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LA ESCLAVITUD EN EL PERÚ


Enviado por   •  14 de Junio de 2016  •  Ensayo  •  1.399 Palabras (6 Páginas)  •  294 Visitas

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LA ESCLAVITUD EN EL PERÚ

Introducción.-

Un tema que enfoque la esclavitud, debe ubicarse dentro de un contexto histórico que permita explicar este fenómeno social en sí mismo, que tuvo en su momento condición y justificación jurídica, y que posibilite entender su proyección en el tiempo presente, su inercia emanada  de una propensión económico-política destinada a vivir del esfuerzo ajeno –a explotarlo--  al menor costo posible.  No se podría hablar con rigor de la existencia de  la esclavitud  en el Perú de hoy día como contexto --pues es inconstitucional y fue abolida oficialmente en 1854, por el Mariscal Ramón Castilla--, para luego abordar la esclavitud de hecho en pleno siglo XXI en una zona determinada del país.

Marco de la esclavitud en el Perú.-

En el  inconsciente colectivo del Perú pervive un fuerte sentimiento racista y de casta, que no se comprendería adecuadamente sin considerar que en nuestro país, luego de la llegada de los españoles en el siglo XVI y de la imposición de la cultura europea, de la mortandad que hubo entre los naturales, de las relaciones sociales de sometimiento que se impuso (no olvidarse de que se trató de una conquista), y de la importación de personas que  fueron traídas para reemplazar  la merma de mano de obra.  En el Perú hubo tareas que debían realizarse en los extensos sembríos de caña de azúcar, algodón, además de las minas, los yacimientos de guano de islas,  el salitre, más tarde el caucho, etc. Los indios en su mayor parte, tenían supuestos derechos  otorgados por la corona; pero que no eran respetados por los peninsulares en  el virreynato, siendo tratada la mayoría en los hechos, como esclavos.  Hubo esclavos negros;  coolíes chinos que llegaron contratados entre 1848 y 1874, que fueron reducidos en los hechos también a la condición de esclavos; habitantes de Rapanui (Isla de Pascua) que fueron secuestrados entre 1862 y 1864; aborígenes selváticos que sufrieron lo indecible a partir de 1885 en las plantaciones de los caucheros…  Los esclavos  formales y de hecho, eran considerados como animales; tanto es así que a los negros se les marcaba con hierro candente (carimba) en “sus rostros, frentes o nalgas” (W.Espinoza – 1997) como hoy se hace con las bestias. El intenso mestizaje que supuso la convergencia de estas personas que venían de distintos orígenes, acentuó la estratificación de la pirámide de castas, en cuya cúspide estaban los españoles, y en la base los indios, que estaban peor que los esclavos negros, “porque los negros gozaban de alguna consideración de parte de sus amos por tener un valor monetario. Mientras los indios, por el contrario, tenían privilegios y derechos en los papeles solamente” (Waldemar Espinoza – 1997).

La esclavitud de hecho en el Perú de hoy.-

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha confirmado la existencia de formas de esclavitud en el Perú.  En el año 2011, Gulnara Sainan,  relatora especial de la ONU,  advirtió que  “las peores formas de esclavitud en el Perú se dan en la minería y la tala ilegales, así como en el reclutamiento forzoso de menores en el Ejército y en la servidumbre doméstica” (EFE 20-mayo-2011).  Podemos añadir por el conocimiento bastante difundido por los medios de prensa, que también se da en los casos de la trata de personas, en especial adolescentes; concentrándose esta lacra, especialmente en la Región de Madre de Dios. Desde luego, también sucede en otros lugares del territorio nacional (verbigracia Huánuco y Ucayali), pero es aquí en donde se ha identificado más claramente el fenómeno.   Por otro lado, y de manera más sutil, se puede hablar  de esclavitud financiera en que la laxitud de los controles regulatorios de las autoridades,  a partir del modelo económico en vigencia, permite el cobro de intereses usurarios que condenan a muchos tomadores de créditos a caer en  ese tipo de esclavitud financiera, puesto que están condenadas de por vida a pagar deudas que se retroalimentan.  No debemos olvidar la tercerización o “outsourcing”, que por su forma de comercializar servicios de personas,  se asemeja un poco a la contratación de chinos, de que nos habla Fernando de Trazegnies (Obra “En el país de las colinas de arena”- 1994).

La existencia del sentimiento racista y de casta que pervive en el inconsciente colectivo de muchos peruanos,  posibilita el que este tipo de cosas se conozcan, se condenen, pero no se combatan con la energía que se supone se haría en otras naciones que no padecen este tipo de prejuicios culturales; por ejemplo, en Escandinavia.  

Sin salirnos de los parámetros establecidos para este trabajo, no quisiéramos concluir sin recordar que la esclavitud se está extendiendo también en países autodeclarados respetuosos de los derechos humanos, como EE.UU., en donde la industria de la esclavitud se expresa en las cárceles privadas; ejemplo de lo cual sucede en el Estado de Georgia, bajo la dirección de la “Corrections Corporation of America” (Elaine Tavares – 30.octubre.2015).

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