LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL EN COLOMBIA

La reelección presidencial en Colombia, ha sido motivo de debate durante los últimos años en la vida nacional, la modificación de la constitución política promovida por el ejecutivo, en cabeza del expresidente Álvaro Uribe Vélez en el año 2004, ha traído como consecuencia la inclusión de esta figura en el sistema democrático colombiano. En esa época la discusión se centró en la legalidad del acto legislativo, pero poco se debatió acerca de la reelección en sí misma y sus implicaciones a futuro para el país. A continuación se pretende hacer una reflexión de las bondades de su implantación en Colombia, el análisis de los argumentos en su contra y las alternativas que frecuentemente se encuentran en la literatura.

Realizado un recuento de la historia republicana, la única Constitución en nuestro país que permitió la reelección presidencial data de 1821, como agradecimiento a la campaña libertadora de Simón Bolívar (Buitrago, 2003, p. 75), luego la figura se elimina parcialmente en el acto legislativo del 20 de enero de 1830, donde se inhabilita al presidente en ejercicio para postularse como candidato (Buitrago, 2003, p. 25), modificación que se mantendría a través del tiempo, hasta la promulgación de la constitución de 1991, en la cual la reelección presidencial es expresamente prohibida. Finalmente el acto legislativo 02 del 2004, reglamenta la participación del presidente en las elecciones haciendo posible la figura de la reelección inmediata únicamente.

Como vemos, históricamente la figura no ha sido popular en Colombia, en casos excepcionales los partidos políticos apoyaron un candidato para una posterior reelección cuando necesitaban la continuidad de unas políticas específicas, como fue el caso de Rafael Núñez y Alfonso López Pumarejo , la literatura explica este fenómeno por la historia bipartidista de Colombia, donde los ciudadanos siempre estuvieron identificados con un partido político, y por lo tanto el presidente era un accesorio de su estructura, el partido era quien realmente gobernaba (Buitrago, 2003, p. 74).

Aunque es evidente que los partidos políticos son vitales para la participación de los ciudadanos en la democracia, como afirma (Cortez, 2006, p. 2), ”El Pluralismo de la sociedad es considerado un Valor Superior, consagrado constitucionalmente y calificado como político, y con ello se pretende explicar la existencia de una diversidad de grupos que expresan este valor a través de los Partidos Políticos, quienes se convierten en sus voceros”. Experimentos en Colombia como el Frente Nacional , y los evidentes casos de corrupción e ineficiencia al interior de sus estructuras y en los cargos públicos que desempeñan sus miembros, han causado que los ciudadanos no se sientan identificados con estas organizaciones y por el contrario, la abstención y la apatía política prevalezcan en la actualidad nacional.

Cifras del (DANE, 2008) indican que la abstención en Colombia supera el 50% y que el porcentaje de ciudadanos que se identifican con un partido político no supera el 35%, en medio de este panorama, acompañado de una debilidad institucional, conflicto armado, crisis social y en general un estado de ingobernabilidad, surgió la figura de Álvaro Uribe Vélez, personaje de tipo caudillista . El hizo posible que el fenómeno reeleccionista, que había sido ajeno a la historia de Colombia, tomara una importancia inusitada en la vida nacional, y de esta manera poder continuar con sus políticas de gobierno.

No se pretende evaluar las razones por la cual la reelección se implanto en Colombia durante el gobierno del Ex presidente Uribe Vélez, o su legitimidad, así como tampoco sus ideas políticas, en contraposición, se busca establecer las bondades de la figura de la reelección presidencial en nuestra democracia, aprovechando que ya hace parte de nuestro sistema político.

El principal argumento que se esgrime a favor de la reelección, es la oportunidad de legitimar por medio de las urnas las buenas políticas de un presidente. Teniendo en cuenta que el electorado es quien otorga el poder, el candidato tiene responsabilidad e influencia directa en esta decisión (Cortez, 2006, p. 7). De esta manera, se incentiva el compromiso del gobernante de cumplir sus promesas de campaña, recibiendo como recompensa un segundo periodo presidencial, dando como resultado un alto grado de responsabilidad del gobierno frente a los electores.

Como consecuencia de lo anterior, la gobernabilidad se ve altamente favorecida, recordemos que el principal objetivo de los partidos políticos es la implantación de un modelo de desarrollo de sociedad, con la cual sus miembros estén de acuerdo y mantenerla en el tiempo, y a partir de la reelección, los miembros de los partidos que comulguen con las ideas del presidente apoyaran desde el legislativo sus planteamientos políticos, para que pueda cumplir sus promesas de campaña y pueda ser reelegido, y con ello sus políticas, su idea de sociedad; mientras que los demás se dedicaran a la oposición, realizando control político y presionando el cumplimiento de sus promesas de campaña, buscando acceder al poder.

Sin la figura de la reelección, y con el multipartidismo existente en Colombia, los partidos se dedicarían a promover sus propios candidatos, poniendo trabas al gobierno de turno, para acceder a la presidencia, sin darle una importancia verdadera a las ideas políticas.

Surge un interrogante entonces, ¿qué tipo de reelección es la más conveniente? reelección indefinida, inmediata por un solo periodo, o con intervalos de tiempo durante los ejercicios de los periodos presidenciales.

La opción más conveniente para Colombia es la reelección inmediata por un único periodo. La reelección indefinida, tentaría al presidente de turno a buscar los medios para permanecer en el poder a cualquier precio, Linz y Valenzuela afirman “El límite máximo de tiempo para cualquier gobierno entre elecciones es probablemente la mayor garantía contra la omnipotencia y el abuso del poder, la última esperanza

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