La Decada Ganada
Enviado por yoselincaceres • 29 de Octubre de 2014 • 1.972 Palabras (8 Páginas) • 316 Visitas
INTRODUCCIÓN
La intención de este trabajo es presentar la postura y la política económica del gobierno kirchnerista. El 25 de Mayo de 2003 se abría un nuevo capítulo en la historia argentina. Néstor Kirchner asume la Presidencia con un 22% de los votos y más de un 50% de pobreza, un Estado saqueado y una fractura absoluta en la relación entre la sociedad y la dirigencia política. Asume también la difícil tarea de reconstruir un Estado que había sufrido treinta años de continuo vaciamiento de sentido. Creemos que todas estas medidas como programas planteados y desarrollados mejoraron de manera significante la situación económica del país. Así como tantos logros hubieron algunos programas que no se desarrollan de manera correcta o no se obtuvieron los resultados esperados, pero los mismo son pocos y no afectaron de manera directa al país.
La historia de nuestro país nos ha demostrado que a fines de 1940 y durante los años de 1950 fue posible sostener un modelo de acumulación asentado en la alianza entre el sector del trabajo y la burguesía nacional, medida por el gobierno. Este modelo se lo llamo: “Modelo nacional-popular de Sustitución de Importaciones” que se sostuvo durante varios años.
Más tarde, durante la dictadura militar del año 1976 y la década neoliberal en argentina fue destruida toda posibilidad de vigencia y de continuidad de aquel modelo.
A su vez, debemos tener en cuenta la transnacionalización del capital a nivel mundial instalada desde mediados de la década del `70, y la hegemonía del capital financiero transnacional.
Esto 10 años bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner se basó en políticas en políticas o en formas de gobierno anteriores. Sus intenciones son claras y día a día buscan nuevas oportunidades para encontrar el mayor beneficio y satisfacción para el país.
LA HERENCIA
Dos planos deben abordarse para comprender la herencia recibida por el kirchnerismo: el local y el global.
El local, signado por una catástrofe social, y una estructura productiva afectada por la desindustrialización, la extranjerización y el endeudamiento. En el terreno político local, buena parte de la población no logró visualizar las causas del desastre económico y social ocurrido en 2001. En las relaciones económicas externas, quedaban un conjunto de conflictos irresueltos con el sistema financiero mundial: deuda con el Club de París, enorme deuda externa con acreedores privados y organismos internacionales, compromisos insostenibles con las empresas privatizadas o concesionadas.
La política económica del kirchnerismo
Sintéticamente, se puede ver a la política económica kirchnerista como un proceso de clara inspiración keynesiana, que dio un fuerte impulso tanto a la recomposición de los ingresos de los sectores más castigados de la población como a la obra pública como motor de tracción del sector privado. La recuperación de la capacidad de consumo de amplios sectores fue visto por el gobierno como la llave para la expansión productiva y las mejoras distributivas.
Uno de los aspectos distintivos de la primera etapa de gobierno fue la autonomía relativa del Estado nacional en relación a los sectores privados, tanto locales como extranjeros. El pago completo de la deuda al FMI, en 2005, sacó de la escena local a un actor con vasta influencia política y económica en el período anterior. En ese primer período de gobierno, el crecimiento fue compartido por prácticamente toda la sociedad, lo que permitió distender el clima social, sin apelar a cambios estructurales significativos. El contexto económico internacional, de buenos precios para las exportaciones de materias primas y bajas tasas de interés, contribuyó a consolidar la situación. Kirchner utilizó esa coyuntura para fortalecer las reservas del Banco Central y desendeudar al país. Fue un período donde ganaron todos, los trabajadores, los desocupados, los empresarios industriales y agrarios, los bancos. Apenas iniciado el segundo tramo kirchnerista, encabezado por Cristina Fernández de Kirchner, ocurrieron dos episodios gravísimos. A poco de iniciada la gestión, el gobierno nacional recibió el ataque violento de las corporaciones agropecuarias, en defensa de su “derecho” a apropiarse de la abultada renta diferencial internacional que recibía el agro.
En la segunda parte del año, estalló una grave crisis financiera internacional, con epicentro en Estados Unidos y Europa. El resto de la gestión estuvo marcado por los efectos de ambas situaciones negativas. Por una parte, no se podría actuar para modificar la composición de la producción agraria, ni aislar parcialmente el mercado interno de la inflación internacional. Por otra parte, comenzaría una fuerte fuga de capitales y el Estado debió utilizar sus recursos para inyectar impulso ascendente a una situación económica que amenazaba con hundirse, debido a la reacción defensiva del sector privado. El gobierno fue exitoso en contener las tendencias recesivas y volver a expandir la actividad económica. Además, permitió el lanzamiento de un eficaz instrumento de reparación social, la Asignación Universal por Hijo. La recuperación de la economía y de la iniciativa política –expresada en varias leyes progresistas– abrió paso a la reelección de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El tercer mandato kirchnerista arrancó con la convicción, expresada por la presidente, de que había que hacer cambios en ciertas políticas del sector público, agrupados bajo el nombre de “sintonía fina”. Había una percepción de que ciertos aspectos de la gestión económica debían ser revisados, como por ejemplo el amplio sistema de subsidios a la energía, servicios públicos y transporte. También en el frente externo se observaban problemas, ya que la abundancia de divisas que caracterizó los primeros años kirchneristas estaba menguando. Las presiones inflacionarias, luego de las mejoras distributivas de los años previos y de la reducción del desempleo, comenzaban a acentuarse.
La ciudadanía en general no dispone de criterios propios para entender los mecanismos específicamente económicos que operan en la coyuntura. Los criterios se los suministran los medios de comunicación
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