La Economía De EUA A Fines Del Siglo XVIII

En la actualidad cuando se habla de poder político y/o económico, en lo primero que se piensa es en “Estados Unidos de Norteamérica”. País que se conformó en el último cuarto del siglo XVIII y desde entonces ha dejado huella en el mundo. Para entender el poderío de esta nación es importante entender su génesis, es decir su proceso de independencia y de conformación como Estados Unidos de Norteamérica.

Todo comienza en 1763 cuando termina la “Guerra de los siete años” (entre Francia y Gran Bretaña), ya que las “Trece Colonias” (que actualmente representan el este de Estados Unidos) otorgaron gran ayuda económica y militar a Gran Bretaña, dicha colaboración no les fue recompensada; al contrario el gobierno Británico subió los impuestos lo cual desató la inconformidad de los colonos que se manifestaron en contra de la corona. Pero no fue hasta 1775 cuando se desata la guerra de independencia, la cual concluyó con la firma del “Tratado de París” en 1883.

Tras la amarga experiencia de una gran presión gubernamental británica, los dos millones y medio de ciudadanos independientes con lo que menos deseaban contar era con un gobierno central hegemónico, así que los Artículos de la Confederación favorecían al poder de los Estados, dándoles facultades como la imposición de aranceles y la emisión de papel moneda.

Ante la necesidad de desarrollar el mercado interno y de ser competitivo frente a las potencias europeas –sobre todo Gran Bretaña- Estados Unidos tenía dos opciones: la primera era especializarse en la agricultura como lo recomendaban Adam Smith y J. B. Say y así explotar las tierras fértiles; o la segundo opción que era desarrollar un sector industrial fuerte a la par del agrícola.

Se optó por la opción de la industrialización encabezada por Hamilton (Secretario del Tesoro), el cual seguía la siguiente lógica: “Hamilton suponía, con razón, que un sector industrial importante y significativo en Estados unidos podría ser tan productivo como el sector agrícola, porque permitiría una mayor división del trabajo, emplearía mayor número de máquinas que el trabajo de campo, contaría con las materias primas necesarias, los mayores salarios se compensarían, con creces, por los más reducidos costos de transporte. La limitante que podría haber supuesto la escases de capital, Hamilton la solucionaba mediante el expediente de proponer todo género de incentivos a inversionistas del exterior, lo que juzgaba más beneficioso a los fines de salvaguardar la independencia nacional a la alternativa de contar en su territorio con producción interna de los artículos más necesarios como los alimentos, el vestido y los vinculados con la habitación y la defensa.”

Como ya se expuso anteriormente la naciente industria estadounidense no podía ser competitiva con la británica que ya estaba desarrollada, así que en 1789 los estados que conformaban Estados

...