La Educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo
Enviado por gloriadilo • 28 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.042 Palabras (5 Páginas) • 530 Visitas
Reconstruyendo La Historia De La Pedagogía
"La Educación no cambia al mundo:
cambia a las personas que
van a cambiar el mundo."
Paulo Freire
El hombre desde su aparición, ha tratado de entender sus orígenes y para ello ha echado mano del mito y por medio de éste se ha dado respuesta, de esta manera a transmitido sus creencias y enseñanzas a sus descendientes dando origen a la educación. Es así como observamos que evolución y educación han caminado de la mano, pero con los años, a mi criterio, una ha usado a la otra para fines convenientes. Es decir, el hombre ha descubierto que sabe, que piensa, se ha creado hipótesis y se ha valido de estas para beneficio propio, para el sometimiento de otros, apoyándose del mito.
A lo largo de la historia de la educación hemos visto el surgimiento de paradigmas que aspiran el dejar atrás practicas tradicionalistas, éstas en las que se pugna por una educación con orden, donde el maestro es el protagonista pues es quien tiene la razón, es quien habla mientras el alumno calla y escucha. Es el maestro quien tiene autoridad para hacer uso de correctivos físicos, pues era bien conocido el dicho “la letra con sangre entra”. Una escuela tradicionalista donde se llena la cabeza del alumno de información, cual depósito bancario, ya que tiene que memorizar fechas, capitales, definiciones, etc.
Ya lo dijo Paulo Freire “la alfabetización - al igual que toda tarea de educación - no puede ser concebida como un acto mecánico, mediante el cual el educador “deposita” en los analfabetos palabras, silabas y letras…”
En este tenor es donde el papel del maestro es fundamental para el logro de los objetivos de las autoridades, llámese eclesiásticas o gubernamentales. El maestro se ha convertido en el medio para la sumisión.
Siglos más tarde, en contraposición, aparecen los mencionados paradigmas que hacen frente a este tipo de educación; surge la llamada escuela nueva, donde su principal ideal es hacer feliz al niño, aprender por medio de la observación y la experimentación, aprender por medio de la experiencia propia, los alumnos son en una sola palabra “libres”. ¡Ah esa libertad tan añorada!, pero ¿dónde queda esta esperada libertad? si muchos maestros seguimos empleando la famosa flor roja, con el centro amarillo y el tallo verde. ¿Queda la libertad en los trabajos estereotipados y repetitivos?, ¿en los niños robotizados que esperan la orden para actuar?, o en las palabras de un niño ansioso diciendo: “¿ya podemos empezar maestra?”.
Lo cierto es, que el nivel que sea a todos se nos engaña, se simula cuando nos dicen que somos libres pero la realidad es que tenemos una cadena que nos ata, que nos calla y nos oprime: somos libres, pero por doquiera nos encontramos sujetos con cadenas (Rousseau)
Aun sabiendo los contrastes, en nuestras aulas siguen prevaleciendo estas prácticas en las que se “anula totalmente al niño, se destruye su personalidad, se mata su iniciativa y su creatividad, se le obliga a la simulación y el engaño y lo convierte en un ser pasivo”, como lo expresa Rius en El Fracaso De La Educación. Un ser pasivo, muy conveniente para los ojos de las autoridades.
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