La Didáctica Y Su Campo De Estudio

El siguiente texto se propone interpretar las ideas tradicionales del siglo XVII y las nuevas corrientes pedagógicas, a fin de comprender el fenómeno educativo en el cual el camino es centrarse en la relación del niño con el mundo. «Su función es permitirle construirse a sí mismo “como sujeto en el mundo”: heredero de una historia en la que sepa qué está en juego, capaz de comprender el presente y de inventar el futuro»

La educación es una práctica social, porque es algo que las personas efectivamente hacen, no es algo solo deseado o imaginado y es una acción porque tiene una direccionalidad y un significado histórico. Educar supone potenciar el desarrollo del hombre y de la cultura, el proceso educativo debe ser pensado en su doble acepción: productiva y reproductiva.

A lo largo de la historia dos tesis lucharon por establecerse, aquella en la que se quería enseñar, instruir, formar; “LA ENSEÑANZA TRADICIONAL”, donde se realiza una enseñanza colectiva dirigida a un alumno medio, y por lo tanto, no personalizada, donde no se toman en cuenta los intereses del educando ni su evolución psicológica; el niño tiene un papel pasivo, solo como receptor de conocimientos. Y la antitesis que se precisa después de Rousseau, cuando se declara que el niño lleva en si mismo los medios para lograr su propio desarrollo. Desde entonces ha habido diversos intentos de renovación pedagógica; lo que se ha denominado Escuela Nueva, una de las bases sobre las que se construye una nueva manera de pensar la educación fueron sus propósitos y su contenido, el lugar del docente y del alumno (Dewey). Las intenciones educativas estarán centradas en el niño, porque es él mismo quien construye su personalidad, Todas las cosas que se enseñen deben ser la contestación a una pregunta que hace él mismo, se respetaran sus necesidades y sus intereses en la selección de contenidos y actividades, se enfatizará en la autoestructuración de la tarea. La observación y la experimentación, serán la base de la educación y lo que el niño no pueda descubrir por si mismo es mejor que lo ignore. El maestro se transforma en guía que, habiendo descubierto los intereses y necesidades del niño, muestra las posibilidades por las que se puede llegar al conocimiento. Su tarea será facilitar el aprendizaje a través de la creación de un clima de trabajo basado en relaciones interpersonales de autenticidad, confianza y comprensión con el alumno.

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