La Ceramica En Colima
Enviado por quetzalsinmedida • 5 de Junio de 2013 • 2.355 Palabras (10 Páginas) • 704 Visitas
La Cerámica
Introduccion:
La cerámica y la alfarería en México surge desde miles de años antes del periodo precolombino, cuando el arte de la cerámica y la alfarería se desarrollaron con las primeras culturas y civilizaciones avanzadas de Mesoamérica. Con alguna excepción, las vasijas prehispánicas no estabanvidriadas, sino más bien pulidas y pintadas con colores de engobe. El torno de alfarero era desconocido; las piezas estaban realizadas por medio de moldes, colombín y otros métodos.
Después de la conquista Española, las técnicas y los diseños europeos se fueron introduciendo y mezclándose con las tradiciones nativas. Las tradiciones indígenas sobreviven en unos pocos artículos de cerámica como los comales. La cerámica se produce a partir de elementos básicos como platos, utensilios de cocina a nuevos objetos, tales como esculturas y de arte popular mexicano. A pesar de lo destacado de estos elementos, la mayor parte de artículos de cerámica producidos en el país son pavimentos y revestimientos cerámicos, junto con accesorios de baño. México cuenta con una serie de famosas tradiciones artesanales de cerámica, la mayoría de las cuales se encuentran en el centro y el sur del país. Algunos ejemplos son la Talavera poblana, la mayólica de Guanajuato, las distintas vasijas de la zona de Guadalajara, y el barro negro de Oaxaca. Una más reciente es la producción de vasijas y cuencos de la cerámica de Mata Ortiz en Chihuahua. Aunque el número de artesanos ha ido disminuyendo debido a la competencia de los artículos producidos en serie, la elaboración de arte popular y de consumo, todavía tiene un papel importante en la economía de México y la producción de la cerámica en general sigue siendo importante para la cultura mexicana.
Historia
La fabricación de alfarería comenzó a reemplazar los utensilios de piedra en el periodo Purrón (2300-1500 a.C.). Muchas de estas primeras cerámicas fueron hechas en forma de calabaza como una continuación de cuando estos vegetales fueron utilizados para transportar líquidos.1 Estas lozas de barro se convirtieron en una tradición en la alfarería, que utilizaba sobre todo arcilla natural con un recubierto fino de engobe. La mayoría de las arcillas en México necesitan templarse para regular la absorción de agua, con la excepción de la arcilla utilizada en la cerámica Anaranjado Delgado de la costa del Golfo de México.2
Los vasos prehispánicos fueron formados usando técnicas como el colombín y el moldeado. A excepción de una proto-rueda utilizada por loszapotecas, el torno de alfarero era desconocido hasta la conquista española. Las ollas eran usualmente hechas por la familia con el método del simple «pellizco» y las grandes piezas eran moldeadas por artesanos.3 Las primeras piezas moldeadas fueron realizadas en arcilla prensada contra una primera ya existente, pero los moldes dobles se utilizaron para hacer recipientes con decoraciones en relieve. Ejemplos de este tipo existen enTlaxcala y en Puebla.4 Muchas figurillas también se hicieron usando moldes. A veces, las vasijas se hacían con varias piezas ya moldeadas con la parte superior terminada por medio de «churros de barro».4
Con alguna excepción, las piezas prehispánicas no se vidriaban, sino que el acabado se realizaba con una cubierta de arcilla muy fina. Este baño contenía a menudo pigmentos minerales para darle color que se le podían añadir antes o después de la cocción.5 La cocción se realizaba a fuego abierto o en un hoyo. Figurillas se hacían a menudo en el hogar de la familia. La de las vasijas se hacía en una pila en el suelo o en un hoyo cubierto de madera.4 Muchas veces, el uso de este método para la cochura de vasijas, daba resultados de mal acabado y con roturas, a excepción de lacerámica Anaranjado Delgado.4
La única cerámica vidriada de Mesoamérica se la conoce como cerámica plumbate o cerámica plomiza. Estaba cubierta por un engobe coloidal cocido a una temperatura bastante elevada, y que por su composición en hierro y cromo, daba a las piezas un aspecto de lustre metálico con una gama de colores que oscilaba entre el gris, violeta , naranja y verde. Fue producida sólo por un corto tiempo y su aparición marca el período Posclásico mesoamericano en muchos sitios arqueológicos.6
Existen más de treinta métodos conocidos que han sido utilizados para decorar la cerámica prehispánica incluyendo diseños de presionado en la arcilla por medio textil, o el presionado de elementos como conchas y el uso de palos puntiagudos.
También se emplearon diversas maneras de pintar y preservar los colores, tanto durante como después de la cocción.7 Los diseños generalmente se dividen en cuatro categorías: geométrico, realista o naturalista (en general, animales y personas estilizadas), simbólico y pictográfico. La mayoría de los diseños están relacionados con otras artesanías y obras artísticas como pinturas en murales.7 Todos estos estilos y métodos de cerámica todavía se pueden encontrar en el México moderno.8
La cerámica de Jalisco
La cerámica del Estado de Jalisco se destaca por su variedad pero también por su excelente calidad, originalidad, decoración y su inspiración en la búsqueda de nuevas creaciones. En él se encuentran representadas desde las más modestas manifestaciones de la loza tradicional de uso cotidiano, hasta finas muestras de cerámica alta temperatura de las de mayor calidad en el país.
Tonalá es el más importante centro alfarero del Estado. Allí se trabaja el “barro de olor” que reciben ese nombre genérico porque el barro le transmite su aroma y sabor al líquido vital; son piezas diversas entre las que destacan los jarrones y jarras bruñidas para conservar el agua fresca. Una variante de esta producción se le conoce como “barro canelo”, piezas bruñidas con manteca, lo que les da una suavidad extraordinaria, y decoradas con pincel en tonos ocres y cafés como garrafones con su pocillo para el agua fresca, ollas con asas y tapa, y cántaros redondos. Las formas de la decoración son líneas horizontales de diferentes gruesos y tonos, así como sencillas y sobrias estilizaciones de hojas, helechos y ondulaciones.
Obras que entran al terreno de lo suntuario, aunque en alguna época probablemente fueron usadas como producto cotidiano, son las tinas para baño ricamente decoradas por dentro y por fuera con el tema recurrente del Santo Santiago montado en su corcel, santo patrono de la población, además de guías de helechos, flores, líneas gruesas y delgadas, águilas bicéfalas, pájaros, y escenas y paisajes del campo. A estas piezas de calidad artística de primer orden, se asocian otras de notable presencia: mosaicos, platones ovalados y redondos,
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