LAS CULTURAS DEL MÉXICO ANTUGUO

UNIDAD I: LAS CULTURAS DEL MÉXICO ANTUGUO.

I.1 Las culturas del México antiguo y su cronología

Salvo para algunos eruditos, la historia del México antiguo consistía en el episodio final del esplendor azteca, cuando Cortés da el golpe final al imperio de Moctezuma-Xocoyotzin. Las inmensas ruinas y objetos de otras culturas que existen en vastas extensiones de México, estaban incomprendidas porque el occidente no había tenido intervención en ellas.

Hasta bien entrado el siglo XX toda la información que se tenía sobre Mesoamérica carecía de profundidad temporal. Fuentes españolas o indígenas del siglo XVI como códices pictóricos que no habían sido entendidos, monumentos, esculturas y otros objetos, permanecían mudos. Sin estratigrafía resultaba imposible saber cuáles eran los más antiguos. Gracias a las excavaciones arqueológicas y la ayuda de otras ciencias antropológicas, se ha podido colocar –por muchas dudas que haya– esos monumentos y los informes de esas fuentes en una secuencia temporal cada día más bien definida. Hemos podido avanzar en el entendimiento del largo proceso cultural de Mesoamérica eliminando algo del misterio pasado que se escondía tras la fachada azteca. Hay todavía tantos datos inciertos, tantas posibles interpretaciones de los mismos hechos y tantas teorías que tratan de explicar el nacimiento o el desarrollo de la civilización indígena, que un estudio tan breve como el nuestro apenas podrá esbozar una propia interpretación de Mesoamérica así como sus consecuencias sobre el México actual que es su heredero.

Limitados a la civilización mesoamericana, no analizaremos, esos largos milenios de culturas inferiores durante los cuales el hombre de estas regiones llega a ser un agricultor sedentario que cultiva el maíz, el frijol y varias otras plantas comestibles o útiles. Vive ya en aldeas, hace cerámica, teje telas y cestos, labra la piedra, entierra con ceremonias a sus muertos. Ha creado una organización tribal y una magia que aún no es religión. Estos milenios son un antecedente muy importante para el inicio de la revolución urbana y las consecuencias que produjo. Cuando menos en algunas áreas hacia 1300 a. C. ya el hombre vive todo el año en poblaciones permanentes que el arqueólogo puede recobrar, iniciando así una hipótesis sobre el desarrollo sociopolítico, económico y religioso de estas comunidades que estaban en el inicio de la civilización. A partir de ese momento empieza a dibujarse el área cultural que es Mesoamérica, y nacen los elementos básicos que le permitieron elevarse al rango de civilización.

Así Mesoamérica –como todas las primeras civilizaciones– pasa por un largo período durante el cual, los hombres fueron ampliando su cultura, elevando su nivel de vida y acumulando conocimientos y nuevas formas de pensar, siendo iniciadores de esas diferencias regionales que sirvieron de chispa a la futura civilización.

Mesoamérica (ver mapa).

Sin tratar de precisar fronteras tan elásticas como dudosas, Mesoamérica es el término con que se denomina a la región del continente americano que comprende la mitad meridional de México (a partir de una línea que discurre desde el río Fuerte, baja hacia el sur hasta los valles del Bajío y luego sigue con rumbo noreste hasta a el río Pánuco; baja al centro, sur y sureste, zonas que han definido los antropólogos como Norte de México, Occidente, Centro, Golfo, Guerrero, Oaxaca y Zona Maya: Chiapas, Yucatán y Campeche), y los territorios de Guatemala, Belice, El Salvador y las porciones occidentales de Honduras, el costado pacifico de Nicaragua, hasta la Península de Nicoya en Costa Rica. Se trata de una macrorregión cultural de gran diversidad étnica y lingüística.

El llamado complejo mesoamericano incluye entre otros aspectos el asentamiento de civilizaciones que han dejado un gran legado cultural, la agricultura del maíz, el uso de calendarios, la organización estatal y de las sociedades, las grandes obras monumentales y los sacrificios humanos. El complejo mesoamericano sirvió como herramienta teórica para distinguir a los pueblos de la región con respecto a otras macroregiones culturales.

La homogeneidad del proceso civilizatorio mesoamericano ha sido discutida por diferentes historiadores y antropólogos. Hay quienes puntualizan las diferencias

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