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La Batalla De Puebla.


Enviado por   •  13 de Agosto de 2013  •  14.061 Palabras (57 Páginas)  •  406 Visitas

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La Batalla de Puebla.

La Batalla de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio Francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa en México, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y respetados de su época. Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, sólo la retrasó, sin embargo, sería la primera batalla de una guerra que finalmente México ganaría. Los franceses regresarían al siguiente año, con lo que se libró una segunda batalla en Puebla en la que se enfrentaron 35 mil franceses contra 29 mil mexicanos (defensa heroica que duró 62 días), y lograrían avanzar hasta la Ciudad de México, lo que permitió establecer el Segundo Imperio Mexicano.

Finalmente, ante la incapacidad de consolidar un imperio y después de perder 11 mil hombres debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir,1 los franceses se retiraron incondicionalmente del país en 1867.

La Batalla de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio Francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa en México, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y respetados de su época. Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, sólo la retrasó, sin embargo, sería la primera batalla de una guerra que finalmente México ganaría. Los franceses regresarían al siguiente año, con lo que se libró una segunda batalla en Puebla en la que se enfrentaron 35 mil franceses contra 29 mil mexicanos (defensa heroica que duró 62 días), y lograrían avanzar hasta la Ciudad de México, lo que permitió establecer el Segundo Imperio Mexicano.

Finalmente, ante la incapacidad de consolidar un imperio y después de perder 11 mil hombres debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir,[1] los franceses se retiraron incondicionalmente del país en 1867. En octubre de 1861, Francia, Inglaterra y España suscribieron la Convención de Londres, en la cual se comprometieron a enviar contingentes militares a México para reclamar sus derechos como acreedores por una deuda que ascendía a alrededor de 80 millones de pesos, aproximadamente eran 69 millones para los ingleses, 9 millones para los españoles y 2 millones para Francia.

El contingente europeo, estaba compuesto de la siguiente manera:

• España: 6000 hombres al mando del General Juan Prim

• Francia: 3000 hombres dirigidos por el Contraalmirante Jurien de la Gravière.

• Reino Unido: 700 marines bajo el comando del Comodoro Dunlop.2

Poco después de reunirse, los representantes de los tres países enviaron un ultimátum al gobierno mexicano en el que pedían el pago de sus deudas; de lo contrario, invadirían el país. Juárez, quien gobernaba a un país que apenas empezaba a levantarse de la postración económica, respondió con un exhorto a lograr un arreglo amistoso, y los invitó a conferenciar. Acompañó ese mensaje con la derogación del decreto que suspendió los pagos. Al mismo tiempo, en vista de la posibilidad real de una invasión militar que buscara llegar hasta la Ciudad de México, ordenó el traslado de pertrechos y la fortificación de Puebla, así como crear una unidad, a la que se designó como Ejército de Oriente, que fue puesta bajo el mando del general José López Uraga. En vista del desempeño deficiente de este mando, fue destituido y en su lugar se designó a Zaragoza, quien dejó el Ministerio de Guerra y se dirigió a Puebla para organizar la oposición al avance francés con cerca de 10,000 hombres; cantidad mínima si se toma en cuenta el vasto territorio que debía cubrirse .

Reproducción de los Tratados preliminares de la Soledad. Al calce se observan las firmas de Manuel Doblado, Juan Prim, Dubois de Saligny y Charles (Carlos) Wyke

Los representantes aceptaron el llamado y en febrero de 1862 se reunieron con los ministros juaristas del Exterior, Manuel Doblado, y de Guerra, Ignacio Zaragoza, en la hacienda de La Soledad, cerca de Veracruz. Gracias a la habilidad como negociador de Doblado se firmaron los Tratados preliminares de La Soledad, en los que se obtuvo el reconocimiento como interlocutor para el gobierno de Juárez y se garantizó el respeto a la integridad e independencia del país. Además, se convino que las negociaciones sobre la deuda se realizaran en Orizaba, donde se establecerían las fuerzas aliadas, además de Córdoba y Tehuacán, para evitar el rigor del clima tropical del puerto; si no se llegaba a un acuerdo, se retirarían a la costa para así comenzar las hostilidades.

El 5 de marzo, cuando aún se realizaban las negociaciones en Orizaba, llegó a Veracruz un contingente militar francés bajo el mando de Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, quien relevó en el mando a Jurien de la Gravière y se dirigió a Tehuacán. También llegó el general conservador Juan Nepomuceno Almonte, quien de inmediato se proclamó "jefe supremo de la nación" y empezó a reunir a las tropas conservadoras, remanentes de la Guerra de Reforma, para apoyar a los franceses.

En abril de 1862 la alianza tripartita se rompió debido a que España e Inglaterra se dieron cuenta de que Francia tenía un interés soterrado, de tipo geopolítico, bajo el reclamo económico: derrocar al gobierno republicano de México para establecer una monarquía favorable a su política colonial, con miras a contrarrestar el creciente poderío de Estados Unidos [cita requerida]. De las instrucciones de Napoleón III dadas al jefe militar de la expedición, se sabe que el objetivo imperialista francés consistía en ampliar sus dominios estableciendo un protectorado, cuya administración serviría para ampliar los mercados, sostener las colonias en las Antillas y del sur de América y, de ese modo, garantizar el abasto de las materias primas en Francia.3 Los representantes español (Prim) e inglés (Charles Wyke) negociaron con el gobierno juarista por separado y en última instancia aceptaron las propuestas de moratoria del gobierno mexicano, y reembarcaron a sus tropas. La posición de Francia, en contraste, presentada por el diplomático Dubois de Saligny, fue la de exigir el pago inmediato de la deuda, que incluía un cobro exagerado por parte de la Casa

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