La Educacion De Los Indios.

Educación y colonización en la Nueva España 1521-1821 de Pilar Gonzalbo Aizpuru

Clave de la Biblioteca del libro LA421.4 G643

Los primeros evangelizadores obtuvieron el éxito educativo en gran parte por que tomaron los métodos y recursos de la educación mesoamericana como lo eran los cantos, los bailes, los textos ilustrados, las representaciones teatrales, la disciplina rigurosa, los castigos severos y la formación selectiva conforme a su condición social.

Por otro lado los evangelizadores buscaban conseguir “la ruptura con la tradición”, esto es, que los niños que ellos recogían ya no se sintieran tan identificados con la cultura de sus antepasados, que los pequeños perdieran el respeto a sus padres y a los ancianos, para que así pudieran denunciar cualquier rito o creencia que permaneciera entre ellos. Esto provocaba un choque cultural dentro de la familia, ya que las generaciones mayores tenían creencias profundamente arraigadas, que les estaban siendo borradas a las generaciones menores a través de su evangelización, por lo que los más pequeños se sentían cada vez menos identificados con las tradiciones y/o creencias. Este fenómeno se hizo notorio por lo cual algunos padres de familia prefirieron ocultar a sus hijos o mandar a sus esclavos en vez de ellos.

Por falta de tiempo los adultos solo iban a las catequesis los domingos, en cambio los niños debían asistir diariamente al convento donde se les ensañaba la doctrina cristiana.

La población se dividía en grupos por sexos, edad y condición social.

La organización de las catequesis hizo posible el surgimiento de “un peculiar modelo de arquitectura conventual” que contaba con un amplio atrio y con pequeñas capillas en los ángulos, aparte de la escuela y el dormitorio para los internos.

Existían dos grupos de enseñanza. Los macehualtin que eran los hijos de los trabajadores que laboraban al servicio de los españoles, a ellos solo se les enseñaba la doctrina cristiana y pronto salían para incorporarse al trabajo. Los pipiltin cuyo destino seria el de ocupar algún lugar de autoridad en la comunidad por lo cual recibían mayor instrucción.

Esta separación entre nobleza y plebe buscaba preservar el orden social y argumentaba que cada uno debía de aprender solo lo que fuera a realizar en un futuro.

No estaba permitido que los hijos de los populares entraran en las escuelas ni aprendieran letras, esto era un derecho reservado para los hijos de los principales.

Los internos aprendían catecismo, lectura y escritura en su lengua, canto y memorización de frases en latín. No se establecía aun la enseñanza del castellano pero a pesar de eso algunos si lo aprendieron.

Pronto utilizaron a los niños catequistas los cuales predicaban, pero también podían identificar los vestigios de culto idolátrico y localizar los escondites de los ídolos, lo que representaba

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