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LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN.


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2013  •  Ensayo  •  1.780 Palabras (8 Páginas)  •  270 Visitas

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LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN

La educación es una herramienta fundamental para el desarrollo de los individuos, para mejorar la calidad de vida y lograr una igualdad en la sociedad.

Esta idea toma más importancia en la sociedad actual que cambia de manera constante, lo que hace que el desafío educacional se vuelva cada vez más complejo. La gran tarea que se plantea es que la educación sea capaz de integrar y transmitir los nuevos conocimientos y herramientas que evolucionan constantemente y que permiten al individuo adaptarse de manera natural a los cambios que se generan evitando un estancamiento que puede ser producida por una educación cerrada solo a contenidos mínimos y métodos arcaicos. Lo complejo del tema es que de debe delimitar, es decir dar un verdadero sentido a la educación de la sociedad del conocimiento para que los conocimientos teóricos y técnicos no sean inundados con la variedad y liviandad de información que invaden los espacios. Se requiere conservar es rumbo.

Para que esta idea tome forma se plantea integrar a la educación cuatro pilares fundamentales que sustenten lo anterior y que serán para cada persona los pilares del conocimiento.

APRENDER A CONOCER: Persigue que el individuo sea capaz de desarrollar todas sus capacidades, despertar su curiosidad intelectual, su sentido crítico y estar abierto a un proceso de formación constante.

APRENDER A HACER: Está íntimamente ligado con el punto anterior, y se refiere al como enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y cómo adaptarlo al futuro mercado laboral.

APRENDER A VIVIR JUNTOS: Es la idea de enseñar desde pequeños que existen diferencias entre las personas y que éstas deben ser respetadas, es aprender a compartir y trabajar intercambiando ideas, generando proyectos en común, prepararlos para enfrentar los conflictos y estimulando la comprensión mutua.

APRENDER A SER: Este punto pretende que cada persona se desarrolle de manera íntegra, no solo con respecto a conocimientos sino en cuerpo y mente, inteligencia y sensibilidad, responsabilidad individual, espiritualidad; y que va desde el inicio de la vida hasta el fin de ella.

En el texto queda claro que los cuatro pilares de la educación no se pueden limitar a un periodo o etapa de la vida o a un lugar determinado, estos se plantean como parte integral de la vida de las personas y no solo a la educación y que sean complementados con todos los ámbitos de la vida logrando un constante enriquecimiento personal.

• La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.

• Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además:

aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

• Aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, mas generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a causa

del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.

• Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción

de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse

para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.

El siglo XXI, que ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, planteará a la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro. Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por la corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos. En cierto sentido, la educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él.

Con esas perspectivas se ha vuelto imposible, y hasta inadecuado, responder de manera puramente cuantitativa a la insaciable demanda de educación, que entraña un bagaje escolar cada vez más voluminoso. Es que ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin limites. Sobre todo, debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio.

Para cumplir el conjunto de las misiones que les son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio

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