LAS CARACTERÍSTICAS DEL SÍMBOLO.
Enviado por jmjosejm • 11 de Junio de 2014 • Tesis • 501 Palabras (3 Páginas) • 195 Visitas
1. LAS CARACTERÍSTICAS DEL SÍMBOLO. En el símbolo se da toda la complejidad de la producción y comunicación de sentido.
Por estas características, el símbolo puede ser diferenciado del ícono (un signo que reemplaza al objeto por semejanza) y del índice o indicador (el cual se caracteriza por la causalidad). El símbolo permite exteriorizar o reflejar un pensamiento o concepto a partir de una convención social (de carácter arbitrario).
El símbolo se caracteriza también por su índole vicaria: está presente, pero sólo en función de la presencia de lo simbolizado. Puede entonces ocurrir que la homología entre los dos términos se establezca también mediante algún rasgo propio de lo simbolizado prestado al símbolo, a fin de que éste sea más adecuado a su función. Por ejemplo, la solicitud amorosa y la amargura en el canto de la viña de Is 5,1-6 son ya las de Dios más que las del agricultor; pues bien, justamente la realidad de estos sentimientos en el agricultor concreto de la figura es lo que da vigor a la asociación simbólica.
Asociación no es identidad; y homología es igualdad de relaciones dentro de las realidades asociadas, pero no igualdad de las realidades. El símbolo es siempre también tensión: la asociación se establece en la dualidad, y la homología en la diferencia; pero multiplicidad, separación, distancias temporales .y espaciales son las condiciones de posibilidad en función de la unificación. El símbolo, a la vez que se afirma a sí mismo, afirma lo no afirmable sin mediante sí; se da como conocido para hacer conocer lo desconocido; se expresa en la comunicación para comunicar lo inexpresado. Y la tensión es siempre hacia lo alto: de lo infrahumano a lo humano, de lo corporal a lo espiritual, de lo humano a lo divino. Es expresión unificadora del universo también en aquellas culturas que consideran el mundo como conjunto de planos de experiencia distintos más que universo de seres que interactúan. Como el símbolo existe para lo simbolizado, que es otro, diverso y desconocido, es palabra que resuena eficazmente en el silencio que la ha precedido y que todavía la rodea. Pues es cierto que revela lo simbolizado; pero el valor pleno de la homología asociativa se captaría sólo en el conocimiento total de lo simbolizado, que, sin embargo, permanece desconocido en el resto de su realidad. La luz del símbolo resplandece siempre en la sombra que perdura y se proyecta de lo simbolizado. Y ésta es la condición misma de la existencia del símbolo: para un sentido del todo manifiesto, un símbolo no puede ser verdadera comunicación nueva. Además, la permanencia de desconocido en que se encuentra el símbolo es también su posibilidad de expresar otras homologías, de decir más. La unidad de luz y de sombra en el símbolo y la asociación por él realizada, que ponen en movimiento a la vez las capacidades intelectivas y los sentimientos suscitados por la realidad simbolizante
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