LA PEDAGOGÍA DE LA REFORMA
Enviado por melissa317 • 5 de Noviembre de 2013 • 1.898 Palabras (8 Páginas) • 786 Visitas
LA PEDAGOGÍA DE LA REFORMA
2.1 REFORMA RELIGIOSA
Durante gran parte del siglo XIV y comienzos del XV, la creciente corrupción y secularización de la Iglesia (que se traducían en la venta y acumulación de cargos eclesiásticos, enriquecimiento de la corte papal y el alto clero, como cardenales, obispos, abades, etc.) dio lugar a la aparición de concepciones vinculadas con el Humanismo, que defendían un acercamiento directo a Dios y hacían presente la necesidad de una reforma en la organización religiosa.
El florecimiento de una nueva mentalidad y la aparición del espíritu crítico, característicos del Renacimiento y el Humanismo, extendieron poco a poco su influencia hacia el terreno religioso. Se comenzó a examinar y a poner en duda los fundamentos doctrinarios de la Iglesia de Roma.
El fundador de la Reforma protestante fue el monje agustino alemán Martín Lutero, quien era un hombre profundamente religioso preocupado por la salvación de su alma y, por este motivo, ingresa en 1507 en la orden religiosa de los agustinos buscando la paz espiritual.
En el convento, Lutero prosiguió sus estudios y se convirtió en un experto en la Biblia y en los autores cristianos medievales; llegó a ser un doctor universitario y se le contrató para dar clases en la nueva universidad de Wittenberg, que entonces era la capital del ducado de Sajonia. A partir de la revitalización que vivió el Sacro Imperio Romano Germánico desde que Otón I el Grande se convirtiera en emperador en el 962, los papas y emperadores se vieron involucrados en una continua contienda por la supremacía en los asuntos temporales y terrenales. Este conflicto concluyó, a grandes rasgos, con la victoria del Papado, pero creó profundos antagonismos entre Roma y el Imperio, que aumentaron durante los siglos XIV y XV.
La animosidad provocada por los impuestos papales y por la sumisión a los delegados pontificios se extendió a otras zonas de Europa. En Inglaterra, el principio del movimiento para lograr una independencia absoluta de la jurisdicción papal empezó con la promulgación de los estatutos de Mortmain (1279), Provisors (1351) y Praemunire (1393), que redujeron, en gran medida, el poder de la Iglesia en el control del gobierno civil sobre las tierras, en el nombramiento de cargos eclesiásticos y en el ejercicio de la autoridad judicial.
La Reforma fue una gran revolución religiosa que rompió la unidad cristiana en Europa occidental y creó, al lado de la Iglesia Católica romana, otras confesiones cristianas, tales como la Iglesia Luterana, la Iglesia Calvinista y la Iglesia Anglicana, conocidas con el nombre genérico de Iglesias Protestantes.
3.2 LUTERO Y LA IDEA DE LA EDUCACIÓN ELEMENTAL OBLIGATORIA
En Martín Lutero (1483 – 1546), el gran titular de la Reforma religiosa, se inician y desenvuelven todas las ideas. Ya en su Carta a la Nobleza Cristiana de Alemania (1520) pide una reforma de la enseñanza, incluyendo a las universidades. “Aunque no existiera alma, ni infierno, ni cielo, sería preciso tener escuelas para satisfacer nuestras necesidades como habitantes de este mundo, según lo acredita la historia de los griegos y de los romanos. Yo me avergüenzo cuando oigo decir a nuestros cristianos: “La instrucción es buena para los eclesiásticos, pero innecesaria para los demás”. ¿Cómo ha de ser indiferente que el príncipe, el señor, el consejero, el funcionario, sean ignorantes u hombres instruidos, capaces de llenar cristianamente los deberes de su cargo? Demasiado comprendéis que hacen falta escuelas en todas partes para nuestros hijos, a fin de que los hombres lleguen a ser capaces de ejercer su vocación y la mujeres dirigir su casa y educar cristianamente a sus hijos.”
En otro de sus escritos pedagógicos, que conmovió profundamente a su pueblo, A los consejeros de todos los Estados alemanes, que deben fundar y sostener Escuelas cristianas, se pide de un modo enérgico al poder público que se encargue solícitamente de la educación. Es preciso educar a la juventud, porque así se logra la felicidad de nuestro pueblo. “Los gobernantes invierten con frecuencia crecidas sumas de dinero en la construcción de caminos y otras muchas obras de utilidad pública; ¿y por qué no han de emplearse también en la educación de la juventud y en la formación de buenos maestros de escuela? Dios nos ha colmado de beneficios y nos ha suministrado tantos elementos de cultura que en tres años se puede aprender hoy más que antiguamente en veinte y en treinta, así como a la edad de dieciocho años un joven puede saber más que sabían en otro tiempo todas las universidades y conventos. Pero no basta poseer tantos medios; es preciso no dejarlos perder, generalizarlos y multiplicarlos. De continuo vemos nacer y crecer niños de cuyo perfeccionamiento nadie se ocupa.”
En fin, en esta línea de pensamientos se eleva en su Sermón acerca de la necesidad de enviar a los niños a la escuela (1530) a la idea moderna de la obligatoriedad de la enseñanza. Es tan apremiante la formación de las nuevas generaciones que el poder público de estar “legalmente autorizado para obligar a sus súbditos a que envíen a sus hijos a los planteles educativos, en la propia medida en que cada súbdito tiene el deber de prestar servicio militar, para la defensa y prosperidad del Estado.”
Con respecto al fin y procedimientos de la instrucción, se aparta también Lutero de las ideas dominantes de su tiempo. Pone los valores religiosos en el centro de su sistema, pero en un estudio social de libertad. Censura la educación monacal, antimundana y rígida. “Se puede decir que un joven, cercado y separado de la sociedad es como un árbol naciente, cuya tendencia es crecer y dar frutos, plantado en un tiesto estrecho. Porque los monjes aprisionan a la juventud que ha tenido a su cargo, como los hombres ponen en oscuras jaulas a los pájaros, para que no puedan ni ver ni conversar con nadie. Pero es peligroso para la juventud estar sola y apartada de la sociedad. Por tanto,
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