“LA ERA DEL CONFORMISMO”

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ESCUELA: UNIVERSIDAD DE ECATEPEC

TEMA: “LA ERA DEL CONFORMISMO”

NOMBRE DE LA ALUMNA: LILIANA MORQUECHO SALAZAR

PROFESOR: IRVING URIBE NARES

ASIGNATURA: ARTÍCULO Y  EDITORIAL

GRUPO: CC0501

LA ERA DEL CONFORMISMO

Hablamos de caballeros, de soldados, de aquel que no se quedó con las manos cruzadas y fue tras de mejores cosas, como un mundo feliz, o aún mejor…                   Un pensamiento libre.   Lamentablemente al día de hoy, esas personas están en peligro de extinción.

Llamémonos conformistas por  cumplir con las expectativas de la gente, por no salir de nuestra zona de confort, por no arriesgarnos, o peor, por dejarnos pisotear y dejar que hagan lo que se les pegue la gana.  ¿Dónde quedo  toda esa gente que luchaba por algo mejor? Será que les dio por vivir, ¡No! Disculpen… se les dio por ¡Sobrevivir!  

Las personas del hoy ¡Del siglo XI! Ya no luchan como antes, ya no luchan como aquella juventud que estaba dispuesta a buscar un cambio, un cambio total y verdadero, una juventud que iba desde lo más mínimo como una aguja en un pajar, como una pisca de sal en el mar, hasta mover la tierra y hacerla triangular. ¿Es doloroso? Lamentablemente sí, hoy en día somos como unos maniquís, aquellos que pueden mover de aquí para allá, aquellos que pueden maquillar y vestir. Sería increíble poder hacer un cambio de verdad, un cambio real; que haga maravillas en nuestra sociedad, en nuestro país, y si se puede en el mundo entero. Pero ¿Por qué no lo podemos hacer? Fácil, le tenemos miedo al fracaso. El ^[1]Fracaso se dice  venir de la palabra italiana “fracassare” que puede traducirse como “estrellarse” o “romperse”. Por ende entendemos que no nos gusta rompernos, no nos gusta fallar. Pero ese es nuestro error, ya que el fracasar no simplemente es “romperse”, ya que puede ser algo muy distinto. Hay una frase de Robin Sharma que simplemente es fascinante, esta dice así “El fracaso es no tener el coraje de intentarlo, ni más ni menos. Lo único que se interpone entre la gente y sus sueños es el miedo al fracaso. Sin embargo, el fracaso es esencial para triunfar. El fracaso nos pone a prueba y nos permite crecer.” Entonces llegamos a la conclusión de que somos conformistas por miedo al perder. Pero no perdemos nada, al contrario ganamos mucho. Obviamente no es fácil, pero no imposible, todo está en la confianza personal, en  nuestros pensamientos y sobre todo en nuestras emociones y percepciones de nuestra vida en su mismo entorno. Por eso mismo tenemos que cambiar y no solo quejarnos, porque es muy fácil reaccionar, pero no vemos todo aquel mal que logramos con solo reaccionar. Un ejemplo muy sencillo es el México de hoy, un México del siglo XI, donde tenemos a un presidente audaz, capaz, y sobre todo ¡Carita! Porque obviamente México tiene que dar una nueva imagen. Pero eso no es todo, tenemos a una cámara de diputados muy poderosa, y al parecer dicen que un pueblo muy pobre. Pero pobre de la mente, pobre del pensar y del actuar, siempre juzgamos al gobierno, que el gobierno hizo esto y aquello, que por el estamos como estamos, pero no…

La verdadera realidad es que a las personas conformistas siempre encuentran la justificación perfecta para no hacer, no crecer, no arriesgarse y simplemente no vivir.  

La triste realidad es esa…. No nos gusta hacer las cosas, pero si nos gusta quejarnos u opinar de mala manera. Pero que nos cuesta ponernos en el lugar de los demás y desde ahí entender las circunstancias y decir lo que es, y no solo hacer una crítica negativa. Muchos de nosotros, los mexicanos o los chilangos como se acostumbra a decirnos, somos tan apasionados a lo que nos dedicamos, ya sea por un trabajo, por la familia, por la escuela, por un hijo, entre otros… Y sabemos el valor de cada cosa que hacemos,  en ocasiones no es fácil. De tal modo que hay otros que simplemente se la pasan esperando a que algo exitoso les pase, en lugar de salir a buscarlo, y esas personas son las que más se están quejando, y eso es lamentable, porque no nos gusta estudiar, queremos que todo nos llegue  peladito y a la boca, y las cosas no son así.

Por otro lado el gobierno siempre ha sido el mismo de siempre, no es que sea el presidente, o la cámara de diputados ¡No!, simplemente es que las cosas son como son, ya están dictadas y seguirán siendo así con un pueblo que no tiene hambre del saber, conocer y sobre todo de ser. La sociedad de hoy, llamada los millennials  es la que debe de cambiar a nuestro  México, ya que dicen que “los jóvenes son los que cambiarán al país”, y a decir verdad pues sí, porque los jóvenes son los que estudian, los que saben la verdad, los que ya no creen en todos  los medios de comunicación , y más la televisión donde nos venden las mismas historias del mismo mexicano conformista, en lugar de que nos presenten a un mexicano sobresaliente, o simplemente no nos vendan cosas desechables, sino todo lo contrario, queremos algo firme, con poder ,y sobre todo queremos algo real sin tanta ^[2]verborrea y mentiras absurdas. No seamos como las generaciones “Y” o “Z”, las cuales la mayoría todo se creían, pero  sobre todo, no se conformen. Y bueno, a ¿Qué viene todo esto?, porque llamarle “La era del conformismo “y por qué relacionarlo con nuestro país. El conformismo es una de las principales causas o problemas que tenemos hoy en día, ya que la gente vive una vida que no quiere vivir, este estado, si es que se le puede llamar así, puede actuar inconscientemente y puede aceptar cosas que uno no quiere, pero por necesidad o por el simple hecho de “hacer” pues uno las toma. Pero esto es cierto, ya que muchas de las decisiones conformistas de las personas van en contra de su propio sentido de vivir. La palabra conformismo que es básicamente un estado mental donde las personas aceptan su situación, y sus condiciones de vida, ya que no pueden llegar a creer que es posible generar un cambio o alguna mejoría. La verdad es muy triste porque las personas que tengan o llegan a tal grado de ser conformistas, su mentalidad ya está programada para actual de tal manera. Suele pasar que aquellas personas no lleguen a ser líderes o proactivos, y lo más triste es que en su vida no se basan en sus deseos, simplemente se basan en su realidad.

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