoptadas trataban no sólo de castigar, sino también de difundir el terror entre la población y de acallar cualquier intento de disidencia. La represión llevó al exilio a buena parte de los intelectuales, profesores y profesionales más comprometidos con los nacionalismos catalán, vasco y gallego.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb) pdf (114 Kb) docx (22 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com