LUCIEN MATRAT

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LUCIEN MATRAT

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        Índice

• Biografía
• Doctrina Europea de las relaciones públicas
• La Escuela de París
• Fundamentos antropológicos de las relaciones públicas
• Dimensión corporativa de las relaciones públicas
• Confianza como elemento teológico
• Conclusión
• Bibliografía

Biografía

Lucien Matrar nació en 1907. Fue un intelectual francés pionero de la teroría y práctica de las relaciones públicas. Fundó la Asociación Francesa de Relaciones Públicas y la Confederación Europea de Relaciones Públicas, formando e influenciando así a jóvenes de esta disciplina, creando una escuela de pensamiento, la primera de la historia de las Relaciones Públicas. Su doctrina se basó en el paradigma beneficiario de las relaciones públicas, que las considera la estrategia de la confianza. La doctrina se basó fundamentalmente en el paradigma legatario de las relaciones públicas, considerándola como la estrategia de la confianza.

En el contexto de las relaciones públicas, Matrat es el punto de inflexión en contruir la teoría de las relaciones públicas a la par que el norteamericano James E. Gruning.

 Matrar pasó la mayor parte de su vida al frente del departamento de las relaciones públicas de una de las multinacionales francesa conocida como el grupo Elf. 

Fundó junto a otros el Código de Atenas, donde concreta el espíritu de la teoría europea: la dimensión ética de la profesión de las Relaciones Públicas, que han inspirado las principales líneas de investigación de la comunidad científica de finales del siglo XX.

También, es un cuerpo teórico que lideró el pensamiento de un conjunto de académicos franceses que constituyeron lo que hoy conocemos como “doctrina europea de las relaciones públicas”.

Doctrina Europea de las Relaciones Públicas

Las relaciones públicas se instauran en Europa tras la llegada de las tropas norteamericanas en la Segunda Guerra Mundial pues contaban con oficiales encargados de las relaciones con la prensa y otras relaciones con la población civil.

A diferencia de la teoría norteamericana, la doctrina europea de las relaciones públicas contaba con un cuerpo intelectual homogéneo convirtiéndola así en la primera escuela doctrinal de la disciplina. Dicho esto, una escuela doctrinal o teórica es el conjunto de investigadores, pensadores, teóricos que se sienten interesados por una disciplina y que comparten unas definiciones comunes: problemas a resolver mediante unas técnicas, métodos y estrategias apropiadas y en un lugar institucional común. Es así como los problemas de investigación consisten en los intereses comunes de investigación formulados por los miembros de una escuela.

Esta doctrina se caracteriza por dos principales aspectos: la naturaleza temporal y la naturaleza espacial, que se fundamentó de la conferencia pronunciada por Matrat, que luego se desarrolló por otros miembros de la Confederación Europea de las Relaciones Públicas (CERP).

La doctrina europea sostiene tres criterios: el concepto de confianza como elemento fundamental en las relaciones públicas, fundamentos antropológicos de las relaciones públicas y la dimensión empresarial de las relaciones públicas. Esta doctrina surge de la única experiencia de Matrat mientras estaba al frente del departamento del grupo Elf.

La Escuela de París

        La escuela de París fue de las primeras de las dos escuelas existentes hasta la fecha actual de las relaciones públicas. Se concentra en los principios de su fundador, Lucien Matrat, que han sido asumidos por sus partidarios al pie de la letra

Postula unas relaciones públicas basadas en la necesidad ética de que el hombre debe estar por encima de las organizaciones y son éstas las que debes satisfacer las necesidades de la sociedad. Es un concepto de bienestar social y coexistencia armoniosa entre individuo y organizaciones sociales.

Fundamentos antropológicos de las Relaciones Públicas

Para la empresa de París, la empresa se desarrolla en el interior de un “plasma” constituido por un público que recibe aportaciones, así como ideas, adaptación de trabajo o aportación de capital. Aunque la empresa no puede vivir sin estas aportaciones, los que aportan ideas, trabajo, capital y autorizaciones no son la empresa. Ellos pueden cambiar mientras que la organización sigue, pero es evidente que ésta depende de sus públicos.

Existe pues una dependencia sistemática de la empresa con respecto del público para realizar sus objetivos; esta dependencia exige comunicación. Ambos factores están formados por individuos, seres humanos, por lo que el objetivo final de la empresa ha de ser el hombre. Para Matrat nos encontramos actualmente con tres tipos de hombres: el consumidor, el social y el productor. Las relaciones públicas se interesan por el social, que se caracteriza por la naturaleza de sus relaciones con demás personas.

Esta visión antropológica y humanística reconoce al hombre social como una persona responsable y solidaria, que necesita informarse y comunicarse. La importancia de las tesis de Matrat radica precisamente en la consideración de la persona desde el punto de vista de las relaciones públicas, en el sentido de que satisfacer la dignidad de la persona no es la tarea propia de una técnica concreta, sino de una moral elemental. Tratar al otro como persona es tratarlo como nuestro igual.

En lo que afecte al hombre social considerado como colaborador, Matrat (1971, 1975) considera que las relaciones públicas emmpresariales han de contribuir a reunir las condiciones que hacen que cada colaborador se sienta: 1) concernido por el “juego” de la empresa; 2) responsable de las “cartas” que juega; 3) solidario con los otros colaboradores y 4) considerado por los otros colaboradores.

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