LA ruta de Hidalgo
Enviado por victor manuel heredia ortiz • 14 de Agosto de 2016 • Ensayo • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 609 Visitas
Ensayo por: Manuel Heredia O.
RUTA DE HIDALGO
A las 5 de la mañana del día 16 de Septiembre de 1810, el párroco de Dolores, Miguel Hidalgo, frente a los insurrectos llegó al atrio del pueblo, donde arengó a la multitud reunida, diciéndoles que el movimiento de independencia tenía como fin quitar del mando a los europeos, por que se habían entregado a los franceses y que ellos no debía de correr la misma suerte; Además les habló de los peligros que asechaban a la religión católica y que era necesario salvarla.
Invitó a todo el pueblo a unirse a la rebelión, señalando que: los que se unieran a sus huestes con arma y caballo les daría un peso diario, y los que se unieran a pie les daría cuatro reales diarios.
En Dolores, Hidalgo envío emisarios a sublevar las regiones de Guanajuato y cercanas a ella, como Querétaro, Guadalajara, San Luis Potosí y México.
Al salir de Dolores su ejército estaba integrado por 800 hombres.
Acamparon en una haciendo cercana a Atotonilco, al siguiente día llegaron al lugar mencionado y es aquí donde el cura toma la imagen de la virgen de Guadalupe a la que convirtió en estandarte y símbolo de la rebelión. La tomó aclamando “Viva Fernando VII, viva nuestra madre santísima de Guadalupe, viva la América”. Hasta la fecha existe la discusión del porque Hidalgo tomó esta imagen como símbolo, podemos señalar que lo más probable es porque esta era protectora de los indios y castas que conformaban sus filas es decir, recurrió a los sentimientos religiosos de los oprimidos para fortalecer el movimiento libertario.
Retirados del santuario, cruzaron el paraje llamado Arroyo de la Arena y entraron en San Miguel el Grande, donde se les sumó a la lucha Mariano Abasolo y en una hacienda cercana a este pueblo Hidalgo manda una carta de intimación a los miembros del gobierno para entregar la ciudad de Celaya; pero ante la aproximación de los insurgentes, los encargados de la ciudad huyeron a Querétaro. Durante el trayecto a Celaya se fueron uniendo numerosos voluntarios ala causa independentista.
En Celaya entraron el 20 de Septiembre, designándose nuevos funcionarios, se acordó tomar lista al ejército en las llanuras de la ciudad en donde la tropa aclamó a Hidalgo, Capitán General, Allende teniente general, Aldama mariscal pues hasta entonces carecía de rango militar.
El 21 de Septiembre el cura manda una larga y respetuosa carta al intendente de Guanajuato, Juan de Riaño, en tono conciliador – según señalan así para ganarse su apoyo- esta carta hablaba de la humillante y vergonzosa sujeción a la península por 300 años. A la que Riaño respondió de manera insultante, diciendo que: “lo esperaba con toda su chusma en Guanajuato”. Esta contestación tan hiriente y a la vez provocante para el ejército de hidalgo se puede deber a que el Riaño estaba confiado a que por esas fechas el ejercito realista de Calleja estaría en la ciudad para su auxilio.
Después de notificar los progresos del levantamiento insurgente los caudillos salieron de Celaya el 23 de septiembre, cruzaron Salamanca, Irapuato, Silao.
Mientras tanto en Valladolid, Abad y Queipo publicaba un edicto el 24 de Septiembre, en donde se declaraba al cura, Allende, Aldama y Abasolo “perturbadores del orden público seductores del pueblo, sacrílego, perjuros, declarándolos excomulgados. Para el 30 de Septiembre y 8 de Octubre siguiente aparecieron otros edictos de Abad que confirmaron y ampliaron el primero.
En Guanajuato, el intendente Riaño se disponía a defender la ciudad y decide fortificarse en la Alhóndiga de Granaditas. Guanajuato era la capital de la intendencia, una de las más importantes de la Nueva España. Contaba aproximadamente con 78.000 habitantes y fue entonces el momento de mayor esplendor de la ciudad. Rico real de minas, “la Valenciana” daba la cuarta parte de la producción total de plata que México exportaba.
La Alhóndiga se había terminado de construir para depósito de semillas, en noviembre de 1809, por órdenes del Intendente. Las clases pudientes vivían con derroche, los ricos marqueses habían alcanzado títulos nobiliarios como de marqueses de rayas. Era según Humboldt en 1804 “admirable ver en este sitio salvaje grandes y hermosos edificios rodeados de cabañas miserables de los indios.
El ejército de Hidalgo llega a la ciudad cuando Riaño y los españoles peninsulares estaban ya perpetuados en la alhóndiga. Toman la ciudad un 28 de diciembre, se produjo una terrible matanza y a pesar de los esfuerzos de los jefes insurgentes la ciudad fue saqueada. Dentro de este suceso estaba Lucas Alamán el cual pudo presenciar con detalle todo lo acaecido. Finalmente en el intendente Riaño muere durante este proceso, el cura Hidalgo pidío que su cuerpo y pertencecias fuera respetado.
Después de esta importante victoria militar, Hidalgo mando la fabricación de cañones y dotación de armas y municiones, nombra nuevas autoridades y acuña monedas. Podernos observar en Hidalgo un cambio, si tomó la ciudad de Guanajuato y ganó, pero la perdida de tantas vidas humanas creó en él un sentimiento de culpa que lo acompañaría y se haría más grande durante todo el periodo que estuvo al mando.
El ejército insurgente decide trasladarse a Valladolid, la razón es que en Guanajuato los insurgente no se encontraban seguros, ya que estaban rodeados por el ejército realista, en Querétaro por Manuel de Flon, San Luis Potosí por Calleja, Guadalajara por Roque Abarca y en México por Torcuato Trujillo. Por lo tanto el dirigirse a Valladolid sería la mejor opción que podría haber tomado los insurgentes.
Con rumbo a Valladolid pasó por: Celaya, Acámbaro, Zinapecuaro, Indaparapeo, Charo y es en una de estas dos poblaciones donde se reúne con el cura párroco de Caracuaro, Morelos. Durante su estadía en Indaparapeo, manda una carta d intimación al Gobierno de Valladolid y cuando la ciudad se entrega pacíficamente.
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